19
Jul 24

¿Adiós Ratón de los dientes?

 

Cuando yo era niño y se me caía un diente, la costumbre en casa era ponerlo bajo la almohada porque el Ratón de los dientes me dejaría dinero.  El roedor dejaba una moneda de 25 cts. que -para un niño- era una fortuna en los años 60.  Pero mis padres iban más allá del llamado del deber y -a veces- organizaban una “búsqueda del tesoro” que involucraba notitas escondidas en diferentes partes de la casa. Búsqueda que empezaba con una nota que decía algo como: “Happy Birthday” Luisito. Busque en tal lugar… 

Entonces se desataba un recorrido por la casa en el cual yo (o cualquiera de mis hermanos) iba siguiendo pistas, y mis padres y los demás iban (o íbamos) detrás, divirtiéndonos como micos y emocionados por el misterio hasta encontrar la moneda.

Así comenzaba uno de aquellos juegos para los que se necesitaban monedas.

En los años 60 y 70 mi bisabuela, Adela, solía deslizarme un billete de Q1 cada vez que me veía.  Era una muestra de cariño entrañable que estoy seguro de que muchas otras personas han recibido de sus abuelos. Mi abuela, Frances, me regaló una colección de billetes y otra de monedas que durante muchos años capturaron mi interés.  Cuando ella viajaba, volvía cargada de monedas y le ilusionaba ver cómo yo las ordenaba y disfrutaba.

El juego seguía con mensajes así. Manix por cierto, era uno de los perros de la casa, y nacho era un gallo: Nacho, el gallo más macho.

¡Nada de aquello será posible si llegaran a prevalecer las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC) en el mundo! Aquellas costumbres encantadoras se acabarían si los racionalistas y constructivistas consiguieran erradicar el dinero en efectivo.  Por eso me gusta la actitud de los alemanes, que se resisten a decirles adiós a las monedas y a los billetes para preservar su privacidad; y por eso repele la idea de Pedro Sánchez, con respecto a controlar el dinero de los españoles.

La búsqueda de las monedas (o de la moneda) nos llevaba por toda la casa.

La hostilidad contra el dinero en efectivo está enraizada en la guerra perdida contra la narcoactividad; pero también en la necesidad política de controlar a las poblaciones.  Por eso es tan popular en el espectro autoritario y totalitario donde se aspira a que los bancos controlen cada centavo que gastas. Donde quisieran que toda transacción que hagas sea registrada y que todos tus movimientos puedan ser seguidos.

La Nona era uno de los apodos de mi mamá y así terminaba la búsqueda del tesoro en efectivo.

Sin dinero efectivo, ¿cómo puede hacerse de ahorros secretos una persona que está juntando plata para huir de la violencia doméstica? En Guatemala no hay una tradición de ventas de “garage”; pero he visto que cada vez son más populares las ventas de patrimonio, y esas prácticas se dificultan sin dinero en efectivo.  No soy muy partidario de dar limosnas de forma indiscriminada; pero, ¿cómo darías limosnas -sin dinero en efectivo- cuando fuera oportuno darlas?  Cuando yo era niño, más de algún familiar, o amigo de mis padres, me regaló unos quetzales para mi cumpleaños, y ¡qué alegre era abrir la tarjeta, o el sobre con billetes!  Eso se acabaría en un mundo sin cash.  Debido a la inflación, los tecolotes y otras alcancías ya no tienen mucho sentido en el largo plazo; pero en el corto son una forma divertida de enseñarles a los niños a ahorrar. Adiós alcancías en un mundo plagado por CBSC.

¿Imaginas tu vida si las autoridades dispusieran que ya no puedes gastar dinero porque ya llenaste tu cuota de huella de carbono? ¡Tu cuenta bloqueada! Como en China, ¿cómo sería tu vida si no pudieras gastar tu dinero porque tu crédito social tiene más deméritos que méritos de acuerdo con los que tiene la facultad de bloquear tu “dinero”?

El dinero en efectivo es libertad; pero el dinero digital está completamente a merced de los políticos y burócratas que lo controlan.

Aquí en Guate no se habla mucho de esto; pero internacionalmente el tema aparece de cuando en cuanto y es un peligro. ¿Qué piensa el Banguat de esto? ¿Qué piensa la asociación bancaria? Y más importante, ¿qué piensas tu?

Columna publicada en República.

Actualización: Hoy en la mañana se vivió la mayor interrupción de TI de la historia, y causó cortes en todo el mundo. La interrupción global de TI fue ocasionada por un problema con la empresa de ciberseguridad CrowdStrike $CRWD e interrumpió vuelos, bancos, minoristas, bolsas de valores, centros de llamadas al 911 y medios de comunicación. Los expertos dicen que esto podría ser una de las mayores fallas de TI en la historia moderna y que van a pasar días antes de que se arregle bien.

¿Por qué no me extraña?

¿Te imaginas que eso suceda en un mundo donde todo tu dinero es digital? Hay mara que no puede abrir su refri por la falla de hoy; ¿te imaginas no poder disponer de tu dinero?


12
Jul 24

Hunahpú, Ixbalanqué y estatización

 

Hay mitos chileros, como las aventuras de Hunahpú e Ixbalanqué; y hay mitos destruccionistas como el de que las necesidades humanas son derechos y que por lo tanto sus satisfactores deben ser estatizados; y el de que los carros grandes debrían pagar más impuestos.  Me explico:

Hunahpú e Ixbalanqué, los héroes gemelos del Popol Vuh. Ilustracion de Lacambalam, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons.

El miércoles, en X, vi que hay gente que cree que la disponibilidad de energía eléctrica es un derecho y que, por lo tanto, su generación, distribución y comercialización deberían ser estatizadas.  Pues…sí…la disponibilidad de energía eléctrica es una necesidad importante; pero es un non sequitur la idea de que por eso deba estar controlada por políticos y burócratas.  Tu no te acuerdas, pero cuando la electricidad era controlada por los pipoldermos había apagones de ocho horas, hubo que traer barcazas carísimas de emergencia y muchos negocios tuvieron que comprar plantas de generación. Si algo es una necesidad, NO debe estar controlada por los políticos que tú mismo repruebas por ineptos y corruptos.

En esa misma dirección, conversé en la radio con un personaje que sostuvo que la alimentación es un derecho y que el gobierno (léase los políticos y burócratas) deben garantizarla.  Si tomáramos en serio el razonamiento de arriba, y si la alimentación fuera un derecho (que no lo es, aunque sí es una necesidad innegable), los pipoldermos deberían estatizar las tierras y los cultivos de los agricultores que -por ejemplo- siembran verduras en Almolonga, Tecpán, Chimaltenango y otros lugares similares.  Digo, para ser consistentes.

El mismo personaje sostuvo que los precios de las verduras deben ser controlados por los políticos y burócratas para que no se eleven los precios.  ¿Quién tendría el corazón necesario para decirles a los pequeños agricultores que no pueden aprovechar la escasez de productos para ganar un poco más por los suyos? ¿Quién les dice que no pueden vender a precios de mercado y resarcirse de los malos tiempos porque los políticos, los burócratas, y a algunos analistas no les gustan esos precios?

Leí en X que hay un sujeto que cree que los pick-ups grandes deberían pagar más impuestos porque ocupan mucho espacio y contaminan más. ¿Quién les dice a los agricultores que sacan sus verduras desde quién sabe qué municipios, en sus Tacoma, sus Hi-Lux y sus Nissan, que tienen que pagar más por el permiso para usar sus vehículos? ¿Quién les dice que tienen que pagar más impuestos, y que -encima- no pueden subir los precios?

El destruccionismo de aquellos mitos no sólo es de carácter económico y productivo: la estatización de la energía eléctrica produce escasez, malísima calidad de servicio, corrupción y abusos.  Los precios tope acabaron con la industria lechera y con la industria panificadora de calidad en los años 80.  ¿Te acuerdas de cuándo había precio tope para el papel toilette y el único que había era uno de color verde, que raspaba? Castigar con impuestos a los productores asfixia la productividad y al final encarece los precios políticamente.

El destruccionismo de aquellos mitos también es moral porque la repetición irreflexiva de las consignas mitológicas impide que la gente piense en las consecuencias a largo plazo.  Le hace creer a la gente que desde el poder y por medio de la legislación se les pueden resolver sus vidas, sin causar daños mayores. Crea rencores y conflictos sociales arbitrarios y artificiales. 

¿Tu, qué piensas?

Columna pulblicada en República.


05
Jul 24

La SAT a por remesas

 

Que las remesas financian en gran medida el consumo en los hogares guatemaltecos, dijo el superintendente de Administración Tributaria. Que el fruto del trabajo de los chapines en el exterior representa el 20 por ciento del PIB, añadió el funcionario. Que una parte significativa de esas transferencias se destina a la compra de alimentos y otros bienes en el sector informal de la economía, además de servicios de educación, o medicamentos que no pagan tributos, agregó.

No existe nada parecido a lo “financiado por el gobierno”. Eres tu. Tú lo financias. Todo ello. La ilustración la tomé de Facebook.

Corrígeme si me equivoco; pero…hay funcionarios y burócratas que -de verdad- creen que deberías darle al gobierno una parte del dinero que te manda tu papá, o tu mamá, tu cónyuge, o tu hermano.  Hay funcionarios que creen que no deberías comprar alimentos en el mercado de tu barrio, sin que al precio se le añada el porcentaje que demandan los políticos y burócratas.  Están convencidos de que nadie -ni siquiera tu a quien le cuesta muchísimo llegar a fin de mes- debería escapar de la mano larga de los publicanos.   La próxima vez que compres tomates, papas, o cebollas en el mercado, al precio que te pidan añádele 12% de IVA y un poco más de ISR para tener una idea de qué tan caros serían si tuvieras que pagar lo que exigen los que viven del presupuesto del gobierno.

Haz ese ejercicio con servicios y medicinas que contratas, y compras con regularidad y dificultad.  Si eres propietario de un puesto en el mercado, haz cuentas de qué porcentaje de tus ganancias tendrías que entregar si pagaras entre 5% y 7% de ISR, más un importe fijo si ganas más de Q300 mil. Haz cuentas de a cuánto tendría que subir el precio de lo que vendes, y de si es posible subir ese precio sin que la gente deje de comprarte.

La SAT va a por las remesas y a por los pequeños y medianos negocios de la gente como tu. ¿Para qué? Para cubrir el presupuesto del gobierno, del cual ¿80%?  se va en gastos de operación y en sueldos de burócratas de todos los niveles.

Los impuestos, por cierto, son dinero ajeno tomado mediante la amenaza del uso de la fuerza, para luego repartirlo entre la clientela de quien tiene el poder de amenazar y tomar aquel dinero.  Normalmente va a parar a grupos de intereses específicos con los que -muchísimas veces- el legítimo propietario de aquel dinero posiblemente no contribuiría voluntariamente si tuviera opción.

No pagas impuestos, te los quitan. No es cierto que los impuestos sean para el bien común porque el bien común es el bien de todos. Todos. Sólo un pequeño porcentaje va para seguridad y justicia que si sirven al bien de todos.  El resto va para intereses no sólo particulares, sino muy específicos.

Tampoco es cierto que los impuestos sean el precio de la civilización, como me dijo una vez un gringo. La civilización no puede basarse en relaciones forzadas, en amenazas, ni en el uso de la fuerza.  Sólo un puñado de personas paga impuestos de forma voluntaria; el resto de nosotros lo hacemos para no caer víctimas del poder coactivo de quienes tienen la facultad de ejercerlo.

Pienso que deberías poder conservar el fruto de tu trabajo y que no es inmoral que protejas tu propiedad contra la expoliación.  Pienso que está mal que se te estigmatice porque compras en el mercado del barrio, o porque vendes en el garage de tu casa. Pienso que hace falta una discusión profunda, filosófica y ética acerca de las facultades impositivas del gobierno, del color que sea.  ¿Qué piensas tu?

Columna publicada en República.


21
Jun 24

Democracia y ¿dictadura?

 

He aquí una información alarmante.  En Guatemala menos de la mitad de los consultados para la encuesta Barómetro de las Américas apoya lo que entiende como democracia; y sólo 38 % de los encuestados está satisfecho con ese sistema.

Los niveles de gobernabilidad democrática han alcanzado niveles mínimos y eso se debe a que la gente le da la espalda a la democracia cuando cree que la corrupción es generalizada.  Menos de tres de cada diez consultados confía en las elecciones y…¡Peligro, peligro!…tres de cada diez consultados está de acuerdo con que, para progresar, está bien censurar la voz de los opositores.

La idea de que 40% del presupuesto del gobierno se pierde en corrupción y que con detenerla alcanza el dinero (misma que está en duda porque ahora resulta que la Administración Arévalo supuestamente necesita una ampliación presupuestaria) es una de las consignas que -durante años- hizo que las personas elevaran su percepción de la venalidad y dejaran de confiar en la democracia y creciera el nivel de ingobernabilidad. Si ves la historia de Hispanoamérica luego de una elevada percepción de corrupción viene la dictadura. Ese es el caso de Nicaragua, Venezuela y Cuba, por supuesto, para mencionar tres.

Desde la antigüedad la democracia es el gobierno de la mayoría. Se elige democráticamente cuando se vota y se hace lo que quiere la mayoría.  Es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.  Y si el pueblo no obtiene lo que vota para conseguir, el pueblo desconfía del sistema, le da la espalda y sale en busca de quien le de lo que quiere. Pero lo que el pueblo quiere suelen ser las goodies que les ofrecen los demagogos que piden su voto.  El pueblo suele no darle mayor importancia al respeto a la vida, la libertad y la propiedad porque le parecen ideas demasiado abstractas frente a las necesidades cotidianas.  El respeto al principio de no agresión, y la igualdad de todos ante la ley palidecen ante la factura del supermercado y el precio de la energía eléctrica. La democracia entendida como forma de elegir en realidad es el sufragio; y la democracia como forma de redistribuir en realidad es socialismo.  Pero, ¿quién le explica esto al votante básico?

Los votantes un poco más refinados piensan en la separación de poderes para proteger los derechos individuales, la abolición de privilegios, y en la idea de que no se vale iniciar el uso de la fuerza en las relaciones interpersonales cuando imaginan un ideal social.  Pero, creen que eso es democracia porque es lo que les han dicho desde chicos.  ¿Quién les explica que lo que imaginan es un sistema republicano?  ¿Quién les cuenta que en un sistema republicano el estado de derecho prevalece sobre la voluntad de la mayoría? ¿Quién les informa que mientras que en una democracia los intereses colectivos prevalecen sobre los derechos individuales, en uno republicano los derechos individuales prevalecen sobre los intereses colectivos?  (Pausa aquí para leer bien la pregunta anterior y meditar sobre ella). ¿Quién te ha contado que es de interés colectivo que siempre prevalezcan los derechos individuales? ¡Aún si se trata de salvar un bosque!

Es cierto que la percepción de corrupción (alimentada por quienes F. A. Hayek llama demócratas dogmáticos) mina la confianza en la democracia e invita a la gente a buscar la dictadura.  Pero también es cierto que la confianza en el sistema republicano ha sido socavada porque se la ha confundido con la democracia; y porque esa idea de democracia ha sido cargada con pesos y exigencias inaguantables.

He aquí el peligro.

Columna publicada en República.


07
Jun 24

El poder pleno da escalofríos

 

Desde hace años que voto cruzado, ¿para qué? Para que el Ejecutivo no tenga una aplanadora en el Congreso; y hago esto basado en tres ideas:

Una es de C. J. Friedrich, citado por A. Herrarte en El Estado de Derecho, y dice que la división del poder es la base del gobierno civilizado; y como desde una perspectiva sencilla la civilización es una sociedad compleja, pues me parece que sí, tomando en cuenta que, en una sociedad -si ha de ser sociedad-, la coacción debe estar reducida al mínimo.

 La otra idea es de Karl Loewenstein, también citado por Herrarte, y advierte que la clasificación de un sistema político como democrático constitucional depende de la existencia, o carencia de instituciones efectivas por medio de las cuales el ejercicio del poder político está distribuido entre los detentadores del poder, y por medio de las cuales los detentadores del poder están sometidos al control de los destinatarios del poder.  Difiero con Loewenstein en el sentido de que lo que él describe como un sistema democrático constitucional, estoy convencido de que es una república; pero mutatis mutandis, el poder político debe estar distribuido entre los que lo detentan y estos deben estar sometidos al control de los mandantes.

Dicho lo anterior, la tercera idea es de mi querido F. A. Hayek que, en Los fundamentos de la libertad dice que El liberalismo (en el sentido que tuvo la palabra en la Europa del siglo XIX, al que nos adherimos en este capítulo) se preocupa principalmente de la limitación del poder coactivo de todos los gobiernos, sean democráticos o no, mientras el demócrata dogmático sólo reconoce un límite al gobierno: la opinión mayoritaria.

De ahí que me interese la distribución del poder y que me haya llamado la atención algo que dijo el diputado oficialista Raúl Barrera en el contexto de los resultados de las elecciones en México: El voto cruzado se va terminando. El pueblo ha notado que para que las cosas pasen el poder debe ser pleno. Y ¡Chispas!…lo del poder pleno me dio escalofríos. Poder pleno es lo que tienen Ortega y Bukele aquí en la vecindad. Es lo que tiene Maduro en Venezuela; y lo que tienen Xi, en China; y Putin en Rusia; es lo que tiene Kim, en Norcorea. Poder pleno tenían Estrada Cabrera y Ubico aquí entre nosotros. Tal vez es cierto que, en ciertos ambientes, el poder no se suelta aunque te queme las manos.

Las posibilidades de limitar el poder coactivo del estado se reducen si el Presidente tiene una aplanadora en el Congreso y si por medio de esa aplanadora tiene control del Organismo Judicial, del Ministerio Público y de otras instancias como la Contraloría General de Cuentas y la Corte de Constitucionalidad, por mencionar dos. 

¡Por supuesto que no es lo mismo si la aplanadora se usa para proteger la esfera de acción privada de las personas, que si se usa para reducirla! Y tampoco es lo mismo si la aplanadora se usa para reducir las posibilidades de coacción arbitraria, que si se usa para multiplicarlas. Pero…buenas intenciones aparte y haciendo uso del velo de la ignorancia, de J. Rawls, prefiero que el poder este distribuido, dividido, o como quieras llamarle, para limitarlo. 

Es cierto que la ausencia de concentración del poder complica la acción política; pero, como no sea para salir de un pantano colectivista (incluso si no es totalitario), las cosas de palacio deben ir despacio. Todo intento de legislación que invada las esferas de acción privada de las personas, que viole derechos individuales, y que cree privilegios debe pasar por un proceso político que la exponga, la atrase, que le quite los dientes, y la bloquee. 

La calidad del fandom de Semilla, no ayuda.

Columna publicada en República


31
May 24

Repollos e impuestos

 

Mi cuata, Raquel, andaba alarmada porque su mamá le contó que le pidieron Q30 por un repollo y Q10 por un aguacate en el mercado San José, de la zona 7; eso fue un día antes de que los guatemaltecos nos enteráramos de que el banco central prevé una leve alza en la inflación y que las áreas más afectadas serán alimentos y transporte.

Pon a tu santo favorito de cabeza y pídele que los diputados tengan la decencia y el buen tino de no autorizar los Q14 mil millones de ampliación prespuestaria que pretende la Administración Arévalo. ¿Por qué? Porque la causa principal de la inflación es el presupuesto desfinanciado del gobierno.  Aquí y en todo el mundo los gobiernos inflan cuando no tienen con qué pagar sus piñatas.

Haz clic en la foto para ver cuando dice que no subirá impuestos y que todo lo tienen bien calculado.

¿De qué otro modo es que los gobiernos pagan sus excesos? Con impuestos y con endeudamiento; y el endeudamiento -que no te engañen- se paga con impuestos.

Durante la campaña electoral semillera el grupo en el poder se llenó la boca con la idea de que el 40% del Presupuesto del gobierno se perdía en corrupción. El hecho de que la Administración pida Q14 mil millones más de lo que ya tiene quiere decir que: 1. Lo del 40% era mentira y que durante la campaña electoral le repartió “atol con el dedo” a todo el que lo quiso; 2. Lo del 40% es cierto y todavía sigue habiendo esa corrupción; y/o 3. Que la simiente necesita toda aquella plata con motivos electorales para ampliar su clientela y financiar activistas.

A todo aquello añádele que en tres meses que lleva controlando el Ejecutivo, la Administración Arévalo ha tenido nivel de ejecución mediocre y que -como ocurre siempre, siempre- la mayor parte de la ejecución que hay se va en gastos de funcionamiento y sueldos.   ¿Será que el 80% de la ejecución es puro gasto? Aquella baja ejecución es por el desconocimiento, por la inexperiencia y ¿por la ineptitud? de un equipo que da la impresión de haberse metido en camisa de once varas; pero que tiene los retos de permanecer en el poder, y de conservarlo.

En defensa de los consumidores, en defensa de los ahorrantes potenciales, en defensa de los tributarios y en defensa de las personas más vulnerables económicamente, los diputados tienen la obligación moral de evitar la piñata.  ¿Para qué? Para evitar la inflación, el endeudamiento y la eventual alza en los impuestos que terminarían de castigar a la mamá de Raquel y a la inmensa mayoría de hogares chapines. ¿Cuánto crees que te llegará a costar un repollo si los semilleros suben los impuestos con la colaboración de algunos diputados?

Ya el Fondo Monetario Internacional anda esparciendo la idea de que el gobierno de Guatemala necesita de mayor recaudación fiscal, que esta no debe ser menor del 13% del PIB y que se debe conseguir mediante una reforma fiscal; y la propuesta de ampliación que quiere la Administración Arévalo dice que habría que incrementar los ingresos tributarios. Esto último a pesar de que -cuando quería tu voto- Arévalo te aseguró que con eliminar la corrupción iba a ser suficiente para financiar el gasto público que Semilla tenía calculado.  Hizo afirmaciones categóricas: no subir impuestos, no crear más impuestos y detener el 40% de corrupción porque no se necesita aumentar impuestos, si se detiene la corrupción.

Entonces, no cabe hablar de ampliación persupuestaria y menos de más impuestos si: 1. Del Presupuesto no se eliminan todos los privilegios, y todas las partidas para intereses particulares; 2. No hay prioridades claras de inversiones y gastos; y 3. No hay evidencias de que la corrupción, la mala administración y el desperdicio han sido disminuidos sustancialmente.

Los diputados, en ejercicio de la división del poder, tienen la responsabilidad de hacerse grandes. ¿La van a aprovechar?

Columna publicada en República.


27
May 24

¿Anda suelto Satanás?

 

China y Rusia están dando la lata. Por lo que concierne a aquí en casa, corrió el rumor de que el régimen de Pekín había detenido el ingreso de exportaciones guatemaltecas de café y macadamias a la República Popular China. Los exportadores estaban preocupados y la Administración Arévalo informó que no existía medida alguna que detuviera el intercambio.

Una parte de mí lamenta que se hubieran perdido inversiones productivas por decisiones políticas; pero otra parte de mí piensa que si el rumor hubiera sido cierto nos hubiera dado una lección valiosa sobre hacer negocios con China, o con cualquier régimen parecido.  Si…ya sé que son las personas las que intercambian, y no los países; pero eso sólo se aplica entre personas de países mayoritariamente libres.  Cuando está involucrado un gobierno colectivista y totalitario, todo negocio está vinculado al régimen. En esas condiciones, el comercio es la continuación de la política por otros medios.

Relieve de la cabeza del diablo en la Rue du Grand Hospice en Bruselas, Bélgica. Basile Morin, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

En esa dirección no fue raro que, en algunos ambientes, circulara la idea de que es necesario un acuerdo comercial entre Guatemala y China continental.  Acuerdo que, por supuesto, sólo se podría conseguir si los guatemaltecos abandonamos la amistad con Taiwán y tomamos la mano que nos ofrece el PCC.

¡Ojo!, que meterse con el régimen de Pekín no es cualquier cosa. En los últimos días, China ha estado haciendo ejercicios militares alrededor de Taiwán a modo de castigo severo. En aquel contexto, tras la noticia de que Japón apoyará a Taiwán en caso de una guerra, el embajador chino en Tokio advirtió que el pueblo japonés será arrastrado a un infierno de fuego. Por su parte, el vocero del ministerio chino del Exterior amenazó con que las fuerzas independentistas de Taiwán quedarán con las cabezas rotas y la sangre fluyendo después de chocar contra la gran hazaña china de lograr la reunificación completa.

Pareciera que anda suelto Satanás, como dice la canción de Luis Eduardo Aute.

Mientras tanto, a medio camino entre Guatemala y China, el martes pasado, en la noche, Rusia quitó las boyas de luz que marcan la frontera entre ese país y Estonia en el río Narva. Aparentemente esto sucedió luego de que se reportara que Rusia intenta cambiar sus límites marinos con Estonia y Finlandia.

A Estonia le tengo cariño porque cuando el ex primer ministro y reformador de ese país, Mart Laar, visitó Guatemala tuve la dicha de acompañarlos, a él y a su esposa a conocer Tikal. 

En aquel estado de cosas, el comandante supremo de las fuerzas armadas de Suecia recién advirtió que Putin tiene sus ojos puestos en la isla sueca de Gotland con el objetivo de controlar el mar Báltico.

Mi cuate @jlescriba recién recordó que“la guerra es una competencia para tomar decisiones rápidas y precisas” de acuerdo con una observación de Carl von Clausewitz.  No me preguntes cómo; pero siento en los huesos que don Diablo se ha escapado, como dice la canción de Miguel Bosé.

Columna publicada en República.


17
May 24

Lista tu aventura detectivesca

¿Te gustan las intrigas criminales complejas en la literatura? Te va a gustar mucho Hágase justicia, así perezca el mundo, la novela por Warren Orbaugh.

Es una historia que te atrapa porque sus descripciones son ricas, sus personajes son claros y la trama se desarrolla rápidamente para picar tu curiosidad de detective.  Eso sí, que no te encandile la velocidad de la trama; y que tampoco te engañe que el libro tiene sólo 152 páginas.  A lo largo de la lectura hay que detenerse para entender cómo es un tipo particular de katana; cómo son ciertos sillones, y cómo se vería cierto florero con rosas blancas, por mencionar tres detalles.

Haz clic en la imagen para comprar el libro.

Como el autor es arquitecto y experto en estructuras de acero y de concreto, no es raro que en algún momento tengas que detener la lectura para descubrir detalles fascinantes no sólo sobre construcción, sino sobre urbanismo y sobre estética arquitectónica.

La novela tiene giros ingeniosos y bien logrados que me sorprendieron gratamente; uno es luego de que la protagonista hace su ingreso al ritmo de La Negra, con mariachis; y otros…no te los adelanto.

El relato te va llevando de la mano y te pone pistas en el camino.  ¿La novela es de lectura rápida? Pues…sí, pero hay que estar bien atentos porque el autor te va dando pistas y si te entusiasmas demasiado con el relato, puede que pierdas algún detalle importante para resolver el misterio.

Estamos frente a una lectura inspirada en obras de Agatha Christie, y Arthur Conan Doyle, y en personajes como Hércules Poirot y Sherlock Holmes.  Y adivina qué…estás invitado a ser Poirot y Sherlok en la persona de Alcides Villagrán, el protagonista.

Como Warren es filósofo, no te va a extrañar que asistas a una conversación sobre la relación que hay entre considerar que el propósito de la acción moral es vivir una vida feliz, y llegar a ser digno de ser feliz; y a otras igual de estimulantes como la de si puede un proceder ser correcto, pero no moral.

Como el autor fue campeón mundial de levantamiento de pesas, Alcides Villagrán practica la virtud del fortalecimiento, que consiste en ejercitar el cuerpo para hacerlo vigoroso y saludable; virtud derivada del orgullo que es el hábito de sentirse uno digno de vivir y tenerse en gran estima.  Virtud que no debe ser confundida con el vicio de la arrogancia.

¿Cómo va a haber una novela de detectives sin acción? Esta es la que protagonizan Villagrán y su amigo Luis Fermín Escribano.  En esa escena, Warren despliega -como en otras- su conocimiento de lo que te está contando y su habilidad de escritor para atraparte con lo que está sucediendo.

Luis había tomado la Uzi del colocho y del tatuado y corriendo haia la sala gritó: Manos arriba…

No me sorprendió que los nombres de los personajes, en la novela de Warren tuvieran significados. Algunos son relativamente fáciles de identificar; pero en otros vas a tener que hacer un esfuerzo.  Y finalmente, ¿cómo no iba a dejarte una responsabilidad moral el autor?  No sería una novela de Warren si, al final, luego de que hubieras descubierto el misterio, no te dejara una tarea más profunda y significativa para explorar tu propio sentido de vida.

Si te gustan las buenas historias, si te puedes involucrar en la solución de una intriga criminal compleja y si te emocionas al solucionar misterios te va a encantar Hágase justicia, así perezca el mundo

@luisficarpediem

¿Te gustan las intrigas criminales complejas en la literatura? Te va a gustar mucho “Hágase justicia, así perezca el mundo”, la novela por Warren Orbaugh #novela #literatura #noveladetectives #aventuras #warrenorbaugh #luisfi61

♬ Keyboard_typing sound(894890) – keiichiro Akamine

Columna publicada en República


10
May 24

En este Día de la madre

Alguien escribió que si las madres dominaran el mundo, no habría guerras.  Pero yo digo que esa idea sólo cabe en la cabeza de alguien que no ha visto a una madre hacer lo que sea necesario para proteger a sus hijos y proveerlos.

No ha visto a una madre guepardo perseguir y matar a una gacela (madre, o no) para darles de comer a sus cachorros hambrientos en el Serengueti.

Tampoco conoce la historia K´abel, reina de Perú-Waká, que llevaba el título de Kalomt´e (o Kalomte), que significa guerrero supremo.  Seguro que no leyó acerca de Boadicea, la heroína británica que les dio palo a los romanos por donde pudo; y cuyo nombre le da título a una pieza encantadora de Enya. Seguramente nunca oyó hablar de la emperatriz china, Wu, que pasó su vida involucrada en guerras con Corea y expandió su imperio grandemente.  Puede que haya pasado de noche sus clases de historia, en Tercer grado de Primaria, cuando uno se entera de que Isabel de Castilla concluyó la reconquista de España y expulsó a los moros de Granada. Ni que decir de Catalina Sforza que, con ocho meses de embarazo, le arrebató Castel Saint Angelo a César Borgia.

Estoy seguro de que, si buscas, vas a encontrar más madres guerreras en todas las culturas. 

A donde voy es que, ¿quién que conozca a su madre, no tiene la certeza de que, en tiempos difíciles haría la guerra no sólo para defender a sus hijos frente a agresiones, sino para proveerlos de modo que no sufrieran privaciones, y para ampliar sus márgenes de seguridad? 

En occidente y en el siglo XXI, nos es difícil pensar en aquellos términos porque desde la revolución industrial la hemos tenido relativamente fácil (con excepción de las dos guerras mundiales).  Con la revolución industrial, la familia pasó de ser una unidad de producción muy enfocada en sobrevivir, a ser una de consumo; y cuando la producción se movió de la casa a la fábrica surgió nuestro concepto moderno de maternidad. En la medida en que el capitalismo hizo más abundantes y baratos la ropa, los alimentos y otros bienes, en esa medida evolucionó el concepto de madre para pasar de la madre guerrera que literalmente tenía que pelear para protegerse y proveerse a sí misma y a los suyos (con, o sin otro adulto a su lado), a la madre más enfocada en dispensar cuidados, mimos, educación, consejos, cariño y amor. (con, o sin otro adulto a su lado).

Por supuesto que estoy pintando con brocha gorda; pero, ¿cachas la idea? No hay nada como el amor de una madre y la velocidad de un jet.

Por mi parte, le agradezco a Nora que me haya protegido y defendido (muchísimas veces de mí mismo) siempre que hubo necesidad.  Le agradezco que -aún en los tiempos difíciles- nunca hayan faltado el pan en la mesa (ni una botella de cava), acompañado por su mirada de ternura y fortaleza, por su mano suave y firme, y por sus buenos consejos. Le agradezco su paciencia.  Y sobre todo le agradezco que nunca se haya sacrificado por mí.  Porque el sacrificio es muy feo, es entregar algo de mucho valor a cambio de algo de poco, o ningún valor…y que oso hubiera sido eso para mí. Gracias, Nora, por tu apoyo incondicional, por tu amor y tu cariño.

Columna publicada en República.


03
May 24

¿República, o juego de tronos?

 

La división del poder suele incomodar a quienes quisieran ejercerlo de la forma más completa y profunda posible; pero es esencial si queremos tener una república sana…en vez de un juego de tronos.

Es más, Carl Joachim Friedrich, citado por Alberto Herrarte autor de El Estado de Derecho, dice que la división del poder es la base del gobierno civilizado; y Karl. Loewenstein, también citado por Herrarte, advierte que la clasificación de un sistema político como democrático constitucional depende de la existencia, o carencia de instituciones efectivas por medio de las cuales el ejercicio del poder político está distribuido entre los detentadores del poder.

¡No es cualquiera cosa la división del poder!

La batalla de  Goldroad de Juego de Tronos. Ilustración por Kal242382, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

Desde una perspectiva somera, muchos la limitan a que haya un Organismo Ejecutivo, uno Legislativo y otro Judicial.  Pero en una observación más atenta el concepto incluye muncipalidades autónomas, y un Ministerio Público independiente, para mencionar dos componentes republicanos importantes.

Es entendible que -en cualquier sociedad- quienes ejercen el poder en el Ejecutivo quieran una aplanadora oficialista en el Congreso y quieran jueces serviles, que prefieran alcaldes sumisos y un Ministerio Público que más que velar por el estricto cumplimiento de las leyes del país, no estorbe y sirva a las políticas de la Administración.  Pero no es sano. 

Esta meditación viene a cuento porque la Administración Arévalo o Administración semillera analiza la posibilidad de llamar a una consulta popular para remover a la jefa del Ministerio Público; y, ¡Por supuesto! para después nombrar a alguien de su gusto.

A los miembros del Movimiento Semilla no les importa que, en su oportunidad, fueron sus filas (en asociación con la CICIG) las que blindaronblindaron la jefatura del Ministerio Público para evitar la remoción de una Fiscal General que era de su persuasión.  Ahora que a su Administración no le conviene aquel blindaje están dispuestos a hacer cualquier güizachada con tal de que se haga su voluntad, incluso la de acudir a un truco jacobino.

Lo anterior no debe extrañarnos porque ya habían anunciado que Jalisco nunca pierde; y si pierde, arrebata ¿Te acuerdas de que durante la campaña uno de sus diputados más notables dijo que durante el gobierno de Semilla si no conseguían las reformas que querían, iban a sacar a la gente a la calle? Pues eso. 

Además, la consulta popular está prevista en la Constitución para decisiones políticas de especial trascendencia como las reformas constitucionales derivadas de los acuerdos de apaciguamiento, o la búsqueda de una solución para el tema de Belice, que son de interés general; pero ¿qué trascendencia tiene -como no sea específicamente para quienes ejercen el poder- imponer un Fiscal General a la medida del partido oficial y jugarle la vuelta a la ley mediante la marufia de sacar a la gente a la calle para una consulta.

La Administración Arévalo, ¿tiene idea de cuánto puede costar semejante capricho? No sólo en términos del dinero de los tributarios, sino en términos de desgaste emocional, cívico y político para los electores… y para ella [la Administración semillera, por supuesto].

Prefiero, por supuesto, defender la división del poder frente a un caprichoso juego de tronos.

Columna publicada en República.