A George Washington se le atribuye la siguiente frase: El gobierno no responde a la razón, ni es la elocuencia -¡Es la fuerza! Como el fuego, es un sirviente peligroso y un amo temible. Nunca, ni por un momento, se debe permitir que lo controlen manos irresponsables.
¡Felicitaciones por haber sido electos!; pero, por favor, recuerden las palabras que Upton Sinclair le atribuyó a Washington, y los artículos constitucionales que dicen: El poder público proviene del pueblo. Su ejercicio está sujeto a las limitaciones señaladas por esta Constitución y la ley. Ninguna persona, sector del pueblo, fuerza armada o política, puede arrogarse su ejercicio. El imperio de la ley se extiende a todas las personas que se encuentren en el territorio de la República. Los funcionarios son depositarios de la autoridad, responsables legalmente por su conducta oficial, sujetos a la ley, y jamás superiores a ella.
Por favor, recuerden que ustedes recibieron un mandato, y que los mandantes son los electores y los tributarios.
Por favor, recuerden que fueron electos, no para ser los capitanes del barco, los padres de la familia, ni los pastores del rebaño. Fueron electos para administrar el estado cuyo deber es garantizarle a los habitantes de la repúbica la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral de las personas; y que eso sólo se logra respetando los derechos individuales de todos y la igualdad de todos ante la ley. Por favor, acaben con todos los privilegios.