Seguramente estamos gastando pólvora en sanates. Seguramente deberíamos preocuparnos menos por seguir haciendo las cosas del mismo modo, en espera de resultados diferentes. A lo mejor hay que pensar fuera de la caja.
El martes regresé de Roatán, Honduras, cargado con una megadosis de energía y de optimismo racional; ya que participé en The Future of Free Cities Conference.
La misma reunió a un extraordinario grupo de emprendedores, intelectuales, estudiantes y comunicadores comprometidos con la libertad y con la idea de que es posible vivir en sociedades en las que es respetada la esfera de acción privada de las personas y en las que el ejercicio del poder está efectivamente limitado.
Esto, claro, implica un reto a nuestros paradigmas, sobre todo a los de aquellas personas para las que el estado-nación es incuestionable; y peor aún, para aquellas personas que creen que la globalización es un proceso de centralización, o de estado mundial.
Una ciudad libre es una ciudad ¡libre!; y una ciudad ¡libre! es una urbe de personas libres. Eso es lo que me me gusta de lo que se está gestando luego de The Future of Free Cities.
Encuentros como este son muy educativos y enriquecedores no sólo por la calidad de las personas involucradas y por la de las conferencias; sino por las conversaciones y los intercambios de ideas que ocurren durante las comidas y durante el ocio creador. No es fácil juntar esta calidad de gentes y cada minuto del encuentro fue bien aprovechado.
Hubo cerca de 70 participantes de Guatemala, Latinoamérica, los Estados Unidos de América y Europa. Y las conferencias formales fueron
Durante el encuentro las exposiciones estuvieron a cargo de: Michael Strong, Be the Solution: How Enterpreneurs and Conscious Capitalists can Solve All the World´s Problems; Kevin Lyons, A Legal Strategy for Inmediately Creating Private Free Cities; Ricardo Valenzuela, A Solution for Mercantilism in Mexico; y Jason Sorens, Seccesion as a Continuum. También Fred Foldvary, The Public Finances and Governance of a Free City; Gonzalo Melián, Different Ways to Design a Free Market City; Patri Friedman, Free Cities and Seasteading; Robert H. Nelson, Private Neighborhoods; y Roberto Blum, An Experiment to Promote Competition of New and Better Institutions Capbable of Creating Wealth.
Christiane Kofman condujo los talleres temáticos de discusión; y Fred Kofman tuvo a su cargo la conferencia de cierre. Por cierto que vale la pena meditar sobre la definición que Fred dio sobre lo que es una ciudad libre: A system of private law, private property and market anarchy. A killer-app that bypasses the monopoly of the state and opens the market for liberty. Yo soñaba con una sociedad así; y ahora estoy viendo cómo empieza a ser posible.