04
Dic 21

Dos pelis que te recomiendo

 

En esta semana he visto dos pelis que te recomiendo: Green Book: amistad sin fronteras; y El poder del perro.

Ambas son buenas historias y bien contadas.  De la primera -que es la historia  de un italiano prejuicioso y un pianista negro que viajan en auto por el sur profundo de los Estados Unidos de América en 1962- te dejo mis tres frases favoritas de Green Book.

No preguntes qué puede hacer tu país por ti, sino qué puedes hacer tu por ti mismo.  Un giro que convierte la célebre frase colectivista y estatista de J. F. Kennedy en una idea valiosa.

Ser un genio no es suficiente, hace falta valor para cambiar el corazón de la gente.  Frase que nos invita a la acción si queremos cambiar las ideas prevalecientes.

La única victoria es mantener tu dignidad porque la dignidad siempre prevalece. Algo que se nos olvida cuando creemos que el éxito depende de alcanzar nuestras metas y perdemos de vista que es más importante actuar de acuerdo con nuestros valores y virtudes, aunque no alcancemos nuestros objetivos.

Me shockleo, pero no debería sorprenderme la existencia del Green Book; y voy a decir que es un peliculón que aborda los prejuicios y el racismo desde una perspectiva ajena a las tendencias woke y colectivistas que prevalecen entre mucha gente.  Prepárate para algo refrescante e inspirador.

El poder del perro es inquietante.  Todo el tiempo tuve la impresión de que algo estaba por pasar.  La peli consigue tenerte a la expectativa de que algo muy malo está por ocurrir.  Algo violento y desagradable.  Entre la música, la tensión constante, la fotografía magnífica, las actuaciones impecables y personajes bien logrados, esta historia te va a sorprender.

Que no te desanime la lentitud inicial de la peli…y ponle atención a los detalles. Es una peli emocionalmente compleja y demandante; y como en Green Book, es una en la que la dignidad tiene mucho que ver.

¿Mis citas favoritas?

– Bronco Henry told me that a man was made by patience in the odds against him.

What kind of man would I be If I don´t save my mother.


03
Dic 21

Peligrosamente insuficiente

 

Hay una desconexión profunda y perniciosa entre los electores y tributarios, y los diputados que supuestamente los representan.  ¿Sabes quién es tu diputado? ¿Recuerdas por qué candidatos votaste?  Hazle esas preguntas a tres personas y a ver qué te contestan.

Como consecuencia de esa desconexión los diputados no sienten responsabilidad con sus electores.  Se cree que los diputados representan los intereses de sus distritos; pero en realidad lo que llegan a representar son los de sus financistas y los de los caciques locales, cuando no los suyos.  El Congreso, entonces, es un bazar en el que se negocian privilegios, legislación, y clientelismo al margen de los electores y tributarios; y muchas veces en perjuicio suyo.  En el Congreso hasta se negocian derechos individuales porque los diputados no son accoutable, ni tienen por qué serte leales.

Antes de la Constitución de 1985 la teoría política apuntaba hacia dos formas de elegir candidatos a diputados: 1) De entre personalidades locales, con la idea de que los partidos se fortalecerían con su liderazgo; pero lo que resultó fue que la candidatura se le daba a quien pudiera pagarla, o a quien ofreciera compartir los principios del partido, aunque fuera del diente al labio. 2) Los listados nacionales para meter por ahí a las dirigencias partidarias por las que pocos votarían de otra forma.  El resultado fue el deterioro de la calidad de los diputados y cada vez se raspa más el fondo de la olla.

Hay una forma de salir de ese problema y es mediante la elección de diputados por nombre y de forma individual.  Esa es la reforma más importante y urgente.  Claro que hay que desestatizar el financiamiento de los partidos; y hay que reforzar a los partidos como intermediarios entre mandantes y mandatarios por medio de plataformas ideológicas y programáticas; y hay que crear distritos electorales pequeños y hasta descartelizar la presentación de candidatos; y hay que fortalecer al TSE; pero cualquier reforma que no incluya la elección individual de diputados será una modificación coja y peligrosamente insuficiente.

Columna publicada en elPeriódico.