El choque de los ingenios jóvenes

El choque de los ingenios jóvenes ofrece la particularidad admirable de que no se puede nunca prever la chispa, ni adivinar el relámpago. ¿Qué va a brotar en un momento dado? Nadie lo sabe. La carcajada parte de la ternura: la gravedad sale de un momento de burla. Los impulsos provienen de la primera palabra que se oye. La vena de cada uno es soberana. Un chiste basta para abrir la puerta de lo inesperado. Victor Hugo. Los miserables. Editorial Lorenzana, Barcelona, 1964. P. 139

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