Peligros del mecanismo Covax

Según una asesora de emergencias en salud, de la Organización Mundial de la Salud el mecanismo Covax para la adquisición de vacunas contra el nuevo coronavirus  le conviene a Guatemala; pero ¡Ojo!…que las cosas podrían no ser exactamente como las pinta la burocracia internacional. ¿Te parecería raro?

CC BY 2.0, via Wikimedia Commons.

Una investigación de la agencia Reuters, publicada por la revista Forbes, a mediados de diciembre pasado, expuso que:

El programa está luchando por la falta de fondos, los riesgos de suministro y los arreglos contractuales complejos que podrían hacer que sea imposible lograr sus objetivos. El esquema se estableció muy rápidamente, operando en “territorio inexplorado”.  Los asesores de Citi dijeron que el mayor riesgo para el programa eran las cláusulas en los contratos de suministro que permiten a los países no comprar vacunas reservadas a través de Covax.

Si Covax fracasa podría dejar a millones de personas sin acceso a las vacunas hasta 2024. Como es un mecanismo político, que depende de políticos y burócratas, Covax sufre los mismos males que sufren otros mecanismos políticos y burocráticos.  ¿Por qué habría de ser diferente en términos financieros y de eficiencia? ¿Por qué iba a ser diferente en términos de exposición a la corrupción?

Un amigo que sabe de estos temas tiene la hipótesis de que el éxito de Covax dependía de que las vacunas rusa, o china probaran su efectividad con algún grado de confiabilidad; pero que como eso no ha sido posible ha tenido que inclinarse por vacunas no estatales, lo que les complicó muchísimo los escenarios. Y yo, luego de leer lo publicado por Forbes, me inclino a pensar que nada me sorprendería de un mecanismo político y burocrático.

La OMS, por cierto, se ha lucido con contradicciones durante la pandemia.  El rol de las personas sanas, mal llamadas asintomáticas, el uso de mascarillas, la hidroxicloroquina, la manera de saludar, el contagio vía aire, y ahora la implementación de la cuarentena como medida principal para combatir el Covid-19 fueron puntos en los que autoridades y asesores de la OMS cambiaron de postura durante estos meses. Las mismas vacunas disponibles parece que no garantizan protección, ni nada…y quién sabe qué efectos secundarios vayan a tener.  Por eso su uso debe ser voluntario, y no impuesto. Y debe haber opciones.

Vamos a ver si Covax duerme como ronca; pero lo triste, lo más triste, es que está diseñado -supuestamente- para favorecer a los más pobres.  ¿Y adivina quiénes serán los más perjudicados si fracasa aquel esquema?

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