La iniciativa de forzar, por medio de legislación, a que los parqueos sean gratuitos durante las primeras dos horas y a que los estacionamientos estén asegurados -en centros comerciales y universidades- es un desatino por dos razones: viola la libertad de producir e intercambiar sin coerción; y hace que otros tengan que pagar por servicios que usan unos.
Me explico:
Cuando alguien construye estacionamientos hace una inversión e incurre en costos con la esperanza de prestar un servicio y hacer negocios con quienes -de forma voluntaria y pacífica- quieren hace uso de aquellos servicios. Quienes prestan servicios de estacionamiento lo que ofrecen es espacio. Se engañan quienes creen que los estacionamientos ofrecen servicios de seguridad. Voy a abundar en esto abajo al transcribir un artículo que escribí hace ratos sobre este tema.
Cuando tu estacionas tu vehículo en un parqueo pagas X por el espacio que ocupa tu automóvil. Si quisieras que este esté asegurado tendrías que pagar X + Y + Z porque el seguro tiene un costo (Y). Y también lo tienen los guardias que habría que contratar (Z) para que controlaran los movimientos dentro del parqueo y evitaran daños.
Si estaciono mi vehículo en un parqueo bajo las condiciones de la pretendida ley de supuesta gratuidad, el costo de X + Y + Z no lo pagaría al salir como ocurre ahora con el pago de Z. Lo pagaría al consumir en mi lugar de destino porque los espacios de estacionamiento tienen costos. Y los costos se trasladan siempre que es posible trasladarlos. Entonces, en lugar de pagar X por un almuerzo en el food court del centro comercial, yo tendría que pagar el precio del almuerzo, más una parte proporcional de Y + Z y así en cada consumo. Pero lo que es peor es que aquellas personas que lleguen sin vehículo al lugar, también tendrían que pagar una parte proporcional de la supuesta gratuidad del estacionamiento de mi vehículo. Mi vehículo estaría estacionado aparentemente de forma gratuita; pero otros -incluso los que no llegaron con automóvil- pagarían una parte proporcional de mi privilegio. Es por eso que Milton Friedman dijo que no hay tal cosa como un almuerzo gratis. El almuerzo que es gratis para unos, necesariamente es pagado por otros.
La propuesta del diputado Alvaro Velásquez (ex-Convergencia) es populista e injusta. A continuación un artículo que escribí hace poco más de un año en un contexto parecido:
Algunas personas creen que los parqueos privados deberían ser regulados; que debería haber un control de precios y que, por ejemplo, los propietarios de los estacionamientos deberían responder por daños que ocurran en los locales. Esa perspectiva pierde de vista que el servicio que prestan los estacionamientos y por el cual cobran lo que cobran (y los usuarios pagan sin ser obligados a adquirir el servicio) es el de espacio para estacionar; no el de seguridad para el vehículo. Este último es un tipo de servicio muy diferente al del espacio y no estoy seguro de si alguien querría prestarlo voluntariamente a los precios actuales. Aquella óptica pierde de vista que, cuando hay control de precios, sucede lo que tiene que suceder: escasez.
Mientras tanto, toma en cuenta que:
1. En los estacionamientos generalmente hay letreros que explican que el establecimiento no se hace responsable por daños a los vehículos y que los propietarios los dejan ahí por su cuenta y riesgo. De modo que queda claro que a cambio de cualquiera que sea la suma que me cobren en el parqueo, lo que me ofrecen es un espacio para dejar mi carro; y no me ofrece seguridad.
2. En esas condiciones, está claro que yo tengo que elegir entre no llevar automóvil, dejar ahí mi carro, o dejarlo en la calle y evaluar dos cosas: si quiero seguir dando vueltas en busca de un espacio, o si quiero jugármela y dejar mi auto en la calle para no pagar la tarifa del estacionamiento.
3. Si los dueños de estacionamientos ofrecieran seguridad, seguramente sus costos se elevarían y habría que ver si podrían, o querrían, prestar ese servicio adicional al mismo precio que prestan el de espacio.
4. Lo mismo ocurriría si pagaran algún tipo de seguro. Eso incidiría en sus costos. y podría influir en los precios para el usuario.
5. Para protegerse de usuarios inescrupulosos (o incluso de gente de buena fe que pudiera estar equivocada) en los parqueos tendrían que recibir los vehículos como cuando uno los alquila. Tendríamos que llenar un formulario con un inventario mínimo de los daños que ya tiene el vehículo al dejarlo estacionado, e incluso un inventario de lo que hay adentro. ¿Cuánto tiempo estás dispuesto a invertir en esto cada vez que te estaciones?
6. Quizás debería haber dos tipos de estacionamiento: unos que sólo ofrezcan espacio, como los que hay ahora; y otros que, por el precio correcto, ofrezcan otros servicios como seguridad, seguro, limpieza y qué se yo qué más podrían querer los clientes y qué más estarían dispuestos a pagar. Pero estos servicios deberían ser contractuales, voluntarios y pacíficos; no forzados, ni impuestos por la legislación y la política.
A mi juicio está claro, y siempre lo ha estado, que los estacionamientos no cobran por seguridad, sino que cobran por espacio. Es muy peligroso que haya quienes demanden que los diputados hagan leyes para obligar a otros a ofrecer bienes y servicios que no están dispuestos a ofrecer, a cambio de tarifas que no están dispuestos a aceptar.
Yo prefiero vivir en una sociedad en la que se respete las libertades de producir, consumir, intercambiar y de servir, sin coerción, ni privilegios.