Los agentes de la Policía Nacional Civil duermen en condiciones carentes de comodidad y de higiene; y en algunas comisarías, las áreas de descanso son construcciones de láminas, sin piso, ni ventanas. La improvisación, la ausencia de profesionalización, la infraestructura débil y la falta de presupuesto son característicos de la PNC…como lo son en las áreas de justicia, educación y salud, para citar unos ejemplos.
Pero esto no es nuevo. Ahora bien, lo que a mí me llamó la atención en esta foto es la fuente de cuatro pisos (¡cuatro, hagame usted el favor) y las bancas que le hacen juego. Si la PNC no tiene equipo técnico, ni apoyo profesional, ni un lugar decente para dormir, ¿qué necesidad hay de una fuente kitsch?
Yo digo que este es un ejemplo más -por si hacía falta- de la mala administración y del desperdicio que prevalecen en el sector público. Yo digo que, el problema de la administración pública no es falta de recursos (porque sí tenían para comprar fuentes y bancas); sino la falta de dos dedos de frente para establecer prioridades y para cuidar el dinero de los tributarios. Y no está de más preguntar: ¿alguien obtendría una comisión por comprar la fuente y las bancas? ¿Dónde se compran las fuentes y las bancas para la PNC? ¿Quién decide que comprar fuentes y bancas es más importante que equipo técnico? ¿Por qué?
La foto es cortesía de la PNC y fue publicada por Siglo Veintiuno.