Hoy, para el desayuno, hice waffles con la receta de mi bisabuela (Mami) y en su waflera art deco. El aparato es una waflera de marca Universal ca. 1924 que extraña y afortunadamente sobrevivió a más de 90 años de mudanzas y calamidades.
Ya domino el arte de hacer waffles (gracias a consejos de mis cuates Grete y Rodrigo) y en esta ocasión los comí con miel pura de maple y con Spam. Me enteré, por cierto, que en español a los waffles se les dice gofres; pero sospecho que esa es una palabra que no usaré mucho ya que no me conecta con mi niñez, ni con los domingos de waffles en casa de mis padres. Tenía añales de no comer Spam; pero la semana pasada compré una lata y me lo he estado disfrutando poco a poco. También es algo que me trae muchos buenos recuerdos.