De mis amigas Lucía y Claudia recibí estas sugerencias por si se diera el caso de que brote por aquí la gripe porcina y se agoten las mascarillas.
Entre ayer y hoy sólo he visto a una persona usando mascarilla; y leo que Rafael Espada, el popular
médico machete que ejerce la vicepresidencia de la República,
pidió que las personas no usen mascarilla, ni guantes, a menos que oficialmente se declare que la gripe ya está aquí.
Sospecho que esto es porque a la administración socialdemócrata le importa mucho el qué dirán; y porque sus funcionarios prefieren dar la apariencia de que todo está normal, antes que recomendar que las personas sean prevenidas.
En eso estaba pensando cuando me topé con un artículo que me envió mi amigo Giancarlo. Mexico´s High Death Rate Poses Key Question on Virus, se titula, escrito por David Luhnow and José de Córdoba y publicado hoy en The Wall Street Journal.
El artículo pregunta que por qué es que tantas personas han muerto en México, a causa de esta infección, en contraste con el número reducido de muertos en otras partes. En los Estados Unidos de América 64 personas han sido diagnosticadas con el virus de la gripe porcina, y ninguno a muerto; pero en México, han muerto por esa causa unas 150 personas y unas 2000 padecen los síntomas del mal. Se estima que en México 7 de cada 100 personas que llegan al hospital enfermas por esta gripe, se mueren. Los científicos dicen que el virus encontrado en México y en los Estados Unidos de América parece ser el mismo, y que las tasas diferentes de mortalidad no se deben al virus en sí.
El artículo explica que la diferencia en las tasas de mortalidad podría tener que ver con el hecho de que la enfermedad golpeó Mexico muy temprano y que los médicos de allá no sospecharon nada inusual cuando sus pacientes se quejaron de fiebres altas, dolores de cuerpo y otros síntomas.
Muchas de las historias de las víctimas son similares: pensando que tenían un fuerte, pero común resfriado, esperaron durante un día, o dos antes de ir al doctor, con frecuencia se auto medicaron y se recetaron desde antibióticos hasta remedios conta la tos. Cuando acudieron al doctor, fueron maldiagnosticados, y perdieron más días. Para el momento en el que llegaron al hospital, ya había pasado una semana y ya se hallaban en condiciones sserias, sufriendo de neumonía.
Un factor clave para bajar la mortalidad podría ser cultural. Muchos mexicanos, especialmente los pobres que dependen de hospitales estatales tratan de esperar que se les curen las enfermedades, o se medican a si mismos, antes que ir a ver al doctor.
Comments
comments
This entry was posted on miércoles, abril 29th, 2009 at 3:10 pm and is filed under David Luhnow José de Córdoba, Gripe porcina, humor, Rafael Espada, salud, The Wall Street Journal.
You can follow any comments to this entry through the RSS 2.0 feed.
Both comments and pings are currently closed.
Desgraciadamente los pobres siempre sufren más las consecuencias. Están más desprotegidos, peor alimentados, peor informados, peor atendidos y más expuestos a cualquier peligro. Pero como bien dices, Luis, el factor cultural es muy importante. Saludos
Luis…interesantes las opciones de mascarillas…serán más baratillas? Andrea:)P.D. La prevención es fundamental…siempre, no solamente a última hora, que hay otras afeccion es que se propagan cuando no hay higiene de base.