12
Ago 18

Lava del volcán Pacaya, estrellas y planetas

Las noches han estado encantadoras. El jueves me levanté a las 4 de la mañana y así estaba el volcán Pacaya. Anoche Saturno estaba casi por el volcán y había lava.  En otra parte del cielo Jùpiter, Spica y Venus estaban alineados.

El jueves la lava se deslizaba por su costado y se veía claramente. Traté de hacer una  transmisión vía Periscope; pero la lava incandescente no era captada cono propiedad por mi teléfono, así que en el frío de la madrugada tomé esta foto con la cámara y me senté un rato a apreciar el espectáculo. ¿Qué me hizo falta? Una taza de chocolate.

Esa noche también había explosiones fuertes del volcán de Fuego.

En la noche del sábado se lucieron Saturno, Júpiter, Spica y Venus.

Eso sí, no vi lluvia de estrellas, a pesar de que las esperé pasada la media noche.  Había demasiadas nubes.


21
Ago 17

De eclipses y otros fenómenos

Se parece a la sonrisa del gato de Alicia en el país de las maravillas, ese fue el comentario más original que escuché mientras veía el eclipse de hoy.  Lo hice en compañía de estudiantes y compañeros que pasaban por el jardín Manuel F. Ayau, de la Universidad Francisco Marroquín.  Gracias a María José por aquel comentario ingenioso; y es cierto, el Sol y la Luna se parecían a la sonrisa del gato Cheshire.

El primer eclipse del que tengo memoria fue el de 1973, un eclipse total del Sol que ocurrió cuando yo estaba en Sexto grado de primaria. Ese y el eclipse total de 1991 fueron espectaculares.

He visto otros eclipses parciales de sol; uno en La Antigua y otro en la Universidad de Maryland, en College Park.  Y hablando del Sol, el tránsito de Mercurio, en 2006 también fue algo hermoso.

Más frecuentes son los eclipses de Luna;  fenómenos encantadores que -como los del Sol- y otros fenómenos celestes, invitan a meditar.

A mí me maravilla pensar en cómo es que la humanidad -o más bien como es que una buena parte de la humanidad- ha pasado de las explicaciones místicas a las explicaciones científicas de los eclipses y meteoros.  Como es que pasamos de la creencia de que un murciélago se comía al sol, a entender la relación que hay entre el tamaño de la Luna y su distancia con respecto a  la Tierra y al Sol para explicar por qué es que una cubre al otro.

Hoy me gocé, especialmente, las reacciones de admiración y alegría por parte de aquellos que no sólo nunca habían visto un eclipse, sino que ni se imaginaban cómo podía ser de hermoso en persona.

De paso, te dejo con Alto Giove, la aria que Farinelli canta en la corte del Rey de Francia durante un eclipse.  Esa es la música que teníamos en el jardín de la UFM, mientras disfrutábamos de este acontecimiento astronómico.

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