Los partidos políticos no deben tomar dinero de los tributarios. Es muy mala la idea de transferirles US$4 (o cualuquiera otra cantidad) -del dinero de los tributarios- por cada voto recibido. No es bueno quitarles la responsabilidad de obtener donaciones voluntarias y pacíficas para sostenerse.
En teoría política los partidos son organizaciones que median entre gobernantes y ciudadanos/tributarios. Son organizaciones fundadas sobre plataformas filosóficas y programáticas que unen a personas que comparten valores, con el propósito de acceder al control del poder, o al menos para influir en él. Pero en la práctica no son eso. En la práctica son roscas de personas que, unas veces están unidas por el mero interés de acceder al poder, y otras veces sólo quieren llevar a alguien al poder. Son maquinarias electoreras que emiten licencias para que algunas personas sean incluidas en las boletas electorales.
¿Por qué es que este tipo de organizaciones deberían ser subsidiadas, o sostenidas con dinero de los tributarios? ¿Por qué no deberían ser responsables de financiar sus operaciones?
La idea de que los partidos políticos deberían ser beneficiados con trasferencias de riqueza -de los tributarios hacia los dueños de los partidos- parte de tres supuestos que son falsos:
1. El supuesto de que es de interés general la existencia de organizaciones políticas que las personas no están dispuestas a apoyar voluntariamente con su dinero, o con sus votos.
2. El supuesto de que los políticos que controlan las finanzas de los partidos van a ser menos venales, más probos y menos corruptos que cuando llegan al poder.
3. El supuesto de que los ciudadanos/tributarios que votan por un partido estarían dispuestos a darle su dinero.
Lo cierto es que si los políticos no tienen incentivos morales, ni económicos para ganarse la confianza de los ciudadanos/tributarios, ¿por qué deberían tener acceso a sus billeteras por la fuerza de la ley?
Lo cierto es que, ¿de dónde sale la idea de que los políticos que reciban transferencias de riquezas por medio de la ley no van a buscar -a escondidas, como lo hacen siempre- otras fuentes de financiamiento? ¿Qué se los va a impedir si no se los ha impedido hasta ahora? ¿El Tribunal Supremo Electoral con lo que lo ningunéan los partidos?
Yo ya no le doy mi voto a partido alguno; pero mucha, muchísima gente no vota por un partido, o por un candidato porque crea en él, o quiera apoyarlo. Muchísima gente vota contra el candidato opositor, o vota por el menos peor. Lo cual no impica, de manera alguna, que el partido beneficiado tenga la autoridad moral para suponerse digno de tomar dinero de quien le dio el voto; y menos de todos los demás tributarios.
La propuesta de elevarles el privilegio de recibir dinero ajeno por la fuerza es muy inocente, o muy mal intencionada.