El turismo, un largo amanecer que no amanece

La industria del turismo, en Guatemala, es un largo amanecer que no termina de despuntar.  Colapsó en los años 40, colapsó en los 80 y la está dejando el tren en el siglo XXI.

Esto a pesar de que en un territorio pequeño cuenta con los más variados paisajes, climas y variedades de fauna y flora; a pesar de que está en el corazón del mundo maya; a pesar de que el país es riquísimo en experiencias culturales de los más variados tipos; a pesar de su historia compleja y fascinante; a pesar de que los chapines somos querendones.

Pero eso sí…la inseguridad asusta a muchos, y con razón; aquí no hay carreteras confiables porque muchas son casi inexistentes y en otras, cualquier grupo de presión te deja parado horas y horas; el aeropuerto es casi un chchitril y ¡Que, si eres turista, no te vaya a tocar enfrentarte a burócratas y sus trámites, como las largas colas que se hacen para entrar a Semuc Champey. Si los turistas vienen porque vieron fotos de Tikal, de La Antigua, o de Atitlán, cuando a su regreso a sus hogares llevan fotos del fastidio en los caminos, o de una mala experiencia en seguridad, o con la burocracia, ¿qué efectos tiene eso?

Mucho se habla de campañas para atraer al turismo y de nuevas tendencias de viajeros; pero si no se resuelve lo básico, todo aquello son papas y pan pintados. Y nos quedamos como papos, esperando que amanezca…y no amanece.  Es muy arriesgada la inversión en turismo y no crecen las oportunidades de trabajo en ese sector.

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1 comment

  1. Herbert Erdmenger

    Excelente su comentario de hoy Luis…Pedro, el lobo….

    Hijos de puta de las ONU, mientras Trump esté allí, no tocaran tierra. Sus dispocisiones, reglas, conclusiones y estimaciones…a Trump le pelan la reata.

    Buen artículo Luis