La entrega de tierras a campesinos por parte del Estado, ya sea a precios simbólicos, o regalada, parte de tres premisas falsas:
1. Que todos los que piden tierras son campesinos;
2. Que todas las demandas de tierras son solicitudes inocentes; y
3. Que los campesinos deben permanecer campesinos.
Por eso es que causa escándalo, en ciertos círculos, el hecho de que los propietarios de tierras dadas por el Estado, las hayan vendido. ¿Qué gracia tiene ser propietario de una finca si no se puede explotarla, gozar de sus fruto, o enajenarla?
No se si todavía es así, pero antes, el Estado daba tierras no en propiedad, sino en una forma de usufructo; y las daba con prohibición expresa de venderlas. Estos factores han contribuido a obstaculizar el desarrollo de los terratenientes, porque su derecho no es de propiedad propiamente dicho.
Otro factor que contribuye a la pobreza en el campo es que los terratenientes, cuando son propietarios, lo son de la superficie; pero no de la riqueza que pudiera estar en el subsuelo.
Las premisas que dan orígen a estos errores tienen su génesis en dos condiciones empobrecedoras de orígenes socialistas:
1. La creencia de que la propiedad privada es el principio de todos los males; y
2. La creencia de que el estado benefactor y el paternalismo deben liberar a los individuos de la responsabilidad de asumir las consecuencias de sus decisiones.
Llama la atención que los terratenientes del caso citado hayan acudido al uso de la fuerza para obtener las fincas que ahora vendieron; pero eso tiene sentido porque hay un sistema peverso que recompensa aquel uso de la fuerza. Si no, no hubieran adquirido las tierras que ahora son motivo de escándalo.
El movimiento agrarista es ideológico y evidentemente no responde a las verdaderas necesidades de los pobres. Por eso, sólo perpetúa la miseria en el campo en perjuicio de los campesinos, y en beneficio de la dirigencia popular que vive de los necesitados…y de la candidez de los pipoldermos.
Siempre en toda venta de minufundio de tierras, éstas tienden a ser vendidas y generalmente a un propietario, y por “naturaleza” vuelve la tierra al latifundio, curioso ¿no?LMMC