10
Dic 11

Mi barrio está de fiesta

Como se acerca la fiesta de Guadalupe mi barrio está alegre.  El mercado, la plaza y la iglesia son los centros donde se lleva a cabo la celebración.  En el mercado tiran la casa por la ventana y hay adornos, música y ambiente de festejo.  ¡¿Cómo iba a ser de otra forma, si es el mercado?!

En la plaza está instalada la feria navideña llena de aromas y colores; y en la iglesia hay bombas y todo tipo de golosinas propias de este tipo de festejos.


25
Nov 11

Celebración del Día de Gracias…y torito

Este año, El Torito le dio un toque especial a la celebración del Día de Gracias en casa. Como en otras ocasiones, amigos y familia nos juntamos a festejar los frutos del trabajo y a divertirnos como micos.  El torito estaba programado para mi cumpleaños numero 50; pero como llovió intensamente toda esa noche hubo que diferirlo y esta fue una ocasión propicia; ya que le dió un toque inusual y alegría extra a la fiesta.

¡Por supuesto que yo quería posar con en torito, aunque no fuera yo quien lo bailara!

Y el pavo, ¡ah, el pavo!…el pavo salió magnífico.  Hermoso, dorado, jugoso, suave, lleno de aromas y sabores.  En casa hemos perfecionado muchísimo el relleno que es mi parte favorita.

A mí me gusta celebrar el Thanksgiving Day porque, ¿a quién no le gusta una comilona epicúrea con la familia y con amigos queridos? Pero, además, aprecio muchísimo su significado profundo. El Día de Gracias, festeja el exito de la libertad, del individualismo, de la propiedad privada.

Antes de que el gobernador William Bradford y los pilgrims abandonaran el colectivismo, no tenían más que escasez y hambre. Pero una vez que optaron por que cada quién fuera responsable de sus siembras y de sus necesidades; y una vez que optaron por un sistema que proveyera los incentivos necesarios para mejorar la productividad y evitar la hambruna, las cosas cambiaron. El colectivismo fue sustituido por la cooperación social y el hambre fue sustituido por la abundancia.

¿Cómo no tener respeto por una celebración así? Este festejo de la vida y de la productividad contrasta con el tipo de cosas que celebramos en otras culturas. Por ejemplo, aquí le damos prioridad al Día de todos los santos (que están todos muertos). Y eso, seguramente, dice mucho de nosotros.

La abundancia, la alegría y el optimismo que caracterizan al Día de Gracias, junto a la compañía de amigos viejos, y amigos nuevos, hacen que esta fiesta sea una de mis favoritas.

¿Y El Torito?

De todos los fuegos artificiales que he visto mi favorito es El Torito. Oí por primera vez de él cuando era niño y mi tía abuela La Mamita me contaba de los festejos populares de cuando ella era niña, a principios del siglo XX.

Cuando ella llegaba a la parte del torito, y de cómo se dejaba ir entre la gente mientras disparaba cohetes y luces, yo me emocionaba mucho. Pero no fue hasta la adolescencia que vi uno en persona. Y desde entonces no me resisto a ver toritos, aunque me correteen.

Fue una experiencia alegrísima el torito en casa.

Por cierto que el de anoche nos lo hubimos en la cohetería Kalimán de la 2a. avenida 20-40, zona 1; teléfono 5709 0997.  Duró un montón y tenía luces variadas y de colores.  Luces que salían disparadas y que daban vueltas.  ¡Un verdadero torito, como debe ser!  Y todos aplaudimos y gozamos mucho de este espectáculo chapín.

Aunque en la primera foto soy quien lleva puesto al torito, en realidad fue un experto quien lo hizo bailar.  Yo sólo posé.

Las fotos son por Así es la vida.


02
Nov 11

Fiambre 2011, !que delicia!

No es por nada; pero el fiambre nos sale delicioso en casa y este año no fue la excepción.

Tengo la impresión de que la celebración del fiambre es el Thanksgiving chapín; porque en est ocasión se celebra la vida -quizás de forma torcida por medio del recuerdo de los muertos- y se celebran la abundancia, y los frutos del trabajo y del emprendimiento.  Ese plato majestuoso, que es el fiambre, sólo puede ser posible como consecuencia de aquellos valores.  Además, como en el Día de Gracias, esta fiesta chapina se celebra y se comparte con la familia y amigos.

A mí, el fiambre me trae recuerdos gratísimos de la infancia, de la adolescencia y de toda la vida.  Mis primeros recuerdos del fiambre eran los de la cocina de mi abuela, Frances; los de la costumbre de mandar a regalar platos de fiambre y recibirlos; el fiambre que me hizo mi madre, sin embutidos, cuando tuve hepatitis; las caras de las personas cuando veían el tamaño del plato que yo me servía; el hecho de que en casa de mi abuela y en la de mis padrs cada quién adornaba su plato como prefería; la primera vez que hicimos fiambre en mí casa; la cara de mi madre cuando aprobó la sazón de ese primer fiambre que hicimos en mi casa; el año en que no pudimos hacer fiambre en mi casa y varias amigas y amigos nos mandaron platos de los suyos; y docenas de recuerdos más.

Hubo un año en el que no se conseguían pepinillos dulces en toda Guatemala, y mi prima, Rita me mandó varios frasquitos -desde Texas- y todavía tengo dos frasquitos sin abrir.  Hubo un año en el que no hubo chiles chamborotes.   El año pasado no conseguí lengua salitrada en ningún lado; pero este año sí.  Este año, por cierto, el perejil colocho estaba más escaso que tulipanes en enero.  La elaboración del fiambre aveces presenta sus dificultades.

Con todo y todo, y lo digo con mucho orgullo, en casa siempre nos sale riquísimo y hermoso el fiambre.  Y este año el postre fue un pan de calabazas magnífico, acompañado por helado de chico, hecho en casa.  Y luego, nuestra cuata, Tonita, trajo moyetes. Mmmmmmm, lehaim!


31
Oct 11

¡Eeeeeeeeeeeh, feliz Halloween!

A mí me gustan las fiestas; y si son de disfraces, ¡mejor! Me gusta, también, el espíritu juguetón de las personas que se disfrazan para las fiestas y que gozan haciéndolo. Por eso me gusta el Halloween.  No porque sea adorador de Satanás, ni nada parecido.

Me gusta, además, porque de niño disfrutaba mucho eso de ir de casa en casa pidiendo dulces. Claro que ahora la inseguridad le ha quitado encanto a esa práctica; pero recuerdo con mucho cariño mis noches de Trick, or Treat,que los chapines hemos convertido en Trico Trico, o en algo parecido. Esa mala traducción le ha quitado sentido a la frase que, en realidad, significa que si no quieres que te haga un encantamiento, tienes que darme una golosina…o algo parecido.   Yo me siento incómodo con otras formas de extorsión; pero no creo en los encantamientos, y entiendo que esto no es más que un juego.

Claro que nunca faltan los patanes que manchan puertas y paredes; pero eso es otro par de zapatos que tiene que ver con la falta de educación, no con la naturaleza lúdica de la fiesta.

Ahora está de moda quejarse del Halloween porque hay gente que dice que es cosa del diablo, queja que me parece tan absurda como el tema de los encantamientos.  ¿Qué de diabólico puede haber en un montón de críos pidiendo dulces?   El hecho es que eso es lo único que les importa a los niños.  ¿Y a los grandes? Pues a los grandes nos gusta la parranda…¿y qué?  El diablo no tiene que ver con el placer, ni con la alegría, sino con las llamas y el olor a azufre.

También está de moda quejarse del Halloween porque es una fiesta extranjera.  ¡Como si nuestras fiestas más características no fueran extranjeras!  La Navidad y la Semana Mayor las trajeron los curas españoles a fuerza de hierro y pólvora.  Y lo mismo se puede decir de la Fiesta de Todos los Santos (la mayoría de los cuales son europeos) y de la del Día de los Muertos.  Y nadie se quejó cuando la Semana Mayor fue declarada Patrimonio Nacional, ¿o sí?  Además, ¿cuál es el criterio para decir qué fiesta es nuestra? ¿Quiénes somos nosotros?  Todo esto es un disparate enraizado en esa perversión que es el nacionalismo; o en esas otras peores que son el racismo y el chovinismo.

El Año Nuevo, en el primer día de enero, es una fiesta extranjera; la fiesta de Esquipulas, en enero, no es más local que la Navidad y la Semana Mayor; el 1 de mayo conmemora una masacre en los Estados Unidos de América; El 30 de junio celebra la Revolución enraizada en el constructivismo francés; el 15 de agosto (y todas las fiestas patronales) tiene sus orígenes donde los tienen el 25 de diciembre y el 15 de enero;   y así nos podemos ir fiesta con fiesta.  Y las fiestas mayas, ¿cómo sabemos que no tienen orígenes olmecas, toltecas, o teotihuacanos?  ¿Hay algo que sea 100% puro chapín? ¿Qué es ser 100% chapín?

La búsqueda de la pureza cultural, así como la de la pureza étnica, es una quimera más espantosa que cualquier niño disfrazado y con sobredosis de azúcar. En vez de enconcharnos en la aldea, o en la parroquia, seguramente sería mejor que nos enriquecieramos con las experiencias culturales que nos ofrece este mundo que es un pañuelo.  ¿Por qué no? Mientras más fiestas y más alegría, mejor.

La ilustración es la calabaza que hizo @MasDubi


25
Oct 11

Medallas, excelencia y celebración

¡Albricias! Erick Barreondo, Jamy Franco, Mirna Ortiz, Jean Pierre Brol, Sergio Sánchez, Kevin Cordín, Andrei Gheorghe, Juan Maegli, Jason Hess, David Herández y Stuardo Solórzano obtuvieron medallas de oro, plata y bronce durante los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011.

Celebro los éxitos y la excelencia de estos atletas excepcionales que deberían ser ejemplos e inspiración para otros jóvenes que -en el deporte, en las artes, en las ciencias, en empresas y en otros campos de la acción humana- persiguen sus sueños y se comprometen hasta alcanzarlos.

Si la excelencia es una calidad superior que hace a las personas o a las cosas dignas de singular aprecio o estimación. Y la excelencia en el deporte fuera la calidad de las  actuaciones de quienes, como deportistas, se sitúan habitualmente por encima del simple cumplimiento material y rutinario de su deber, constituyendo ante todos un ejemplo vivo de vida coherente, aquellos campeones son la crema de la crema.  Para ellos y los que son como ellos es el consejo de John Galt:  En nombre de lo mejor que hay en tí, no sacrifiques este mundo a los peores…El mundo que deseas puede ser ganado, existe, es real y posible; es tuyo.

Como escribió el maestro Friedrich A. Hayek, solamente podemos juzgar con cierto grado de seguridad el valor del resultado, no la cantidad de esfuerzo y cuidado que ha costado a diferentes hombres el logro final; y los atletas citados han demostrado resultados apropiadamente expresados en oro, plata y bronce.

Contrastan, los resultados excelentes de los medallistas, con los miserables y decepcionantes fracasos de la Seleccion Nacional de Fútbol, en la que se invierten platales sin que sea capaz de ofrecer más que una que otra llamarada de tusas.


21
Oct 11

¡Los ayotes anuncian las fiestas!

Los majestuosos ayotes anuncian las festividades guatemaltecas del fin de año.  El dulce de ayote es compañero inseparable del Fiambre; plato rey de la comida chapina y propio de Día de todos los Santos.  A estos dos los acompañan, también, el dulce de jocotes y las torrejas y moyetes.

Esta festividad es la primera de las de fin de año y va aparejada con el Día de los Muertos que, en Guatemala, se confunden y se mezclan en el 1 de noviembre.

El dulce de ayote se prepara con rapadura o panela, clavo y pimienta gorda.  A mí me guta muchísimo.


20
Oct 11

100 años de la República de China Taiwán

You Rise Me Up, fue el tema que Usay y el Fullfilment Ensamble, de Taiwán, les dedicaron a las víctimas del temporal en Guatemala anoche, durante la celebración de los 100 años de la República de China, en el Teatro Nacional.

El grupo, dirigido por Evelyn Huang protagonizó una velada encantadora con música taiwanesa con arreglos de Zhe-Yi li, entre otros; y música de Dvorak, Boccherini, Gardel y Piazzola.  Sin haber faltado Luna de Xelajú.    Las notas dulces del pi-pa y la flauta china se combinaron con marimba, violines y cello.


18
Oct 11

Quinto aniversario de “Carpe Diem!

Este espacio -intolerante con el colectivismo, políticamente incorrecto y epicúreo- cumple cinco años desde el viernes pasado.

Los cumple bien, gracias a tí.  Estos cinco años no han sido cualesquiera ya que, por medio de este espacio, he conocido mucha gente generosa y cariñosa; y he disfrutado posteando casi, casi, todos los días. Permítaseme, pues, celebrar lo que es bello,  lo que es bueno y lo que es pacífico en el primer lustro de Carpe Diem, el Blog.


17
Oct 11

“Pizza nite”

El viernes fue pizza nite en casa… y el miércoles también.  La de la foto es la del viernes; una pizza deliciosa con champiñones, mozzarella, parmesano y la salsa de la casa que hemos estado perfeccionando.

El miércoles, sin embargo, fueron cinco porque celebramos con un grupo de amigas queridas.  Hubo de rodajas de tomate y hojas de berrros, de anchoas, de lorocos, Margherita con ajo y con champiñones.  Todas con mozzarella.

No recuerdo cuándo y de dónde comí mi primera pizza; pero podría apostar a que fue ca. 1970 y que era de Ovopast, la pizzeria y rosticeria que quedaba en la zona 9, junto a donde entonces estaba el Supermercado La Puerta del Sol y donde ahora hay una tienda de equipo eléctrico.

Con mis padres salíamos del supermercado y pasábamos comprando una pizza que comíamos en casa. No muy lejos de esa fecha, debo haber probado la de Vesubio, que íbamos a comprar a su restaurante original en la zona 4, que todavía existe. Generalmente, cuando levaba pizza, mi padre cantaba una canción de Dean Martin que decía: When the moon hits your eye/like a big pizza pie/ that´s amore. Y a principios de los 90 también me gustaba mucho la de hongos de un lugar que ya no existe y que se llamaba Boloña.

A mí, las pizzas me atraparon desde aquellos primeros momentos. Aunque no hago la masa, me gusta mucho pensar en las combinaciones y tengo mis favoritas. Aveces las hago con salsa, y aveces las preparo con tomates rodajados. Mis preferidas, que elaboro en casa son: la de anchoas, que he descubierto que si uno mezcla las anchoas con el mozzarella, en vez de sólo esparcir los pececillos, es mejor;  la de flor de izote y la de lorocos (que, por recomendación de mi amiga Marialys, esta última es mejor con queso ricotta, que co nmozzarella); me gustan mucho la que hago con hongos Shitake y la de aceitunas negras; y también una con hojitas de berros. Sobre mis pizzas, aveces me gusta esparcir finas rodajas de aguacates.

En la ciudad de Guatemala, mis pizzas comerciales favoritas, en orden descendente, son: cualquiera de Pasta e Basta; y la Enzo y la Amore mio, del Vesubio de la carretera a El Salvador.

La pizza me gusta acompañada con cerveza, con vino tinto, con Coca-Cola, o con Grapette.


15
Sep 11

Alegres las fiestas de Independencia


Desde hace ratos descubrí el encanto de las fiestas de Independencia.  Primero asistía al monumento a los Próceres u Obelisco, porque ahí se juntaban los grupos de barrios, familias, amigos, colegios y escuelas, iglesias, empresas, equipos deportivos y toda clase de gente a encender sus antorchas y llevarlas a sus lugares de origen; algunas veces en la ciudad, y otras en poblaciones lejanas.

Esa era una fiesta bastante espontánea en la que la gente se divertía con muchísimo entusiasmo.   La gracia era, siempre, la de pasarla bien.  Ya fuera mojándose con los cuates en la fuente del monumento, o participando en alguno de los grupos de antorchas.

La fiesta en el Obelisco se estropeó cuando la Administración dispuso tener una participación directa en ella y dispuso organizarla.   Los burócratas prohibieron que los chicos se metieran a la fuente y llevaron grupos musicales y artistas que le arrancaron lo espontáneo y la calidez humana a la celebración.

Desde el año pasado prefiero pasar la fiesta en el Parque Central o Plaza de la Constutición en donde -a pesar de que hay actos oficiales- la celebración conserva su carácter popular y encantador.   Ahí hay bandas escolares, grupos que llevan antorchas, una ceremonia para izar la bandera y, a pesar de que los escolares son sometidos a la propaganda de los pólíticos de turno, domina el animus juvenil de gozarla y pasarla bien.

Por eso es que, cuando empezaron los discursos, lo que se me vino a la mente fue la siguiente frase: ¡Colom y Espada, esta es la juventud a la que le fallaron!

En estas fiestas, los niños son los más beneficiados.  Ellos se gozaban a los personajes que llevó el Ejército que incluían un soldado vestido de Jeep; un grupo de soldados que acompañaban a una ardilla; y otros más.  Los niños se gozan las golosinas y las bandas.  La fiesta es para los que tenemos alma de niños.

Este año dispusimos cenar en el Centro con la esperanza de que menguara el tránsito; y, por casualidad nos dimos con Foto 30, una iniciativa creativa que le añadió un toque especial a las fiestas. La misma consistió en una serie de exposiciones fotográficas, actividades, música y diversión.  ¡Hubo torito y quema de globos en la Sexta Avenida!

En la galería NOA visitamos Alienación, una muestra colectiva de fotógrafos chapines que incluía fotos por los cuates Rudy Girón y Andrea Aragón.  En Incubador zona 1 encontramos la muestra ¡Cataplum!, por Andrés Asturias; y en Proyectos Ultravioleta encontramos Vestidos para expresar, por Byron Mármol.  Paramos encaramados en el tejado, con una vista inusual de la antigua Calle Real.  Sobre NOA encontramos, Casa Azul,  una tienda encantadora de tchotchkes mexicanos que vale la pena visitar.

Ahora, espero el próximo 14 de septiembre para ver qué sorpresas encuentro en esta que es una de mis fiestas chapinas favoritas.  Las fotos que ilustran esta entrada no son muy afortunadas porque no llevaba mi cámara y tuve que usar la del móvil; empero, creo que reflejan el ambiente festivo y juguetón de la ocasión.