24
Ene 11

¿Es legal que los diputados hagan cosas así?

El viernes pasado, cuando leí que hay extorsionistas que asedian a los diputados, se lo comenté a Cándido; y este, con su mirada característica, dejó de remojar su champurrada en el café y me dijo: Eso es como que saliera en las noticias que extorsionan a peligrosos delincuentes.  Nos reímos y la cosa no pasó a más….hasta que nos enteramos de los siguiente:

Hay un personaje, de nombre Antonio, que incumple con las obligaciones contractuales que contrajo con el condominio del que es condómino.  Se rehusa a pagar las cuotas que le corresponden por todo 2010 y pretende que se le exonere del 50% de la deuda que le corresponde.

La Junta Directiva del condominio ha hecho los cobros correspondientes, pero don Antonio no sólo no quiere pagar, sino que, buscó el patrocinio de una diputada para evadir su responsabilidad.  El 19 de enero pasado y desde el correo electrónico anabella286@yahoo, la Junta Directiva del condominio fue sorprendida por la carta que ilustra esta entrada.  En ella, la diputada Anabella De León supuestamente dice apoyar al deudor y justifica su intermediación alegando que el que -aparentemente- no tiene dinero para cumplir con sus obligaciones contractuales; si lo tiene para apoyar las obras sociales del despacho de la diputada en cuestión.  La diputada dice que el deudor moroso es altruista y humanitario; y estima que  por esas razones, debería ser exonerado de sus obligaciones contraídas voluntariamente como condómino.

Esto último me parece muy apropiado porque, aunque la gente crea lo contrario, el altruismo es un código moral que se basa en el principio de que las personas no tienen derecho a existir para sí mismas; sino que el servicio a los otros es la única justificación de su existencia.  Se basa en el principio de que el sacrificio es el más alto deber moral, virtud y valor.  El altruismo propiamente entendido, pues, no debe ser confundido con la bondad, ni con la benevolencia, ni con la generosidad.  Estas son buenas y aquél es perverso.

A mí me parece, pues, que el deudor moroso del condominio no sólo está dispuesto a sacrificar a sus condóminos, sino que no dudó en usar el poder político y la influencia de la diputada en cuestión para presionarlos y ¿hasta para asustarlos?

Lo que me pregunto, entonces, es: ¿Pueden los diputados usar su poder y su influencia para este tipo de cosas contractuales y propias de los tribunales de justicia?  Si es cierto que don Antonio colabora con las obras sociales de la diputada, ¿eso lo faculta para usar su influencia para evadir responsabilidades contractuales? ¿Cuántos otros diputados hacen este tipo de cosas? ¿Qué otros condominios, o empresas han recibido cartas similares y en qué ocasiones?


24
Oct 07

Los diputados deberían de derramar su sangre

Este es el glifo maya correspondiente al sacrificio de derramamiento de sangre.

Los reyes y sacerdotes mayas solían perforarse el pene, la lengua, o las orejas para extraerse la sangre que, ofrecida a los dioses, permitía que el universo continuara funcionando.

Este glifo lo encontré en una estela ubicada en uno de los museos de Tikal; y cuando mi amigo Andy la vió opinó que los legisladores -igual que los gobernantes mayas- deberían derramar su sangre como parte de sus obligaciones y especialmente antes de legislar.

Hoy, los guatemaltecos nos enteramos de que las diputadas “Anabella de León y Conchita Mazariegos, de la Comisión de Probidad, gastaron Q14 mil para hospedarse en Casa Santo Domingo y dictaminar dos anteproyectos”; y de que pretenden que el Congreso de la República (o sea: Nosotros los tributarios) pague la cuenta. ¡En suites de lujo y con jacuzz!, hágame usted el favor. Dígame si esto no es una infamia.

Estoy de acuerdo con Andy. En vez de pagarles lujos y jacuzzis a los diputados para que produzcan diarrea legislativa, los representantes deberían estar dispuestos a probar, con el derramamiento ritual de su sangre, que las leyes que van a discutir y a aprobar son lo suficientemente generales, abstractas e impersonales como para que valga la pena.