El COS, enemigo de los pobres

Tomar dinero ajeno por la fuerza, para asignarlo a intereses de terceros, es intrínsecamente malo; pero cuando tal abuso se hace con el mero propósito de expoliar, sin que tal expoliación tenga posibilidad alguna de contribuir al crecimiento económico, o al bienestar de la gente, ¿qué es?

Hoy amanecimos con la novedad de que el Colectivo de Organizaciones Sociales propone:

  • Crear un impuesto mínimo sobre activos con una tasa permanente entre el 1 y el 0.5 por ciento.
  • Crear un impuesto a las transacciones financieras de 0.2 por ciento sobre operaciones de débito bancario.
  • Crear un impuesto a la telefonía móvil.
  • Triplicar el impuesto de circulación de vehículos terrestres y quintuplicarlo para los vehículos acuáticos y aéreos.
  • Trasladar a la SAT la administración del impuesto al hospedaje, del 10 por ciento en el cobro de los hoteles que recauda el Inguat.
  • Aumentar las regalías petroleras y el impuesto a la bebidas.

Y como dice mi amigo y maestro Joe Keckeissen: “Cuando alguien habla de impuestos, debería comenzar con el siguiente mantra: Cada vez que se bajan impuestos, el resultado es la prosperidad“.

Al diseñar un sistema impositivo, la primera tarea es definir qué se espera lograr con esos tributos; porque hay que recordar que si el objetivo es enfrentar el costo de tener gobierno, ese costo va a pesar sobre los tributarios y porque el sistema impositivo va a tener un impacto en la economía.

Las decisiones que las personas tomen en el mercado va a ser afectada por la cantidad de ingresos que el gobierno les quite y por la forma en que se los quite; y en el mediano plazo, el poder de imponer tributos implica el poder de destruir. Por ejemplo: si se le aplica un impuesto a algo, seguramente que luego habrá menos de ese algo. Si los políticos, los tecnócratas y los grupos como el COS ignoran eso, las políticas que suscriban sólo pueden conducir a una pérdida social neta porque con ellas destruirán la base económica que sustenta al gobierno.

En todo caso, si vamos a admitir que es necesario pagar el costo de tener gobierno, los impuestos deben tener ciertas características para ser lo menos destructivos posibles. Estas características, que no se ven por ningún lado en la espantosa propuesta del COS, son:

Los impuestos deben ser neutros, o sea que no deben crear ventajas, ni desventajas para las personas que se dedican a una u otra actividad social.

Los impuestos debe ser simples, o sea que toda la población debe entender qué es, por qué lo está pagando y cómo lo debe pagar.

Los impuestos deben ser eficientes a largo plazo, o sea que no debe obstaculizar la formación de capital para no sabotear las oportunidades de progreso ni promover el estancamiento y el debilitamiento de la economía.

Los impuestos deben ser limitados porque lo que dice Joe es cierto, y porque aumentarlos, no necesariamente implica que van a aumentar los ingresos fiscales.

Por otro lado, pregunto: ¿Ya pensaron los del COS en la gente que a duras penas tiene para pagar su teléfono móvil, su carrito, o su traguito? ¡Ingratos!

Si le interesa el tema de los impuestos vea  Fritz Thomas. IVA, Impuesto sobre el valor agregado y otras consideraciones a los impuestos. CIEN, Guatemala, 1983. Este es un librito muy recomendable para comprender la naturaleza de los impuestos y sus efectos.

Comments

comments

1 comment

  1. siempre intersante leer sobre estos temas para poder opinar de una manera lo menos sesgada posible,