El sábado fui introducido al misterioso mundo del guifiti o gifiti; un licor medicinal tradicional del pueblo garífuna. El guifiti es una mezcla de hierbas, especias y raíces que se dejan en buen ron durante varias semanas para luego ser degustada. Al guifiti se le atribuyen propiedades afrodisíacas, reconstituyentes y digestivas entre otras.
A mí me supo sabroso y me recordó -a lo lejos- algunos licores de monjes como el Benedictine, o el Chartreuse. Mi cuate, Mario, hace unos sus guaritos de hierbas y especias que también recuerda al guifiti.
Todavía no se si el guifiti sirve bien para los otros propósitos que se le atribuyen; pero luego de un almuerzón delicioso con pescado frito y rice and beans, aquel licor es como mano de santo para la digestión y ciertamente es una forma muy agradable de concluir una comida memorable. Nos lo sirvieron con limón y sal, como se sirve el tequila; pero a mí me gustó más beberlo solo y sospecho que si se bebiera tibiecito, como el brandy, sería todavía más rico.
Por otro lado me encanta el concepto de licores medicinales y no por el sabor, sino por el concepto, me recordó el jarabe de morros que mi bisabuela nos daba a los niños cuando teníamos tos.
me parece interesante pero donde puedo comprar esa bebida aquí en la capital Guatemala
En el restaurante Garífuna en la Sexta avenida y novena calle de la zona 1.