¡La reforma constitucional, porque no esté orientada a limitar el poder y a proteger los derechos individuales, NO debe pasar ! Haz lo tuyo para evitar el atropello de una reforma al servicio de los pipoldermos y comparte esta entrada para que más y más personas se den cuenta del peligro. En serio, compártela.
¿Peligro de qué? De que del Congreso salga una normativa constitucional que le restablezca al banco central la facultad de financiar el endeudamiento del gobierno y el crecimiento del gasto público, y desate un proceso inflacionario. Peligro por que se sabe qué es lo que enviará el Presidente al Congreso; pero no tenemos idea de qué es lo que los diputados sacarán de ahí. Peligro de que se irrespete el principio de Primero en tiempo, primero en derecho, que ampara a los proponentes de las iniciativas que preceden a la del Ejecutivo. Ya te mencioné tres razones, pero hay más.
A la vista del peligro es importante que los ciudadanos y tributarios asumamos la responsabilidad que nos corresponde y que advirtamos a los que no están concientes de la amenaza. Por eso creo que es oportuno compartir una serie de textos que la Agrupación Nomophilakia* publicó con ocasión de la Asamblea Nacional Constituyente de 1985. Por favor cópia y distribuye estos textos para que más y más personas mediten sobre lo importante que es defender la Constitución y ponerle límites al ejercicio del poder. El anterior fue sobre lo que es bueno y lo que es malo; y ahora les comparto uno sobre la naturaleza de los principios básicos:
Blanco, o negro II:
EN CUESTIÓN DE PRINCIPIOS BÁSCIOS, EN ASUNTOS DE MORAL, EN MATERIAS DE CONOCIMIENTO, DE VERDAD, Y DE CONVICCIÓN RACIONAL, NO EXISTEN TÉRMINOS MEDIOS; SÓLO EXISTEN EXTREMOS.
Un “principio”, es una norma abstracta que sirve como regla para guiar al hombre en sus elecciones para lograr un propósito concreto y específico. La tarea de aplicar este principio a un propósito concreto y específico, le corresponde a cada hombre y a cada individuo.
Quien afirma que en este mundo no existe lo blanco ni lo negro sino sólo distintas tonalidades de gris, olvida que las acciones del hombre dependen de su voluntad, y que cada individuo es libre de aplicar consistentemente o no cualesquiera principios que sustente, y que por lo tanto ninguna generalización estadística es válida en este asunto.
Como el hombre tiene libre albedrío, el hecho de que diez, o diez mil, o diez millones, o diez billones de hombres hayan elegido el camino equivocado, no quiere decir que necesariamente el onceavo lo vaya a elegir. El número no prueba nada, ni muestra que exista necesidad de que sea así.
El que muchas personas sustenten principios, premisas y valores mixtos contradictorios, no invalida el hecho de que el hombre necesita de principios claros y no contradictorios para guiar sus acciones, ni sirve como excusa para eludir la responsabilidad de emitir juicios morales, si acaso, hace la necesidad de juzgar, más urgente.
La única forma para evaluar las distintas tonalidades de “gris” que uno puede hallar en un sistema político o en los caracteres de los hombres que uno encuentra, es por medio de un criterio claramente definido en términos de “blanco” y “negro”, (bueno y malo). Y cuando un hombre ha determinado que una alternativa es buena y que otra es mala, no tiene justificación para escoger una mezcla.
PUEDEN EXISTIR HOMBRES “GRISES, PERO NUNCA PRINCIPIOS “GRISES”.
Si una ideología política tiene un código de premisas irreconciliablemente contradictorias, de manera que al escoger lo bueno en un aspecto, se acepta lo malo en otro, es el código el que debe rechazarse por malo o “negro”. Si este código es inaplicable a la realidad, si sus principios no ofrecen una guía consistente, si se compone de mandamientos arbitrarios, infundados, fuera de contexto y contradictorios, destruirá a quienes lo acepten y quieran aplicar.
Los principios contradictorios en una ideología o en un código son irreconciliables y por lo tanto no pueden haber términos medios, ni síntesis, ni compromisos entre ellos.
Si una ideología política, quiere ser consistente y coherente, y tiene como principios básicos el respeto a los derechos del ciudadano a la vida, a la propiedad y a la libertad, no puede tener al mismo tiempo principios que violes, nieguen y restrinjan estos derechos.
O el sistema protege los derechos del ciudadano o los viola. No hay términos medios. Si los viola, sea poco o mucho, entonces no reconoce los derechos del ciudadano, sino que sólo el poder arbitrario del estado, ese es su principio básico.
NO PUEDE HABER COMPROMISOS ENTRE LOS DERECHOS DE LOS INDIVIDUOS Y EL TOTALITARISMO.
Las ideologías marxista, socialista, fascista y de economía mixta, no reconocen derechos al ciudadano, sino que sólo al estado quien puede otorgar permisos o quitarlos según se le antoje.
SI UNA SOCIDAD QUIERE SER LIBRE Y PRÓSPERA DEBE TENER COMO PRINCIPIOS BÁSICOS Y NO CONTRADICTORIOS, EL RESPETO A LA VIDA, LA LIBERTAD Y A LA PROPIEDAD DE CADA UNO DE LOS CIUDADANOS.
*El autor de los textos, por cierto, es Warren Orbaugh a quien le doy las gracias por compartirlos de nuevo.