07
Oct 18

Adiós a Charles Aznavour

Para mí, Charles Aznavour es la hora del cóctel con mi abuela, Frances, cuando ella vivía en Panajachel a mediados de los años 80. Cóctel, BTW, meant vodka.

Imagen de previsualización de YouTube

Para mi, Charles Aznavour es Venecia sin ti y sobre todo Emmenez-moi.  Nunca estuvo en mis playlists hasta hace un par de años que incluí una serie de chansons para darle variedad a la que uso en el carro. Ahora que le puse atención a Aznavour, con ocasión de su muerte, lamento mucho no haberlo disfrutado más y mejor, más temprano en mi vida.

Por poco y se me olvida: ¡Adiós, Charles Aznavour!


06
Oct 18

Adiós a Montserrat Caballé

Fue en el año del terremoto, en casa de mi amigo Ricardo, cuando conocí a Montserrat Caballé y se hizo nueva y querida en mi pequeño mundo musical.  Montserrat murió hoy y deja un vacío. ¡Como me gusta su interpretación de O mio bambino caro! y como me gustaba su personalidad.

Algún tiempo después, en el contexto de las olimpiadas en Barcelona, su interpretación de How can I go on, con Freddy Mercury dejó una honda huella musical en mi.  De cuando en cuando me sorprendo cantándola bajo la ducha y siempre me causa el mismo efecto dulce y melancólico.  No por la letra, sino por las voces y la música.

Imagen de previsualización de YouTube

Montserrat también fue una heroína contra el saqueo de parte del estado y tuvo que purgar seis meses de cárcel por tratar de defender su propiedad frente a las demandas de Hacienda.


05
Oct 18

Privilegios

En los últimos meses, grupos de exportadores y de industriales han estado promoviendo una devaluación política y forzada del quetzal, con el propósito de ganar competitividad para sus empresas.  Y la autoridad monetaria –dentro de las posibilidades que le da la legislación actual– ha estado encareciendo el dólar, poco a poco.

La devaluación artificial del quetzal les permite a los beneficiarios de esa política recibir más quetzales a cambio de sus dólares y facilita que sus empresas les generen ganancias.  Es un típico caso de lo que se ve y lo que no se ve, de Frédéric Bastiat, Es fácil ver la prosperidad de los exportadores e industriales beneficiados por la devaluación del quetzal y el encarecimiento del dólar; pero no es fácil ver los efectos negativos que traen consigo. La diferencia entre un mal y un buen economista es esta: uno se limita al efecto visible; y el otro tiene en cuenta no sólo el efecto que se ve, sino también los que hay que prever, escribió Bastiat.

A simple vista es fácil ver que la devaluación del quetzal beneficia a sus promotores; pero hay que prever que encarecerá las importaciones.  Por ejemplo, las importaciones de bienes de capital que sirven para elevar la productividad de verdad; hay que prever que encarecerá las importaciones de combustibles.  Si el quetzal es devaluado políticamente, la gasolina que usas va a ser más cara. Al transporte colectivo que usas le van a subir los costos, cuando suba el precio del diesel.  Igualmente, el transporte que trae maíz, zanahorias y güisquiles va a ser más caro.

Y si los daños económicos de una devaluación política te parecen malos, ¿qué tal los daños éticos?  Una devaluación al servicio de industriales y exportadores confirma que en esta sociedad los privilegios no son mal vistos.  Confirma que, si un grupo está suficientemente organizado y tiene suficiente influencia, puede usar la ley y el poder del estado para conseguir rentas, aunque eso perjudique a otros.  Confirma que el estado está al servicio de unos y no de todos.  ¿Estás de acuerdo?

Columna publicada en elPeriódico.


04
Oct 18

Héroes de historietas, periodismo y capitalismo

Héroes de historietas, periodismo y capitalismo es el título de la conferencia que ofreceré en el Foro Internacional del Capitalismo que se celebrará del jueves 11 al viernes 12 de octubre de 2018 de las 9:00 a.m. a las 6:15 p.m. en el Auditorium Milton Friedman de la Universidad Francisco Marroquín.  El foro es organizado por el Centro de Estudio del Capitalismo.  Puedes registrarte en este enlace.

La exposición que haré parte de las siguientes ideas: Los periodistas son individuos que deberían buscar la verdad,  con objetividad y usando su mente racional.  ¿Para qué? Para proveer información útil para vivir en la tierra.  Los héroes son individuos comprometidos racionalmente con el bien, entendido este como aquello que favorece la vida buena.  El capitalismo es el sistema político que se basa en el respeto a los derechos individuales, incluida la libertad, que es condición ineludible para pensar y actuar racionalmente.  Por eso la idea de que los periodistas pueden ser superhéroes es propia del sistema capitalista. 

El Foro es un espacio para compartir ideas sobre la libertad y el capitalismo con personas de diferentes disciplinas; y el programa y expositores son los siguientes:

Jueves 11 de octubre:

9:00-9:40: Lorenzo MontanariThe international property rights index.

9:40-10:20: Donald González: Derechos individuales según Ayn Rand.

10:45-11:25: Claudia Antillón: El cálculo económico como método del pensar.

11:30-12:15: Leonel MoralesElementos de capitalismo en las acciones colectivas.

15:00-16:30: Enrique Ramírez: Afiches del capitalismo.

16:45-18:15: Luis FigueroaHéroes de historietas, periodismo y capitalismo.

Viernes 12 de octubre:

9:00-9:40: Juan Luis HerreraNeo-comunismo y libertad individual.

9:40-10:20: Julia Toledo: Poesía y capitalismo.

10:45-11:25: María Dolores AriasLa autoestima del empresario y la defensa del capitalismo.

15:00-16:30: Marta Yolanda Díaz-DuránIndustria 4.0: ¿la cuarta revolución industrial o la cuarta etapa de la revolución industrial?

16:45-18:15: Warren OrbaughEl retorno del superhombre.

Por si te interesa estas son dos conferencias que he ofrecido recientemente:


01
Oct 18

El genocidio, desearlo no lo hace realidad

Cuando leí que el el Tribunal de Mayor Riesgo B de delitos contra deberes de la humanidad y genocidio absolvió al general retirado José Mauricio Rodríguez; pero opinó que sí hubo aquellos crímenes en el área ixil entre marzo de 1982 y julio de 1983, me acordé de uno de los dichos de mi abuela, Frances: Wishing it does not make it so.

La frase se traduce como que el hecho de que desees algo, no lo hace realidad.  Y se aplica en este asunto porque no importa cuantos jueces, fiscales, ONG y grupos de interés deseen que haya habido genocidio en Guatemala, lo cierto es que por muchos horrores que hayan ocurrido, y por muy aberrantes y salvajes que hayan sido, una cantidad de crímenes de lesa humanidad no constituye genocidio sin la tipificación correcta e inequívoca.  Es decir, sin que en realidad hubiera habido genocidio.

El enfrentamiento armado interno fue para evitar que los comunistas tomaran el poder por la fuerza e impusieran la dictadura del proletariado.  El enfrentamiento era contra los comunistas que usaban la violencia y delinquían, no contra los ixiles.  ¿Por qué es esto importante? Porque cuando se discute el tema recuerdo muy bien las voces de Francisco Fonseca Penedo, mi profesor de Derecho Penal II; y de Baudilio Navarro Batres, mi profesor de Derecho Procesal Penal, ambos hablando sobre la tipificación de delitos.

¿Qué es la tipificación del delito? Hay tipicidad cuando la conducta del criminal se ajusta 100 por ciento a lo descrito en el Código Penal. Cuando existe una adecuación de aquella conducta a uno de los tipos descritos en el Código Penal. Para que la ley penal sirva a la justicia, no se puede usar analogías, ni de opiniones democráticas, ni mediáticas, ni siquiera judiciales para homologar una conducta (por reprobable que sea) a un tipo penal. Hay atipicidad cuando la conducta que está sometida a juicio no se adecúa al tipo penal.

Cuando las cosas se ven de cerca y apasionadamente, es difícil entender la naturaleza de garantías como la anterior, garantías que ha costado mucho interiorizar en Occidente, con el espíritu de que la justicia no sea venganza y de que la justicia sirva a darle a cada quien lo suyo, como escribió Ulpiano. Sin garantías como la anterior, ¿qué porcentajes de arbitrariedad y rencor permearían en los procesos judiciales y las sentencias?

¿Qué, entonces, es genocidio?

El artículo 376 del Código Penal de Guatemala tipifica el delito de genocidio de la siguiente forma:  Comete delito de genocidio quien, con el propósito de destruir total o parcialmente un grupo nacional, étnico o religioso, efectuare cualquiera de los siguientes hechos…

Dicho artículo confirma la tipificación contenida en instrumentos de derecho internacional como el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, cuyo artículo 6 dice: A los efectos del presente Estatuto, se entenderá por “genocidio” cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal…

Y aquellos dos están en consonancia con la Convención para la Prevención y la sanción del Delito de Genocidio, cuyo artículo II dice: En la presente Convención, se entiende por genocidio cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal…

Desear que hubiera genocidio -como lo desean algunos grupos de interes, ONG, jueces y fiscales- no lo hace realidad porque, de acuerdo con los tres textos, para que haya genocidio tiene que haber una intención de destruir al grupo (en el caso de Guatemala, grupo étnico) como tal; es decir, por su étnia.  Y tal no fue el caso.  ¿Quién querría destruir a los ixiles qua ixiles?   No es como los hutus y los tutsis; ni como los turcos y los armenios, o los nazis y los judíos.  El enfrentamieno armado era contra comunistas que actuaban violentamente para hacerse del poder e imponer la dictadura del proletariado; y no era relevante si fueran esos terroristas, secuestradores, asesinos, ladrones y extorsionstas ixiles, o no.  El enfrentamiento armado interno era contra individuos que actuaban de forma delincuencial, no contra grupos étnicos, religiosos o nacionales. Sin duda murieron católicos y evangélicos en el enfrentamiento armado; pero es impropio hablar de un genocidio católico, o evangélico luego de hacer la sumatoria de víctimas de cada uno de esos grupos y luego de describir las atrocidades a las que hubieren sido sometidos.

El Tribunal de Mayor Riesgo B de delitos contra deberes de la humanidad y genocidio puede desear que hubiera genocidio y para hacer como que ocurrió puede opinar que lo hubo; pero en Occidente, en un sistema de tribunales que busca la justicia, no basta con querer que algo sea realidad para que sea realidad.  Haría falta probar, evidentemente, que hubo una intención o propósito que jamás existió.

No se sirve a la justicia -ni a la memoria de las víctimas- que el propósito político (y económico) de perseguir un genocidio que nunca existió distraiga a los fiscales y jueces de investigar y castigar delitos de lesa humanidad que hubieren sido cometidos. La obsesión con el genocidio no sirve a la justicia; ni para tirios, ni para troyanos; y desearlo no lo hace realidad.

La ilustración es de Tim Green de Bradford (Blind Justice) CC BY 2.0, via Wikimedia Commons.