¿Por qué no cacareas? dice un verso que creo que es del poeta Xandro Valerio; verso que me parece apropiado para comentar el resultado de las elecciones en Honduras.
En ese proceso, los grandes ganadores son los hondureños que le han demostrado el mundo que es posible detener el deterioro institucional, que es posible evitar que se enraíce la tiranía disfrazada de democracia, y que han puesto en su lugar a Barak Obama y a Hillary Clinton, a la Unión Europea, a los miembros del ALBA y a los pragmáticos que creen que cuando se trata de política, los principios pierden valor. Ganador, obviamente, es Pepe Lobo.
Perdedores son Hugo Chávez y sus títeres; incluyendo a la administración chapina, que tendrá que
tragarse el sapo, y sin hacer malos modos, cuando tenga que reconocer al gobierno electo democrática y legítimamente del
segundo importador de productos guatemaltecos.
El gran perdedor es Mel Zelaya, que puso sus fichas del lado de Chávez y tuvo que ver como es que los hondureños fueron mayoritariamente a las urnas, y que la mayoría de aquella mayoría eligió al candidato del partido opositor. Perdieron los que llamaron a boicotear los comicios.
Perdieron esos ñaques que son la Organización de Estados Americanos y el Parlamento Centroamericanos porque está confirmado que cuando no sirven para nada bueno, sirven a los intereses más oscuros y más mezquinos de gente como Hugo Chávez, Mel Zelaya y otros de esa calaña.
Perdió el socialismo del Siglo XXI, cuyos sacerdotes creyeron que podían aplastar a los hondureños a fuerza de presiones, campañas negras, desinformación, sanciones, y otras tácticas con las que pretendieron anular la voluntad y la legitimidad de un pueblo que se negó a seguir las, instrucciones y consignas que venían de La Habana y de Caracas.
¡Hugo!, ¿por qué no cacareas?