06
Oct 16

Peligrosas “soluciones” para el tráfico

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El peor peligro que acarrea la intensificación del tráfico en la ciudad de Guatemala (o en cualquiera otra población) es el descontento; porque la gente descontenta clama porque los políticos hagan algo para solucionar el problema de forma política.  Los políticos sienten la presión y se ven en la necesidad de hacer algo, para que no se diga que hacen nada.  Y, ¿qué es lo que suelen hacer los políticos (o sea los que tienen el poder) cuando quieren solucionar algo? Prohiben, o fuerzan.

Ayer, por ejemplo, el alcalde Alvaro Arzú, de la ciudad capital, les echó la culpa de gran parte del congestionamiento vehicular a los padres de familia que llevan a sus hijos a los colegios en automóvil.  Según el dios del Palacio de la loba, todos los padres deberían mandar a sus hijos en buses escolares y sugirió que los colegios cambien horarios.  También dijo que la gente no debería venir sóla en sus vehículos cuando viene de otros municipios.  A nivel de sugrencia está bien, ya que es una como cualquiera; pero de ahí a señalar como casi una inmoralidad que la gente no viaja acompañada, o que la gente prefiera llevar a sus hijos al colegio, sólo hay un paso.  Y de ahí a forzar que la gente viaje acompañada, o forzar que sean usados los buses escolares, sólo hay dos pasos.

Ese constructivismo racionalista -que ha de creer que gobernar es como jugar Minecraft–  impulsa a resolver los problemas desde arriba, a base de legislación, mediante prohibiciones o mediante obligaciones, es peligrosa.  No sólo porque es violatoria de la libertad y de la propiedad, sino porque elude soluciones de fondo que respeten a las personas.  La tentación de manejar las vidas de otros, mediante recursos políticos y legislativos, es una tentación que no debemos poner al alcance de los políticos. Las supuestas soluciones no deben ser pan con lo mismo.

De vuelta al tráfico, hace unos años desayuné y compartí un taxi con Gabriel Roth, editor de Street Smart, una obra fundamental para entender el transporte como elemento crucial para el bienestar económico y social. La obra de Gabriel sostiene que muchos de los problemas que hay en calles y carreteras –a causa del congestionamiento, altos costos, corrupción y mal mantenimiento, por citar algunos– pueden ser solucionados mediante la aplicación de los mismos principios que mejoraron significativamente los servicios de telecomunicaciones. Y como los chapines tenemos tan buena experiencia con las telecomunicaciones, es oportuno ponerle atención a las sugerencias de Gabriel, antes de que a alguien se le ocurra hacer lo mismo de siempre y esperar resultados distintos.

Los métodos electrónicos de cobro permiten el uso pagado de calles y carreteras, sin necesidad de cabinas y sin que los vehículos tengan que detenerse. ¿Por qué no aprovecharlos para aliviar los congestionamientos, como en Singapur? Quizás, en vez de pedirles a los padres que cambien sus horarios, o que manden a sus hijos en bus, u obligarlos a hacerlo, lo razonable sea que el uso de las calles y carreteras tenga distintos precios. Un precio para circular a las 8:00 y uno menor para circular a las 8:30, y menor por circular a las 5:00, por ejemplo. De esa forma, el uso de la calle, o carretera tendría un costo que los usuarios podrían comparar con otros costos mediante un precio.

Calles y carreteras normalmente son citadas como ejemplos de bienes públicos que solo deberían ser provistos por los políticos y sus funcionarios; pero esto es falso. En los siglos XVIII y XIX miles de carreteras eran privadas y actualmente, en EE.UU., Canadá, el Reino Unido y Suecia, las carreteras privadas están de vuelta con mejor desempeño, costos bajos, mejor información, competencia y sin interferencia política.

Esta semana una funcionaria de Tu Muni me invitó a no sólo criticar, sino a aportar con ideas y propuestas (como si este blog no estuviera lleno de ideas y propuestas).  Pues bien…aquí va otra: las de Street Smart son soluciones que respetan la vida, la libertad y la propiedad de la gente; ¿qué tal si optamos por estas y no por soluciones que implican el uso arbitrario de la fuerza?


03
Oct 16

El lado oscuro de Teresa de Calcuta

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Creo que es muy bonito para los pobres que estos acepten su suerte, para compartirla con la pasión de Cristo. Creo que se está ayudando mucho al mundo mediante el sufrimiento de los pobres, dijo Teresa de Calcuta y ni te lo imaginabas, ¿o si?; no es el tipo de cosas que te cuentan en una canonización, y menos en la inauguración de un http://www.prensalibre.com/guatemala/comunitario/viaductos-guardia-de-honor-y-cayala-son-ineficientespaso a desnivel.

Voy a repetir las dos partes que más hacen que se me erice la piel:

  • Creo que es muy bonito para los pobres que estos acepten su suerte.
  • Se está ayudando mucho al mundo mediante el sufrimiento de los pobres.

Ahora hay  un paso a desnivel con su nombre en la ciudad de Guatemala, gracias a Tu Muni; y habrá muchas personas subidas al carro de la nueva santa.  Sirvan estas líneas para tener una fotografía más completa de ese personaje, que estas líneas complementen lo que nadie más te cuenta en este país.

Cuenta Christopher Hitchens que Teresa de Calcuta (Agnes Gonxha) no era amiga de los pobres, sino una entusiasta de la pobreza, ¿te das cuenta de la diferencia?. Los hogares de acogida que creó en la India eran lugares en los que moría gente que con un tratamiento médico adecuado, que ella se negaba a administrar, podía sanar. Invitaba a aceptar con alegría el sufrimiento.

Era amiga de la pobreza y, simultáneamente, de los poderosos, cuenta Hitchens. Se codeaba con gente como los siniestros dictadores haitianos Papa Doc y Baby Doc Duvalier, de quienes recibió mucho dinero y privilegios; y también con el letal Enver Hoxha, de su natal Albania.  Tenía una inamovible postura contra del divorcio…pero cuando la princesa Diana, otra poderosa con la que mantenía amistad, decidió romper su relación con el príncipe Carlos, Teresa le aplaudió la decisión.

Su famosa clínica de Calcuta no era más que un hospicio primitivo, un lugar para que la gente muriese y un lugar en el que el tratamiento médico era rudimentario o inexistenteobservó Hitchens-, pero cuando cayó enferma voló en primera clase a una clínica privada de California.

¿Cómo comenzó la fama de santidad que tenía Teresa de Calcuta? Todo comenzó con un incidente curioso. El periodista Michael Muggeridge realizó un documental para la BBC sobre aquella mujer en 1969. Un miembro de su equipo, al ver la escasa iluminación de una de las salas en las que se acumulaban los desahuciados, probó una nueva película de Kodak. Fue un acierto técnico; pero Muggeridge proclamó, de inmediato, que era la santidad de la monja lo que había iluminado la sala. Ese fue la semilla de la que brotó su posterior fama, cuenta Hicthens.

¡Por supuesto que Hitchens no fue el único que vio el lado oscuro de Teresa!  El médico residente en Londres Aroup Chatterjee publicó una durísima crítica a la monja tras haber realizado cerca de 100 entrevistas con personas relacionadas con su congregación.  Atacó lo que calificó de una falta de higiene horrible -reutilización de agujas hipodérmicas, por ejemplo- y el caótico mantenimiento de las instalaciones de sus centros, entre otras cosas.

Hemley González, que vive en Miami y trabajó como voluntario en uno de los hogares para pobres de Teresa en Calcuta, asegura que se sintió impresionado al descubrir la horrible y negligente manera en que la organización opera y la contradicción entre eso y la forma en que el público general percibe su trabajo.

La nueva santa sabe usar el histrionismo: Cuenta Hitchens que uno de los biógrafos deTeresa —casi todos los libros escritos sobre ella son de devotos completamente acríticos— dice, en un tono de absoluta maravilla, que cuando la Madre Teresa conoció por primera vez al Papa en el Vaticano, llegó en autobús y vestida sólo con un sari que costaba una rupia. Ahora bien, eso para mí es la defición de conducta ostentosa. Una persona normal se hubiera puesto al menos su mejor pañuelo al cuello y hubiera tomado un taxi. Hacerlo de la manera en que lo hizo es lo opuesto de la forma más simple. Es obviamente teatral, calculado. Y sin embargo se le acredita esto inmediatamente como signo de su total santidad y devoción. No hace falta ser demasiado cínico para ver más allá de eso.

Durante su vida Teresa abrió 517 misiones de acogida para los pobres y enfermos en más de 100 países. Esas misiones han sido descritas como casas de la muerte por los médicos que las visitaron y trabajaron en ellas en Calcuta. Dos tercios de las personas que acudieron esperaban encontrar atención médica, mientras que el otro tercio sólo esperaba encontrar una muerte en mejores condiciones. Lo que se encontraron los médicos fue una gran falta de higiene, unas pésimas condiciones de atención, alimentación inadecuada y una importante falta de analgésicos. No obstante, le problema no era la falta de dinero, pues la fundación creada por Teresa había recaudado cientos de millones de dólares.

La historia de Teresa de Calcuta incluye conversiones forzadas. Tenía un “motivo ulterior” persistente para convertir a parte de la población hindú más vulnerable y enferma al Cristianismo, como afirmó un trabajador del gobierno indio el año pasado. Incluso existen registros que apuntan a que ella y sus monjas intentaron bautizar a personas agonizantes. Esta crítica hacia la monja y su orden podría parecer insignificante si no fuera por la incansable campaña de la Iglesia por hacer de ella algo más, cuenta Krithika Varagur.

La foto es de Soy 502.