03
Abr 08

Combustibles: soluciones a medias, no son soluciones

De todas las cosas que se les ocurren a los funcionarios, cuando se ven obligados a hacer algo para suavizar el alza en los precios de los combustibles, la única que es verdaderamente útil es la de eliminación del Impuesto a la Distribución del Petróleo.

Esto es porque los impuestos específicos, con nombre y apellido, son antitécnicos. Distorsionan el mercado, complican el calculo total de la tributación y generan costos que de otra forma serían inexistentes.

La exoneración del Impuesto al Valor Agregado, aunque generosa en apariencia, desnaturaliza aquel tributo y dificulta su pago.

La Comisión de Energía y Minas del Congreso chapín está planeando reducir el primer impuesto (no eliminarlo); y exonerar del IVA a los combustibles. Asi como se perfilan las cosas, los legisladores están concinando un gallo-gallina que sólo distorsionará el mercado y, como casi siempre, responde a la ignorancia y los prejuicios más que al sincero deseo de sanear las finanzas públicas y aliviar las cargas que pesan sobre los tributarios.

Por cierto que, en Honduras, el gobierno optó por una de las peores posibilidades y se inclinó por prohibir la circulación de ciertos vehículos en ciertos días, alla “Hoy no circula”. Muy atinadamente, el Alcalde de Tegucigalpa ha instado alapoblacióna no acatar la disposición gubernamental que, obviamente, atenta contra la libertad individual y distorsiona mucho la toma decisiones económicas por parte de las personas.

Una medida así, siempre es arbitraria y no hay forma de que no resulte en corrupción y en descontento.


11
Mar 08

¡Aaaaaaaaaaaaleluya!

A los diputados guatemaltecos, el Organismo Legislativo -con dinero de los tributarios- les pagaba almuerzos para que les abundara el tiempo y para que pudieran comer en el hemiciclo parlamentario mientras producían.

La actual administración legislativa dispuso bajar el costo de aquellas comidas (de $11.68 a $5.19) y los diputados se enojaron porque también disminuyó la calidad de las viandas.

Hoy, nos enteramos de que los diputados de la Unidad Nacional de la Esperanza, el partido oficial, no recibirán los almuerzos baratos que les dan ahora y que “ahora no podrán quedarse a trabajar hasta tarde”.

¡Aaaaaaaaaaaaaleluya! Ojalá y cumplan. Ojalá y dejen de producir normativas y regulaciones. Ojalá dejen de repartir privilegios.


14
Ene 08

Desvestir un santo, para vestir otro

No estoy de acuerdo con que las Organizaciones Privadas Voluntarias de Servicio reciban dinero ajeno tomado por la fuerza, o sea dinero de impuestos. Es intrínsecamente malo, contradictorio y perverso que las OPVS vivan de tributos. Pero menos estoy de acuerdo con que la administración piñatice aquellos dineros. Y es particularmente canalla que, con esos fondos, la administración desvista un santo, para vestir a otro.

Tal cosa es lo que ha ocurrido con la Fundación Marco Antonio para enfermos de VIH y Sida, a quien el Congreso le quitó los fondos públicos que recibía y al amparo de los cuales había crecido, para dárselos a la Fundación Red de Sobrevivientes de la Violencia Doméstica, a la Asociación para el Desarrollo Comunitario y la Familia, a la Asociación Solidaridad y a la Asociación para el Desarrollo Integral de las Comunidades Guatemaltecas.

No se…si yo fuera dirigente de alguna de estas últimas cuatro organiaciones, a mi me daría vergüenza recibir fondos que le han sido quitados a algo como como la Fundación Marco Antonio.


12
Dic 07

Dolor, mitos y realidades de la adopción en Guatemala

De mis amigos Jorge Jacobs y Marta Yolanda Díaz-Durán, recibí la siguiente nota que aclara la realidad de la adopción en Guatemala. Por favor, léalo; talvez “los hechos”, cambien sus percepciones.

Con mucho dolor les participamos que hoy martes (dic 11) se aprobó en el Congreso la nueva Ley de Adopciones.

Para todos los que se dejaron engañar por las mentiras y la satanización de las adopciones que han hecho grupos interesados en erradicarla, esto es una fabulosa noticia; para quienes sabemos, no sólo que la mayoría de los argumentos utilizados son mentiras y los menos exageraciones, sino también el verdadero resultado de la aprobación de esta nueva legislación, es un día de mucho dolor. Mucho dolor porque la posibilidad de una esperanza de vida mejor que tenían muchos miles de niños ahora se les ve cortada de tajo.

Para quienes conocemos a muchos de esos niños cuya casi única esperanza en la vida es que alguien se apiade de ellos y los adopte, es un día muy triste. La nueva ley pretende centralizar en una nueva institución todo el proceso de las adopciones. Que sean los burócratas de esta institución quienes decidan qué niño le dan a qué familia, que sea el “estado” quien se encarge de los niños mientras están en el proceso de adopción.

Uno de los grandes logros de la ley, según sus propios propulsores, es que hará que el proceso que ahora toma entre 4 y 9 meses dure “por lo menos 2 años”. Dicen ellos que ahora ya no será un negocio porque los padres adoptivos ya no tendrán que “comprar” al niño. Lo que no dicen es que, en los pocos casos de adopción que todavía se den, el costo va a ser muchísimo mayor que ahora, sólo que ahora el costo lo pagaremos los tributarios. Pero el problema principal no es el del costo, sino que el nuevo sistema está diseñado para reducir al máximo la cantidad de adopciones, porque para los detractores de la adopción la cantidad implica “el negocio”.

En su estrechez de mente no entienden, o simplemente no les conviene, que en Guatemala anualmente bastantes miles de niños son abusados y abandonados por sus padres y que es a ellos a quienes, en última instancia, se les está vedando la oportunidad de una vida mejor. ¿Qué va a pasar con todos los niños que ya no van a ser adoptados? ¿Pararán en los “hogares estatales”, que ni hay suficientes y los que han habido en varios casos los han tenido que cerrar por los graves abusos que se han cometido allí contra los niños? ¿Se incrementarán los abortos de niños no deseados? ¿O simplemente irán a engrosar las filas de los niños de la calle que luego sirven de carne de cañón de las maras?

Para lograr el consenso contra las adopciones, sus detractores se han valido de toda una “exitosa” campaña de desprestigio a través de la difusión de mitos.

Mito: Se roban niños para darlos en adopción. Realidad: Si bien, hay algunos casos de robo de niños, es casi imposible que estos casos sean para adopción.

La mayoría de casos (96%) de adopción es a Estados Unidos. De estos, el 96% son niños a quienes sus padres los entregan voluntariamente, lo que se comprueba a través de dos pruebas de ADN, una al inicio del proceso y otra al final. El otro 4% es de niños declarados en abandono, lo cual lleva un proceso judicial bastante largo.

De 150 denuncias de “sustracción de menores” que tenían las autoridades hasta agosto, se comprobó que sólo 5 de ellas eran verdaderas. El resto era de padres separados que quitaban los niños a la madre o de madres que habían dado sus hijos en adopción y que luego se arrepentían y los declaraban como que se los habían robado.

La misma Rosa María de Frade, ex vocera de la Presidencia, declaró en nuestro programa que no se podía comprobar que fueran ciertas las denuncias de que se robaban niños para darlos en adopción.

Se acusó, por ejemplo, a los de Casa Quivirá de “traficar con menores robados” y se les cerró el hogar y “confiscó a más de 40 niños”. Se hizo un gran aspaviento al respecto pero al final, todo resultó ser un show. Para ahorita, ya varios de esos niños han terminado el proceso de adopción que estaba en regla, y el resto se los han tenido que ir devolviendo al hogar ya que los procesos estaban en regla. Más importante aún, si los niños eran robados, ¿dónde están las madres que los están reclamando?

Se acusó de ladronas de niños y capturó a unas señoras que llevaban niños a chequeos para adopción en el edificio Geminis 10 y se hizo un gran revuelo al respecto. Lo que ya no sacaron los medios es que al otro día las dejaron libres porque todos los papeles estaban en regla y no había ningún problema con los niños. Y así podríamos seguir enumenrando caso tras caso.

Mito: La adopción no está regulada. Realidad: La adopción en Guatemala es un proceso bien regulado , en el cual hay que cumplir muchísimos requisitos, lo que por cierto es una de las razones por las cuales el proceso es bastante caro. Lo que no es, y es lo que no les gusta a los burócratas, es un proceso centralizado sino que es descentralizado. Lo que quieren con la nueva ley es centralizarlo bajo la excusa que los burócratas sabrán mejor lo que conviene a los niños.

Mito: La adopción es un gran negocio.Realidad: La razón por la que es tan caro el proceso de adopción (que por cierto los padres adoptivos pagan gustosamente) es precisamente por todos los costos en que se incurre durante el proceso de autorización (incluídas las mordidas que en muchas de las instituciones que supuestamente velan por el proceso hay que pagar). Si se quiere que sea más “barato” lo que hay que hacer es quitar trabas no poner más… Al final, el resultado, como lo dijimos antes, es que se acabarán o por lo menos se reducirán considerablemente las adopciones, con lo cual se estará afectando las vidas de muchísimos niños que ahora tendrán que enfrentar una vida mucho más dificil.

Eso es lo que nos duele. Y lo peor es que se debe a la comisión de unos pocos miserables que poco les interesa el “bienestar” de los niños sino avanzar sus agendas políticas y a la omisión de muchos que por evitar el “qué dirán” simplemente se quedaron callados.

Por este medio los invitamos a que no sean de los que se quedan callados y ven como el sistema, utilizando la excusa de la “corrección política” poco a poco va absorviendo nuestras libertades. Sino que, por los medios que tengan a su alcance, corran la voz de lo que realmente está pasando para que más gente se entere y no tan fácilmente puedan vernos a todos la cara de babosos. Y si no, por lo menos háganlo por todos esos niños que ahora quedarán más desamparados que nunca.


10
Dic 07

Usarán a niños para manifestación

Que curioso…la misma gente que promueve la monopolización y burocratización de la adopción en Guatemala, con el pretexto de proteger a los niños, es la misma gente que hoy usará a un grupo de 158 niños para simultar un congreso infantil; y que mañana organizará una manifestación de niños a los que apostarán frente al Congreso de la República. El objetivo de dicha manifestación será presionar a los diputados para que aprueben una nueva ley de adopciones.

¿Por qué es que no me extraña que esto esté ocurriendo? A ver…¿qué se imagina usted que ocurrirá con las adopciones cuando todos los procesos estén a merced monopólica de un grupo de burócratas?

Si le interesa el tema, le recomiendo la columna de hoy, de José Raúl González; y mi columna titulada La costra nostra contra los niños.


08
Dic 07

Punto de inflexión

Los electores y los tributarios guatemaltecos tuvimos una experiencia gratificante. A fuerza de acciones individuales de repudio, conseguimos que los diputados echaran marcha atrás en su desvergonzada pretensión de asignarse indemnizaciones, entre aquellos representantes que no habían resultado reelectos para la próxima legislatura.

¡Y ahora no hay que soltar la presa! Aquellos políticos a los que les conviene que los chapines actuemos como súbditos y no como ciudadanos, perpetúan y refuerzan la idea de que la ciudadanía se vive sólo cada cuatro años en el día de los comicios. Sin embargo, en una república en la que el poder está sujeto a la ley, y en la que la soberanía reside en los ciudadanos, aquella se ejerce –o debería ser ejercida– todos los días, por todos los interesados.

Aquellos políticos también alimentan la idea de que la autoridad debe ser obedecida, y la de que las personas son parte de una gran maquinaria o de un gran organismo al que están obligadas a servir; aún a costa de sus derechos individuales, o de sus aspiraciones.

Es un hecho que políticos que llegan al poder para salir de pobres, o los que llegan al poder para imponer sus valores y sus programas, no se someten a la majestad de la ley por voluntad propia. Sin un adecuado ejercicio de la ciudadanía por parte de las personas individuales que pagan impuestos y que tienen que trabajar duro para conseguir esa plata, los políticos no tienen incentivo alguno para no desperdiciar aquellos recursos, si ni siquiera lo tienen para apropiarse de ellos.

Por eso es que fueron importantes las miles de llamadas telefónicas que ustedes hicieron a los programas radiales de opinión; y por eso es que fueron importantes los miles de correos electrónicos enviados a las secciones de opinión de los diarios, o directamente a los diputados. Por eso fue importante el personaje que se fue a parar al estacionamiento del Congreso, y protestó contra el abuso con un cartel y dando la cara.

Los diputados se recetaron aumento salarial e indemnización con el dinero que usted produce con su trabajo personal. Y lo justo es que usted decida si quiere darles ese dinero, o no. Mediante el presupuesto del estado, el Ministerio de Finanzas y los diputados están piñatizando el dinero que usted produce y les entrega cuando se ve obligado a pagar impuestos. Y lo justo es que usted decida si quiere darles ese dinero, o no. Y usted puede dárselos porque al fin y al cabo usted es el que trabaja duro para ganarse esa plata, pero la cuestión es: ¿Tenemos derecho a obligar a otros a trabajar para que los que viven del presupuesto del estado tengan una vida cómoda?

Los ciudadanos guatemaltecos hemos llegado a un punto de inflexión importante. Ahora sabemos que tenemos el poder para cambiar el rumbo de las cosas. Sabemos que podemos ejercer poder político, o al menos influencia política, si nos comportamos responsablemente y nos rehusamos a “bendecir” con nuestra inacción, los abusos de los políticos rapaces.

Los guatemaltecos acabamos de pasar por una experiencia de ciudadanía intensa. Y, como los venezolanos, y como aquel hombre que detuvo los tanques en la Plaza de Tienanmen, ahora sabemos que el poder de uno es sí tiene impacto.

Para los chapines, es el momento de definir nuestra futura relación con quienes ejercen el poder político. ¿Vamos a ser súbditos sumisos y obedientes; o vamos a ser ciudadanos conscientes, de pensamiento independiente y de acción decidida? ¿Vamos a admitir el despojo y el uso de la fuerza en las relaciones con el poder; o vamos a exigir el respeto a los derechos individuales y a la igualdad de todos ante la ley?

Y como no se trata sólo de quejarse y de criticar (que no está de más), ¿por qué no tomamos en serio la empresa de fundar un estado en el que sean posibles la paz y la prosperidad? ¿Por qué no dejamos de depender de la arbitrariedad y fundamos un estado de derecho? Para eso, le invito a que explore la propuesta de http://www.proreforma.org.gt//. Ahora sabemos que uno a uno, sí podemos tener impacto en el ejercicio del poder.

Publicado en Prensa Libre el sábado 8 de diciembre de 2007,


05
Dic 07

No hay que soltar la presa

Me uno al llamado de la diputada Mineth Montenegro para que la Corte de Constitucionalidad deje sin efecto el decreto que les concede aumento de sueldo e indemnización a sus colegas.

En este proceso, fue particularmente efectiva la participacion ciudadana en cuanto a presionar a los diputados para que dieran marcha atrás en esta sinvergüenzada. La gente participó activamente en las cartas de los lectores, en los diarios; y con llamadas a los programas de radio. Ojalá que aprendamos de esta experiencia y que tomemos en cuenta que no es un asunto que haya concluido.
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01
Dic 07

Este macho, es mi mula

La Junta Directiva del Congreso y los jefes de bloques reconocieron que hubo errores en el procedimiento de aprobación de las reformas a la Ley de Servicio Civil de ese organismo, que concedió nuevas prestaciones a los diputados, como indemnización y aumento de sueldo. Por ello, pedirán al pleno que la medida quede sin efecto.

¡Canallas! Note usted que no reconocieron que lo que hicieron fue una sinvergüenzada; sino que aludieron a errores de procedimiento.


01
Dic 07

¡Trabajemos más!

En Bolivia, una turba incendió la casa de un senador a quien se le imputaba haberse vendido al presidente Morales. Y para no ir muy lejos, aquí en Guatemala ya hemos visto escenas de pobladores quemando casas de alcaldes, estaciones de policía y juzgados.

La primera lección de estas dos noticias es que, cuando la gente se cansa, se cansa de verdad. En tanto que la segunda lección que deberíamos extraer es que ¡¿Qué fregada necesidad hay de llegar a aquellos extremos?!

Resulta evidente que a ellos no se llega de la noche a la mañana. La suma de abusos es la que desata la furia de la plebe que, dada la naturaleza de esa furia, generalmente no concluye hasta que la violencia y la destrucción (o un muerto) sacian la sed de lo que la turba entiende por justicia.

El martes pasado, la mayoría de diputados guatemaltecos aprobó concederle a sus compañeros no reelectos una indemnización; y para más infamia los representantes se subieron el sueldo. Además. Los diputados gozarán de bonos y de canasta navideña. Por concepto de indemnización, los representatnes recibirán Q38 mil cada uno, por cuatro años de trabajo.

Este abuso de los diputados coincide con el momento en el que el Congreso aprobó un presupuesto de más de Q42 mil millones, en medio de quejas de que el dinero no alcanza para prestar los servicios mínimos de seguridad y de justicia que debería ofrecer el estado; ni para cubrir las necesidades de los pobres que, supuestamente, ocupan a la administración.

Dicho presupuesto incluye aportaciones para cuanto grupo de interés puede conseguir una. Si a aquellas tajadas les sumamos la sinvergüenzada de los diputados, se confirma que el propósito del gobierno chapín es transferir la riqueza a aquellos que tienen poder político; y que la consigna para los tributarios es: ¡Trabajen más duro!, porque los que viven del presupuesto dependen de ustedes.

Estas dos últimas observaciones me llevan a preguntar: ¿Quién tiene la culpa de que los diputados abusen como abusan?

A lo largo de la historia política de Guatemala, como electores y como tributarios, los chapines hemos tenido una actitud de súbditos más que de ciudadanos. Con inocencia impresionante, nos quejamos de lo ineptos y de lo corruptos que son los políticos, pero no vacilamos en entregarles nuestros ahorros y en encargarles tareas de importancia. ¿Cómo explica usted semejante incoherencia?

A lo largo de la historia política del país, las dirigencias se han apartado de los principios y han caído en las redes de la ambigüedad y del relativismo. El intercambio de concesiones y la tolerancia de la apariencia sobre la realidad han sido las actitudes corrientes en las relaciones sociales y en las relaciones de poder. El bueno, entonces, no es el que no roba; sino el que sabe distinguir cuándo y entre quienes es aceptable tomar los ahorros ajenos por la fuerza, y cuando hay que hacerlo con discreción.

La culpa del IETAAP, por ejemplo, no la tienen tanto los políticos, los burócratas y los grupos de interés que viven del presupuesto del estado, sino aquellos que, cuando se le conocía como ISET, hicieron concesiones y aceptaron la imposición de un tributo “extraordinario y temporal”.

Si los diputados se salen con la suya en cuanto a recibir las indemnizaciones que se han recetado, y si la administración se sale con la suya en cuanto a la ampliación de la vigencia del IETAAP, la culpa la vamos a tener los electores y tributarios que permitimos que aquello ocurriera. Y un día de estos nadie va a saber ni cómo ni cuándo pasó, pero, ¡Dios no lo quiera!, la gente se va a cansar de tanto abuso. Los Chávez y los Evos, así como las quemas de casas de políticos, no ocurren en el vacío. Están precedidos por historias de abusos que fueron dejados pasar, y por élites incapaces de comprender que la vida, la libertad y la propiedad deben ser defendidas; no negociadas. Trabajemos más, pues; porque los que viven del presupuesto, dependen de nosotros.

Publicado en el diario Prensa Libre el sábado 1 de diciembre de 2007


28
Nov 07

Un voto decente en el Congreso chapín

El siguiente es el voto razonado del diputado Julio Lowenthal contra el Impuesto Extraordinario y Temporal de Apoyo a los Acuerdos de Paz. Publico el texto, no sólo por el respeto que siento por el citado representante; sino porque las razones técnicas que expone Lowenthal son importantes para entender por qué es que dicho impuesto es otra expoliación inaceptable a la que somos sometidos los tributarios guatemaltecos.

1) Voto en contra. El Decreto número 1904 del Congreso de la República, aprobó el impuesto extraordinario y temporal de apoyo a los Acuerdos de Paz, iniciativa que en su momento apoyé y suscribí con mi voto.

2) La nueva Iniciativa con número de registro 3707 enviada por el Organismo Ejecutivo, tendiente a prorrogar la vigencia por un año más de este impuesto, constituye un engaño a todas las personas y empresas que pagan impuestos, demuestra una falta de disciplina por parte de las autoridades en el manejo de los fondos públicos, ya que se conocía la temporalidad que el Congreso de la República le asignó, con fecha de vencimiento el 31 de diciembre del 2007.

3) Las leyes fiscales no pueden estar sujetas a cambios constantes porque significan una falta de certeza fiscal y jurídica, lo que ahuyenta la inversión tan necesaria para la creación de empleos. A lo anterior debe adicionarse la tremenda inseguridad reinante en el país, situación que debe enfrentarse con carácter y mucha firmeza en las decisiones.

4) Me opongo a la renovación del impuesto del IETAAP, porque si se trata de sacar de apuros al Organismo Ejecutivo, debe tomarse en cuenta y hacer las preguntas sobre a dónde han ido a parar los ingresos extraordinarios y NO presupuestados en el presupuesto nacional del 2006 y actualmente vigente, provenientes del impuesto específico sobre los combustibles, así como el IVA correspondiente a este rubro. Se trata aquí de cientos de millones de quetzales anualmente, sobre los que nada se ha dicho!. Debe también tomarse en cuenta el aumento publicitado por el propio Ministerio de Finanzas Públicas, de la recaudación fiscal por el pago del IVA y del Impuesto Sobre la Renta, que asciende a más de 5 Mil Millones de Quetzales, así como los datos de una macroeconomía creciente para Guatemala.

5) Finalmente debo recordar que el impuesto del IETAAP lo tienen que pagar también las empresas que tienen pérdidas en sus operaciones, lo que les dificulta o imposibilita el poder invertir en renovación de tecnología y equipos, cosa que también redunda en aplazar la creación de nuevos empleos.

6) Desafortunadamente, no se pensó en reducir el aparato estatal, en recortar gastos innecesarios o en reducir nuestra asfixiante burocracia.

Por lo anterior, mi voto es contra la prolongación del IETAAP.

Arq. Julio Lowenthal Foncea
Diputado Independiente

Guatemala, 27 de noviembre de 2007