Y ahora, ¿qué hacés con tu chaleco?

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Mi sugerencia es que dejen en suspenso la compra de chalecos, dijo el Ministro de Gobernación al anunciar que las reformas al Reglamento de Tránsito -que obligan a los motoristas a usar chalecos de color anaranjado y a conducir sólo en el carril derecho- fueron suspendidas.

Cientos de motoristas manifestaron su rechazo a la aplicación del Acuerdo Gubernativo 289-2013, que reforma el Reglamento de Tránsito. La caravana salió del Obelisco y finalizó en el Club de Oficiales de la Policía Nacional Civil.  Durante el trayecto se detuvieron frente a la Tu Muni, el Congreso y el Palacio Nacional de la Cultura donde gritaron consignas contra los pipoldermos.

La pregunta, ahora, es…¿qué funcionario va a indemnizar a los motoristas que cumplieron con el Reglamento y compraron sus chalecos?  Digo…porque si esta Administración va a terminar de imponer la obligatoriedad de chalecos no hay clavo para los que acataron la normativa desde el primer momento.  Aún así, ¡bien para los que se resistieron!  ¿Y los obedientes? ¿Deben ser castigados con gastos innecesarios a causa de una reglamentación mal diseñada, mal pensada, mal ejecutada, caprichosa y absurda? Pero…y si la suspensión sólo es temporal, ¿para qué? ¿Por qué retrasar una medida de seguridad ciudadana? ¿Cuántas víctimas va a haber porque fue suspendida la vigencia del reglamento? Todo esto es un disparate.

¿Será que la lección para los ciudadanos es que la legislación es un chiste y las autoridades no tienen autoridad? ¿Será que se confirma que es mejor no cumplir con la legislación hasta el último momento y sólo si la amenaza del uso de la fuerza es demasiado en serio?

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2 comments

  1. Al igual que con el impuesto de circulación, los que lo dejan para última hora son premiados, es un sistema perverso. Noté un par de motoristas pilas que cortaron la numeración del chaleco negro y la pegaron en el anaranjado. Y mientras se discute y si queda anaranjado, verde o rosa, seguirá corriendo la sangre roja de las víctimas, porque estas medidas han demostrado ser inútiles contra el crimen.

  2. Francisco Vargas

    Si todos estaríamos seguros que con esto de los chalecos se acabaría los asaltos y asesinatos, compraríamos chalecos. Pero esto está basado en una premisa equivocada, que los rateros no van usar chaleco. Es como la ley de teléfonos robados que nos quieren meter por la fuerza, basada en otra premisa falsa. Si es que se aprueba, tampoco va a funcionar.