Sorprendente, el teatro negro

Te vas a sorprender, me dijo mi amiga Siang cuando le comenté que iba a ver al Teatro negro de Praga.  Y, efectivamente, esa producción fantástica no dejó de sorprenderme.  
Para mi gusto, fue muy oprtuno que la obra presentada se llamara Los sueños de fausto; ya que tenía la ilusión de hallarme en presencia de algo onírico.  Es admirable el manejo de la oscuridad y de la luz; y el de los detalles.  ¡Los peces hasta levantaban las cejas!  Los efectos se logran con gran maestría y, por ejemplo, cuando algunos personajes se elevan en el escenario, no se ve como que estuvieran suspendidos, sino que, la impresión que tiene el público es la de que realmente están volando.  
Hay magia en todo el espectáculo.  Entre mis escenas favoritas están las del bote en el mar, la de la culebra gigante que se come a los personajes y la del genio.  Todas llenas de sorpresas, de ingenio y de misterios.
Lo que no fue sorprendente, ni misterio alguno, fue la mucada del público.  A pesar de que se pidió que no hubiera fotos con flash, no faltaron los flashazos; hubo alguien que apuntaba con su láser rojo al espectáculo; hay gente que saca su móvil y manda mensajitos durante el espectáculo; nunca faltan los que tienen converaciones completas durante la función; y, por supuesto, la mucada no puede resistirse y aprieta bolsitas con comida a lo largo de la presentación.  Perdonen ustedes, pero, ¿soy yo, o cada vez abundan más los maleducados?
El teatro negro fue un espectáculo divertido y encantador; y, aunque en otro estilo, la función de esta noche me recordó la presentación de Mumenschantz que hace unos años presencié en la Organización para las Artes de la UFM.


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2 comments

  1. Dos cosas:- De nuevo me vuelvo a perder algo tan cautivador como el espectáculo en mención. Sin embargo a modo de anécdota y salvando pero abundantemente las distancias, en un grupo de teatro en el que estuve, se practicó lo que se conoce también como “cámara negra” y los efectos eran formidables… lástima que fue en un reconocido restaurante y hubieron algunos fallos; siempre imagine algo así en el teatro de cámara por ejemplo.- Que bueno que hace resaltar lo de la mucada de la gente, es increíble hasta donde llega lo “inadaptado” en que se vuelve el asunto, cada cosa en su lugar. Detesto los celulares y mas cuando al sonar, se escucha una canción de chente o algo asi, en el teatro. Lo de la luz roja, es lo mas tipico que se raya en cholerada y no digamos en una sala de teatro, es que deveras pues!En otra oportunidad, estando en escena, el director interrumpió la obra (temporada de estudiantes) y remató en que ahí terminaba la función, porque haciendo “Hamlet”, tuvieron la osadía, algunos estudiantes, de hasta lanzar botellas de agua pura. Por cierto, no se les devolvió el dinero, jajaja definitivamente eso haría yo, si fuese director.saludos, buen artículo. (BTW, perdón por lo largo del comentario)

  2. homohominilupus

    A mi no me gustó. Quizás esperaba mucho más si se trataba de ‘Los sueños de Fausto’ y no puede compararse paaaara nada con el trabajo de la Organización para las Artes de la UFM cuando presentó Mumenschantz (ahí si lloré). Este evento es el 2do. que me parece un robo durante el año 2009; la primera ocasión fue el show Dream que también presentaron en el Teatro Nacional y sentí que me robaron.Quizás conforme pasan los años uno es más exigente y ahora no puedo esperar menos que levantarme de mi butaca a aplaudir al terminar el evento. Espero que no tenga una tercera decepción en eventos artísticos en Guatemala.