La izquierda socialista francesa ha dejado de representar a los obreros y se está hundiendo. Y, ¿a dónde se movilizan los votantes que favorecen las políticas colectivistas, estatistas y altruistas propias de los socialistas de izquierda? Mutan y se mueven hacia el conservadurismo nacionalista de la extrema derecha. Otra forma de colectivismo y estatismo altruista. No es por casualidad que el nacionalsocialismo fuera considerado de extrema derecha; ni que Mussolini hubiera empezado su carrera política en el socialismo, antes de desarrollar el fascismo.
Los socialistas se refugian en otras formas de socialismo…no el liberalismo. En realidad, las antípodas de los socialismos de izquierda y de derecha se hallan en el liberalismo clásico con sus compromisos con la defensa de los derechos individuales de todos (sin distinción de clase social, étnia, ni nacionalidad) y con los límites al ejercicio por medio de leyes generales y abstractas.
En Francia el grupo político beneficiado por la migración política de los socialistas es el Frente Nacional, de Marine Le Pen; y la crisis del socialismo francés coincide con la balcanización de las izquierdas. El PCF (que fué el segundo partido de Francia, en su día) se ha convertido en un grupúsculo gesticulante, entre otros grupúsculos, como el Nuevo Partido Anticapitalista (2 % intenciones de voto), el Frente de Izquierdas (que une al PCF y otros gupúsculos, que no suman juntos más del 10 % de las intenciones de voto), y los ecologistas que oscilan entre el 5 y el 6 % de las intenciones de voto. Ese arco iris de izquierdas electoramente minoritarias refleja con precisión la ausencia de liderazgo, el vacío de ideas, los enfrentamientos fratricidas y el alejamiento histórico de los obreros y el antiguo voto popular.
Gracias al cuate, Manuel, por la pista.