No es cierto, nunca he ido a Managua y ciertamente no me enamoré allá; pero cuando mi padre trabajaba para el Incae, él viajaba allá con frecuencia y a veces cantaba la canción que le da título a estas notas. De Nicaragua nos vinieron las carpas después del terremoto del 76. La diáspora nica, después del 79, me proveyó con buenos cuates y me encantan el queso frito y la semilla de jícaro.
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Hace unos años, cuando leí que un empresario chapín decía que las condiciones para los negocios eran muy favorables en Nicaragua debido al consenso entre el sector privado y el régimen de Ortega/Murillo; y que estaba impresionado por la sofisticación, la cultura de diálogo, la seguridad y el respeto a la institucionalidad que había allá, pensé que si algo deberíamos haber aprendido –en el siglo XXI– acerca de las tiranías del siglo XX es que las del siglo nuevo eran iguales a las del pasado pero más aburridas, como dijo J.M. Aznar, porque ya sabíamos en qué terminaban.
En eso pensé cuando vi la manifestación de madres del miércoles pasado, y en aquello he pensado cuando he estado viendo que los jóvenes, que nada tuvieron que ver con la llegada de Ortega/Murillo al poder, son los que tienen que salir a la calle y darse en la madre con gorilas que disparan a matar para defender el régimen y la revolución.
Muchas personas son blandas con gentes como Ortega/Murillo cuando se pueden beneficiar del poder que ejercen y cuando ignoran el consejo de B. Franklin en el sentido de que “aquellos que renuncian a la libertad para comprar un poco de seguridad, no merecen libertad, ni seguridad, y acabarán perdiendo ambas”.
Lo malo es que ese pragmatismo, que cree que antes que estar del lado de los principios hay que estar del lado de “la historia”, nos lleva a todos entre las patas. El pragmatismo que creyó que podía apaciguar y convivir con gente como Ortega/Murillo, o Maduro/Cabello, el que cree que podrá hacerlo con AMLO -y el que coquetea con Podemos, o Morena, o el chavismo- cuesta vidas de jóvenes cuando no queda otra que salir a las calles.
Columna publicada en elPeriódico.