Elegguá es un Orisha de las creencias yorubá, y los practicantes de la santería suelen tener una cabeza de Elegguá detrás de su puerta principal ya que se supone que protege las entradas y evita que el mal entre a los hogares. Se le asocia, también con el acto de abrir nuevos caminos o vías, y con los cruces de caminos.
Suele representársele como un niño ya que es juguetón, le gusta hacer bromas y es un estratega. También se le representa como una cabeza con conchas por ojos y boca y le gusta recibir ofrendas, como dulces y coco, a cambio de protección y ayuda para resolver problemas.
La iniciación en la santería -conocida como Los guerreros- incluye el acto de recibir una cabeza de Elegguá.