Ahora que la gasolina anduvo por Q20 el galón aumentó el consumo de ese combustible y se redujo el contrabando del mismo. ¿Que podemos aprender de esto? Mucho y muy bueno.
Aprendemos que cuando algo es bueno y barato la gente lo consume más que si es bueno y caro. Cuando la gasolina está barata más gente usa su vehículo ya sea para trabajar, o para su esparcimiento. La calidad de vida de esa gente mejora si usa su propio vehículo porque el transporte colectivo es menos seguro, cómodo y confiable que el vehículo propio; y porque es sabroso salir a pasear en el vehículo propio. Muchos se quejan porque se incrementa el tráfico a causa de la mayor cantidad de vehículos; pero es un poco mala taza pretender que la gente no use su auto y que se le impida hacerlo a fuerza de un precio elevado artificialmente con el propósito de que no haya más tráfico (como oí que sugerían algunas personas). La gente de recursos más modestos es la que más se beneficia con los precios bajos de la gasolina ya sea porque le permite ahorrar en combustible, o porque le permite darle más uso a su vehículo.
Tu ya sabes que eso que la gente llama contrabando no es más que una consecuencia de las barreras políticas contra el comercio libre; luego, aprendemos que cuando el precio baja (especialmente si es un precio político), también se reducen los incentivos para el contrabando. Aprendemos que si el comercio ilegal es más costoso que el comercio legal, el primero tiende a desaparecer. Por eso es que cuando suben los impuestos para combustibles, licores, cigarrillos, electrodomésticos y otros artículos (para mencionar unos), también aumenta el trasiego. Los impuestos encarecen artificialmente las cosas; y los precios altos artificiales son una invitación al tráfico ilegal (que no ilegítimo) de mercancías.