La Luna y Venus nos regalaron, anoche, un espectáculo hermoso y esta mañana un pajarito vino al balcón y se estuvo ahí un rato. Al atardecer se veían los volcanes de Agua y Acatenango en el horizonte encendido por la puesta del sol.
¿Alguien sabe qué tipo de ave es? Porfa.
Y en la noche, oscura y clara, la Luna creciente acompañada de Venus, Lucifer o Ishtar, nos acompañaron en la cena.
Estos días de quietud han sido propicios para meditar y para buenas conversaciones; y aunque disfruto del silencio extraño la ciudad, la gente, el barullo, y a mis amigos y a mi familia. En este enlace de Periscope puedes ver y escuchar al silencio de la urbe.