El 11 de agosto, luego de los comicios, Sandra Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza obtendrá 41.1% de los votos frente a 53.7 que obtendrá Alejandro Giammattei, de Vamos sobre los votos emitidos, predicen Joseph y Lucy Cole, en un artículo titulado De primeras a segundas vueltas: Una predicción a manera de ensayo. Te recomiendo ir al enlace de arriba y leer el ensayo completo que, además, está escrito con gracia.
A dos semanas de la segunda vuelta, ya abundan en Guatemala los comentarios y predicciones acerca del posible resultado. Unos creen en las encuestas, otros observan las tendencias en redes sociales, otros confían en lo que los expertos escriben en los periódicos, y un gran número simplemente expresan lo que les dice su propia intuición. Nosotros también queremos opinar, pero basando nuestra conclusión en algo más digno de la cuarta revolución industrial. Vamos a buscar la data histórica de las elecciones pasadas, y con ayuda de la computadora, torturar los números hasta que nos revelen el futuro, explican los autores del ensayo.
En el citado ensayo, los Cole predicen que Torres obendrá 43.4% de los votos sobre los sufragios válidos; y que Giammattei conseguirá 56.6% de los votos en esas condiciones.
Mi comentario es que, por supuesto, esto no debe ser excusa para que Giammattei se duerma en sus laureles. El tiene la obligación moral de evitar la concentración del poder y también la tenemos los electores (y tributarios). Por eso hay que ir a votar.
En su artículo Joseph y Lucy muestran el proceso y las gráficas que usaron para llegar a sus conclusiones; e incluso, para los excépticos, comparten una hoja de Excel con todos los datos utilizados y los cálculos realizados. En ella, el lector técnico podrá ver exactamente las especificaciones de los modelos, así como examinar las “erres cuadradas, errores estándar” y demás cuestiones estadísticas. También podrá darse gusto haciendo su propio “análisis de sensibilidad”.
¿Y si no le pegamos, preguntan los autores?
Tenemos razones empíricas y teóricas para confiar en nuestra predicción. Es más, ya que ninguno de los candidatos que nos convencían pasó a segunda vuelta, pudimos hacer un análisis desapasionado y con total honestidad intelectual.
Pero, por supuesto, detrás de cada número, hay un ser humano con voluntad, razón y pasión, así que el electorado como un todo bien podría comportarse de manera inesperada esta vez. Un motivo podría ser la desconfianza en el Tribunal Supremo Electoral derivada de los errrores cometidos en la primera vuelta. Otro podría ser la coyuntura, llena de tensiones por casos de corrupción, los tuits de Donald Trump, etc. De aquí al 11 de agosto cualquier cosa puede suceder.
Si no le pegamos, pues a seguir aprendiendo. Haremos un análisis post mortem, buscando las variables omitidas, refinando el modelo y tratando de hacerlo mejor la próxima vez.
Ahora, si sí le pegamos, quiere decir que una simple pareja de esposos, desde su comedor, sin más que un módico manejo de Excel y algunas horas de tiempo libre, es ya capaz de predecir una segunda vuelta electoral. La “era del Multivac” vaticinada por el gran Asimov, ¡está realmente muy cerca de ser realidad! Y para nosotros sería la joya de la corona de nuestra colección de “momentos nerdos”.
Luis, aunque no tiene nada que ver con la entrada que comento, quiero compartirle esto que encontré publicado ayer en el periódico ABC de España bajo el título
El Tribunal Supremo italiano prohíbe a los alumnos llevar su propia comida a la escuela
Bajo el principio de proteger la igualdad y la no discriminación ese tribunal concluye que «la escuela es una comunidad» y en la mesa escolar debe haber «socialización e igualdad»
Es el “estado” tratando de controlarlo todo