08
Oct 07

La inmundicia

La playa del Puerto de San José el lunes de Pascua, La Antigua Guatemala en la mañana del sábado de Gloria; la playa pública de Panajachel, la Dieciocho calle capitalina en la madrugada de la Navidad; ¿qué tienen en común?

La inmundicia que deja la gente.


27
Ago 07

El bacín de don Quijote

“Váyase vuestra merced, señor, norabuena su camino adelante y enderécese ese bacín que trae en la cabeza y no ande buscando tres pies al gato”, le dice el Comisario a don Quijote, en el capítulo XXII de Don Quijote de La Mancha.

Este bacín, muy parecido al que El Caballero de la Triste Figura usaba en sus aventuras se halla en la Casa Popenoe, de La Antigua Guatemala.

Lo vi ayer durante mi visita a ese magnífico lugar.


26
Ago 07

El palomar y el espíritu emprendedor

Este es el palomar en la Casa Popenoe, en La Antigua Guatemala. La casa fue construida c. 1632-1636; fue destruida por el terremoto de Santa Marta en 1773; fue reconstruida por Fredrick y Dorothy Popenoe en 1929.

Este es un espacio mágico con “apartamentos” para 115 palomas mensajeras, y era un lugar de juegos para los niños Popenoe.

Anoche asistí ahí a un concierto del Dúo Similia, integrado por Nadia y Annie Labrie.

“La Casa Popenoe reta a nuestra mente inquisitiva y genera en ella preguntas sobre las ideas, la pasión, el compromiso; sobre la historia, el arte la ciencia, la belleza, la austeridad, la proporción. ¿Qué papel ha jugado cada uno de estos elementos en el desarrollo humano y en el desarrollo de la civilización?”.

En 1937, Louis Adamic escribió: “He aquí lo mejor del hombre: el constructor, creador; el reconstructor, recreador, que no lucha contra sí mismo, sino contra un adversario más porderoso. La naturaleza le impuso un reto destruyendo su obra; él lo aceptó y levantó de nuevo la casa, quizás mejor que nunca, desafiando a los elementos. Nos encontramos frenta a frente con ese dramático enigma que es el Tiempo, en el que el Hombre, indefenso, participa de manera profunda”.


19
Mar 07

Ya vine de donde andaba

Hace un rato regresé de dar un paseo por el área de Coatepeque. Fue un fin de semana extraordinario en el que conocía gente buenísima y comí cosas deliciosas como miel de garbanzos, pan de leche y pan de huevo, los mejores aguacates del universo, caldo de gallina de patio, atol de maíz negro y jengibre, crema de elote, tacos de cerdo, hígado fresco, tortillas del comal, horchata y otras maravillas.

Lo mejor, sin embargo, fueron las historias que escuché durante estos dos días y que, seguramente, iré relatando algunas poco a poco en este espacio.

El pelo en la sopa, sin embargo, fue la atorazón de tráfico que encontré justo antes del peaje de Marnhos en la autopista al Pacífico. Lo peor de todo es que uno va a caer a esa trampa luego de que ya ha pasado por el desvío a la carretera vieja y por el desvío hacia La Antigua, de modo que uno queda atrapado ahí, sin posibilidades de escape inmediatas.

Afortunadamente justo antes de llegar al peaje pude regresar y volver por Alotenango, Ciudad Vieja y La Antigua, sólo para caer en una nueva trampa justo después de San Lucas Sacatepéquez.

Pregunto: ¿No será posible que a los responsables de estas tonteras no les de por arreglar todos los ingresos a la ciudad capital al mismo tiempo? ¿No será que a los responsables de las carreteras y a los propietarios de la autopista no se les ocurre avisar que habrá atorazón antes de que uno pase por los desvíos que podrían aliviar la situación?

Afortunadamente yo venía en la mejor compañía y por fortuna el fin de semana había sido tan bueno, que las colas de más de tres horas no lograron estropearlo.


27
Dic 06

La Antigua

Vista del Volcán de Agua y la iglesia de San Francisco en La Antigua Guatemala.