¿Es posible la madurez?

Los gobiernos nunca son liberales por inclinación, dice Ludwig von Mises en Gobierno Omnipotente, una obra muy recomendable en estos tiempos.

“Otras personas no son tu propiedad”

Es humano que los hombres que manejan el aparato de compulsión y coerción exageren su poder de funcionamiento y aspiren a someter todas las esferas de la vida humana a su inmediata influencia. El estatismo es la enfermedad profesional de los gobernantes, los guerreros y los burócratas, añade el filósofo y economista en ese libro que tiene su origen en un ensayo publicado poco después de que el nacionalsocialismo tomara el poder en Alemania, con el atinado título de En nombre del estado: los peligros del colectivismo.

Mises advierte que los gobiernos no se hacen liberales, sino cuando a ello les fuerzan los ciudadanos.  Sí, y sólo si, añado, los ciudadanos valoran la libertad, rechazan la servidumbre, y no han renunciado a la idea pivotal de que las demás personas no son tu propiedad y que, en consecuencia, tu no eres propiedad de otros.

¿Por qué es que Gobierno omnipotente es atingente en pleno encierro en el contexto del SARS-Cov2 o Virus chino? Porque, quién dice: debería haber una ley sobre este asunto, quiere decir: la fuerza armada del gobierno debería obligar a la gente a hacer lo que no quiere hacer.  Quien dice: esta ley debería ser puesta en vigor, quiere decir: la policía debería obligar a la gente a cumplir la ley, explica Mises. ¿Dime si no has visto gente forzada a no trabajar y a no desplazarse por disposiciones legislativas? ¿Dime si no has visto a las fuerzas de compulsión obligando a la gente a cumplir la voluntad de quienes tienen el poder y de quienes influyen en él?

En el contexto actual, a los individuos nos corresponde actuar con prudencia; con el ánimo de mantenernos a salvo, no dañar a otros y ¡Vivir la vida! Tales niveles de madurez y de racionalidad son imposibles si renunciamos a la madurez y a la racionalidad, y si nos contagiamos de la enfermedad del estatismo.  Mal que, por cierto, está matando a quien sabe cuantos miles de personas de hambre, de desesperación y de incertidumbre.

Columna publicada en Elperiódico.

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