El fútbol, la decepción y el socialismo

Maracana

Mire cuántos miles de millones se gastaron en la Copa [mundial de fútbol] y cuánto nos tocó a nosotros, dijo un brasileño aficionado al balompié al lamentarse y expresar su decepción por aquel campeonato que se celebrará próximamente en Brasil.  Como casi cualquier brasileño -y casi cualquier latinoamericano- Tarciso Monteiro vive aquel deporte con pasión intensa…pero hubiera querido su parte.  La historia puedes leerla en The Wall Street Journal Americas, publicado en el diario Siglo 21 de hoy.

Pero…¿a qué parte se refiere Monteiro?

En principio, y desde una perspectiva superficial, uno podría pensar que es un poco absurdo que las personas esperen una parte de lo que se gane en dinero como consecuencia de una Copa del mundo.  Pero el asunto tiene sus aristas.

Si una empresa privada organizara el campeonato (sin entrar en connivencia con el sector político), los accionistas de esa empresa recibirían su parte alícuota de las ganancias (o cargarían con su parte alícuota de las pérdidas).  Pero son los estados los que organizan los campeonatos y lo hacen con dinero de los tributarios.  Como en casi toda aventura estatista -en el que se usa dinero ajento tomado por la fuerza- los tributarios que aportan directamente al financiamiento de la aventura no reciben ganancias; pero si las hubiera, sí que pagarán las pérdidas porque estas se socializan por medio de los impuestos.  Y si los que pagan directamente las aventuras -o sea los que pagan impuestos directos e indirectos- no reciben ganancias, ¡menos las van a recibir los que pagan impuestos indirectos, o tienen la impresión de que no los pagan.  Para ellos niente.   El gusto de participar en la fiesta sí, claro.  Y la goma del día siguiente, ¡también!

Los gobiernos socialistas de Brasil han hecho exactamente lo que el estatismo hace en estos casos: se embarcó en una aventura inmensa, y está haciendo lo que hacen los gobiernos colectivistas: les pasa la factura a todos y sólo unos (los de la foto) serán directamente beneficiados.  Los demás tendrán que contentarse con el espectáculo y la euforia colectivas.

Los socialistas, empero, no tienen derecho a quejarse por las reacciones hostiles de la gente en Brasil.  Total…por medio de los sistemas educativos e informativos que controlan, han entrenado a la gente a esperar que se les de, que se les preste, y que se les regale….¡aún a costa del amado fútbol! y ¿¡aún a costa de la adorada Copa del mundo!?

Foto del estadio Maracaná por Jcsalmon (Own work) [GFDL (http://www.gnu.org/copyleft/fdl.html) or CC-BY-SA-3.0-2.5-2.0-1.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)], via Wikimedia Commons

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  1. Geraldine Pearse

    Brasil no se debió haber metido a semejantes gastos aunque ya se crean del primer mundo.