Mordaza y secuestro de la república

La receta para el secuestro de la democracia pasa por la toma del organismo judicial, la división entre buenos y malos, y reformas constitucionales ad hoc, dijo el expresidente Luis Alberto Lacalle, durantre el IV Encuentro ciudadano, celebrado el 6 de marzo pasado.

¡Y cuanta razón tiene!…mira el caso de Guatemala, por ejemplo.

La foto es de Coyau, CC BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons.

Aquí, la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (y sus corifeos) se aseguró un grupo de jueces incondicionales que son los titulares de los juzgados de mayor riesgo; y se aseguró de señalar, como el enemigo, a los jueces y magistrados que no siguieran sus directrices. Los jueces serviles ignoran las garantías del debido proceso y violan los derechos humanos de cualquiera no sólo para castigar, sino para amedrentar y sembrar el terror.

Fueron los fans de la CICIG (¿de acuerdo con esa Comisión) quienes crearon el #PactoDeCorruptos para señalar a aquellos que cuestionaran las intenciones de la CICIG y la de sus corifeos. De esa forma, cualquiera que no sirviera a los propósitos de la Comisión (en los medios de comunicación, en las redes sociales, en la academia, en la política y donde fuera necesario) sería tachado como del bando de los malos. Sin que a los creadores del hashtag les importaran las motivaciones de los señalados.

La tercera parte de la receta es más compleja y requiere de un mise en place perverso que prepare el ambiente necesario para cambiar la ConstituciónPrimero una modificación de la opinión pública (que pasa por el párrafo anterior y por acciones como el Acuerdo 99-2019 del Tribunal Supremo Electoral, que es una forma de mordaza) para inclinar la balanza política/electoral y favorecer a los candidatos necesarios para hacer la reforma constitucional, entre otras. Luego modificaciones institucionales como las reformas a la ley electoral, con el propósito de cargar los dados y favorecer, desde la legislación, a los candidatos y grupos políticos elegidos. No menos importante es la inclusión de candidatos absurdos en las listas de los partidos afines, con el propósito de seguir deslegitimando el proceso político y la confianza en el sistema constitucional por parte de los electores y los tributarios.  De ahí las candidaturas del muchachito que no ha terminado el Diversificado, de La pirulina, y de El caminante, por citar tres. Este mise en place, ¿incluye la posibilidad de un fraude electoral? No como los que se hacían antes, robando urnas y eso. ¿Quién garantiza la neutralidad del sistema de cómputo del TSE? Lo citado en este párrafo, ¿por qué no califica como fraude si los dados están cargados? ¿Cuáles son los frutos de los convenios que el TSE firma con grupos de interés, con el PNUD, por ejemplo?

Estamos frente a un intento de secuestro mediante la manipulación de la justicia, la de la opinión pública y la de las instituciones con el propósito de modificar la Constitución.  Minutos más, minutos menos es el modus operandi que vimos en Nicaragua y en Venezuela; identificado por Lacalle. Es un intento de secuestro orquestado desde la CICIG, desde embajadas de países amigos, con el apoyo entusiasta de lacayos y clientes, y al margen de los electores y de los tributarios.  ¡En su perjuicio!  Es un intento de secuestro para hacer de Guatemala algo que los chapines no queremos, ni hemos querido.

Por supuesto que el secuestro  temible no es de la democracia; ya que toda democracia es secuestrada por la mayoría, o por quienes dicen representar a la mayoría.  El secuestro temible es el de nuestra incipiente y vulnerable república en construcción.

El que tiene ojos, que vea.

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