21
Nov 19

¡Chicle de verdad!

Cuando yo era niño (en el siglo pasado) los chicos o chicozapotes, con frecuencia traían chicle natural adherido a sus semillas.  Por supuesto que es un chicle insaboro; pero a mí me maravillaba la idea de que de ese material se hacían los chicles, o gomas de mascar,  que uno compraba en las tiendas.

Chicle natural que hallé en mi chico del desayuno.

Lejos estaba de saber que los chicles de las tiendas ya no se hacían con el chicle de los chicos.  Lejos estaba, de saber que -en pocos años- los chicos con chicle se harían más y más raros y que prevalecerían nuevos injertos con dos ventajas: menos gusanos (porque los chicos naturales solían traer gusanos) y nada de semillas.

Alejandro y Darwin con un bloque de chicle natural, en La Florida, Petén.

Cuando viajé a E Mirador, la primera noche en la selva la pasé en La Florida, un sitio arqueológico que también es un campamento de chicleros; y ahí vimos cómo cocían el chicle en peroles y nos mostraron bloques de aquel material.  Entonces me acordé de a novela Guayacán, del guatemalteco Virgilio Rodríguez Macal, libro que -si te gustan las aventuras en la selva- te recomiendo leer.

En fin, de cuando en cuando me topo con chicos naturales (especialmente gracias a mi amiga, Lucía) y me alegro mucho cuando en ellos encuentro pedacitos de chicle; y ese fue el caso del chico que comí hoy en el desayuno.


17
Sep 19

Frijoles blancos, de Pachalum, con espinazo

Desde hace ratales andaba yo con antojo de frijoles blancos con espinazo; y el día que pasamos por Pachalum, compramos unos frijoles en el mercado de aquella poblacion. Muy atinado que hoy, el día de mi cumplelaños 58, sea esta la entrada que publico.

Hacer frijoles blancos con espinazo es más fácil decirlo que hacerlo.  En buena parte porque no es fácil encontrar buen espinazo; a tal punto de que Raúl fue a buscarlo a Santa Catarina Pinula, población que es famosa por sus chicharrones, sus carnitas y su carne de cerdo.

Frijoles blancos de Pachalum con espinazo de Santa Catarina Pinula.

El recado para este platillo tradicional se hace con tomates, cebollas y ajos asados; el caldo se sazona con laurel y tomillo y el toque característico (que hace que uno viaje en el tiempo) es el toque de cominos.    Los frijoles blancos se pueden hacer con costilla y sin cominos; pero entonces no es mágico, ni te lleva a las mesas de la casa de mis padres, o a las de mis abuelas. El aroma de los frijoles cociéndose con espinazo y sazonados con cominos es una experiencia que sólo es superada por el sabor y la textura. Raúl dirigió la preparación y yo fui un sous-chef eficiente.

De paso, los frijoles blancos siempre se me han hecho como para el desayuno en una película de vaqueros.  Así que, me di el gusto de comerlos también para ese tiempo de comida, acompañado de huevos fritos y servidos en plato de peltre, junto a un pocillo de metal con café.

Huevos fritos, con frijoles blancos y café. Desayuno de película de vaqueros.

¡Me alegro mucho de haber comprado los frijoles y de haberlos preparado como manda la tradición! Y me alegro de haber pasado por Pachalum al volver de nuestra excursión a Joyabaj.


10
Sep 19

Pinol de Pachalum

Pollo con pinol de Pachalum, Quiché,  acompañado por buen arroz y buen aguacate. ¡Que delicia!

Pollo con pinol de Pachalúm, Quiché.

La historia es que, cuando regresamos de Joyabaj lo hicimos por Pachalum (como era el plan original de ida). Para hacer honor a la tradición nos paramos en el mercado y compramos una bolsa de pinol. La señora que nos lo vendió nos dijo que sólo se añadía al caldo de pollo con recado y ¡Ya!  Hace unos días asé tomates, cebollas y ajos, hice un recado y se lo añadí al caldo de pollo según las instrucciones…y salió delicioso, pero delicioso el pollo en pinol.

Yo ya había comido el pinol de San Juan Sacatepequez, preparado por las manos virtuosas de doña Olga Chajón; y aunque también es delicioso, es distinto al de Pachalúm.  El de San Juan es más delicado, en tanto que el de Pachalum me recordó -alguito- al ras-al-hanout.

De cualquier manera, me gocé mucho el pollo con pinol de Pachalum y si alguna vez andas por ahí te recomiendo que compres una bolsita.  En ese mercado también compramos frijoles blancos que luego te cuento cómo nos quedaron en casa.


07
Sep 19

¡Higos, deliciosos higos!

¿Vas a creer que nunca había comido higos maduros? Claro que he comido higos en miel, e higos secos.  Incluso, una vez, hice mis propios higos en miel.  Los higos me encantan y sólo hasta hace unos días los comí maduros.

Higo maduro con su color característico.

Una vez estuve cerca, hace añales, porque mi tía Adelita tenía una higuera en el jardín del Hotel Cacique Inn y me mostró tres higos galanes que estaban por madurar.  Pero no llegué a probar porque los pájaros se me adelantaron.  Esta historia, ahora, me recordó que mi abuelo, Jorge, cubría con bolsas de papel Kraft sus aguacates, para que los pájaros no se los comieran.

Higos maduros listos para ser disfrutados.

De vuelta a los higos, no te imaginas la alegría que me dio probarlos.  Su sabor es extremadamente delicado y entiendo por que es que es más rico comerlos en dulce, o secos.  ¿Sábes que otra cosa me encanta? La miel de hojas de higo, sobre todo sobre panqueques, o sobre waffles.

Por otro lado, Figueroa, mi apellido, viene de higo.  Higo, figo, Figueroa.


24
Jun 19

El desayuno incluyo tortillas negras

Mi desayuno de hoy incluyó las deliciosas tortillas de maiz negro que tanto nos gustan en casa y que no conseguimos con facilidad.

Las tortillas de maiz negro tienen un sabor ligeramente más dulzón que las de maiz blanco.

La primera vez que ví tortillas de maíz negro, yo iba -con mi tía Adelita-  rumbo a San Juan Ostuncalco. En algún pueblo del camino mi tía le pidió a su chofér que se detuviera y que fuera al mercado a comprar algo para comer. ¡Y Baltasar volvió cargado con tortillas y queso!

Vas a creer que me llevé una decepción; porque cuando Balta abrió la servilleta con tortillas eran oscuras…casi negras; y yo nunca había visto tortillas de ese color. Las había visto blancas, por supuesto; y las había visto amarillas, que dan hambre y son hermosas. Pero estas, me dije, de plano que están enmohecidas. Y me pregunté: que qué le habría pasado por la cabeza a Nuca, para comprar semejantes tortillas con moho.

Mi sorpresa fue grande cuando mi tía abuela preparó tres tortillas y nos dió una a cada uno. Ese fue el momento que escogí para preguntar si las tortillas estaban buenas. Y grandes fueron las risas de la tía Adelita y de Nuca cuando cacharon lo que estaba pasando. Y sobra decir que quedé grandemente azareado.

Por supuesto que el sabor de las tortillas de maiz negro con queso era delicioso; y, desde entonces, siempre que hay tortillas negras me las gozo mucho. Su sabor es ligeramente más dulzón que el de las de maíz blanco, que son las más comunes.

Actualización: Pregunté a los lectores de @luisficarpe diem si han comido tortillas de maíz negro y 65 respondieron la consulta. De ellos 59 respondieron que sí y que les gustan; 4 dijeron que no, pero que las quieren probar;y 2 respondieron que no les gustan las tortillas.

¡Que alegre que a la mayoría le gustan las tortillas de maíz negro!


17
Jun 19

Las abejas me alegran

De cuando en cuando una abeja cansada, o dos, cae en mi balcón y si tiene suerte me doy cuenta y le preparo agua con miel para que beba, se reponga y alce el vuelo.  ¡No te imaginas la alegría que me da cuando veo que vuela y se va!

A veces llegan abejas cansadas a mi balcón.

En casa siempre hay miel de abejas y la usamos para comer panqueques, waffles y crepas, para comer con bananos, para comerla como golosina y para cocinar.  Siempre andamos en busca de mieles y preferimos las que tienen sabor amaderado.  ¿Sábes qué es delicioso? Comer la miel con una astilla gruesa de madera recién cortada. ¡Que cosa rica el buen pan francés con miel!  ¿Has comido queso chancol, o queso manchego con miel?

Desde que en quinto, o sexto grado de primaria estudié a las abejas, las colmenas y la miel -en la clase de Ciencias naturales, agropecuaria y salud y seguridad- con Miss Estercita, valoro mucho el trabajo de las abejas.  Pero ya antes, desde la preprimaria cuando mi abuelo Jorge volteaba la botella de miel y subía la burbuja y él decía que era el paracaidista, la miel llamaba mi atención y despertaba mi imaginación.

Una vez, recuerdo muy bien que estaba en Primero básico, estaba viendo un documental de abejas en casa de mis padres y me entró un deseo irresistible de comer miel.  Fui a la despensa y me llevé la sorpresa de que no había miel de abejas.  Había de maple y de caña en el refrigerador, ¡Pero no había miel de abejas!  Lo que se me ocurrió fue dirigirme a la casa vecina de una amiga de mi abuela, y pedir que me regalaran miel.  ¡Así me quité el antojo!…y decidí que nunca debe faltar aquel producto en mi casa.

Las abejas se recuperan cuando les doy miel y agua.

Gracias a mi amigo, Bobby, cuyo padre tenía colmenas en Amatitlán, una vez –ca. 1979- participé en el proceso de sacar las colmenas, ponerlas en la extractora centrífuga y extraer el producto precioso y dulce elaborado por las abejas.  Me gocé lamer y chupar trocitos de colmena.

¿Cuándo fue la última vez que me picó una abeja? Creo que fue cuando estaba en Quinto año de primaria, minutos más, minutos menos, y fue en la finca Florencia durante un día de campo con mi familia, durante la temporada en la que mi papá corría en moto. Creo recordar que mi abuela me puso tabaco en la picadura, luego de sacar el shute de la abeja que me picó.

Hoy celebro a las abejas y al magnífico producto de sus afanes.


09
Jun 19

¡Ancas de rana!

¿Por qué es que no las había probado antes? Quizás porque nunca se presentó la oportunidad.

Mi sobrino, Andrés, trajo unas a casa y dispusimos prepararlas.  Con mi mamá las pasamos por leche, las rebozamos en harina con sal, pimienta abundante y algo de perejil picado y las freímos en aceite de oliva.  Previamente hice un all-i-oli que sirvió de acompañante perfecto.

¿Cómo son y a qué saben las ancas de rana? Pues…¡sorpresa!, a alitas de pollo.  Yo quedé convidado, como decía mi abuela porque son divertidas y porque salieron riquísimas.  Las comimos para agarrar fuerzas antes de preparar el almuerzo del sábado.

¿Donde las consigues? Teléfono 2206- 4500.


22
Abr 19

La alegría de comer el bacalao

Para mi gusto, el bacalao es el rey de los platos de esta temporada; y cómo me gozo el que preparamos en casa.

Lo hicimos desde la noche del sábado.  Asamos los tomates y los chiles guaque y pasa.  Freímos las cebollas rodajadas finamente y los ajos picados finamente en aceite de oliva en cantidad generosa, añadimos el pescado previamente desalado y desespinado.  Sumamos la salsa de tomates y chiles licuada; y agregamos los chiles del piquillo en tiritas, las aceitunas y las alcaparras para luego dejar hirviendo el pescado durante por lo menos una hora en fuego lento.  Por último un toque de azúcar moreno, un toque; y un poco de aceite de oliva adicional no está de más.

La receta que hacemos en casa está basada en la de mi abuela, Frances, y en la de mi bisabuela, Adela.

Desde niño me gozaba mucho la textura y el sabor característicos de este pescado preparado hábilmente por mis abuelas y luego por mi madre, basadas en la receta de mi bisabuela, Mami.  Cada receta con su carácter propio, pero enraizada profundamente en una tradición larga.

Me gusta comerlo caliente, al tiempo y frío.  Acompañado por arroz  (y este año, como el año pasado,  lo acompañamos con aguacate y fue buenísima idea).  Este año un buen Merlot le hizo compañía.  Y si es de boca, en la noche, con un buen whisky. Es una delicia remojar pan francés, de horno de leña, en esa salsa intensa.

Me gusta comer el bacalao en un ambiente ceremonioso y festivo.

En casa nos gusta que el de ayer fuera un almuerzo ceremonioso, que subraye el carácter festivo de la  ocasión en la que se comparten los alimentos, las risas y los buenos recuerdos. En el que se celebran la fertilidad y fin de las noches largas.


17
Abr 19

¡Waffles con jarabe de maple añejado en barriles de whiskey!

Ya se que no es de temporada; pero tenía un antojo y hoy me lo quité: Waffles con tocino y jarabe de maple añejado en barriles de whiskey.

La mera verdad es que los waffles me salen muy bien.  Uso la receta de mi bisabuela, Mami y los hago en su wafflera marca Universal de ca. 1924.

Si te gusta el jarabe de arce, este que es añejado en barriles de whiskey te va a gustar mucho, mucho más ya que el sabor amaderado y el del licor elevan la experiencia.

Por cierto que el whisky es escocés; en tanto que el Whiskey es estadounidense, o irlandés.  En este caso, como la miel viene de estado de Washington los barriles son de Whiskey.


19
Mar 19

Plátanos en gloria

El de plátanos en gloria es uno de mis postres chapines favoritos.

Los plátanos en gloria son comfort food.

Los recuerdo muy bien en las casas de mis abuelas y en la de mis padres.  Son comfort food y vienen acompañados de nostalgia y de buenos momentos. Los prefiero fríos pero son sabrosos calientes.  Aunque la preparación influye mucho en la calidad del plato, el tipo de plátanos tiene mucho que ver con el resultado final; y estos de la olla son de 100 puntos, plátanos de la costa sur, suaves y aromáticos.

En casa los hacemos con miel de azúcar, canela en raja, migas de champurradas y un toque de leche.  Mi madre dice que los de ella no llevan leche; y una lectora me contó que con Colombia, sustituyen la leche con gaseosa de fresas y que allá los llaman plátanos en tentación.

Estoy esperando la cena con ansias para disfrutar este postre.