Jonny Quest también era una de mis favoritas…y recuerdo muy bien los capítulos de Egipto y del Mar de los Sargazos. Me gustaba mucho por las aventuras.
nostalgia
10
Mar 12
Caricaturas y series favoritas: Jonny Quest
10
Mar 12
Caricaturas y series favoritas: El pequeño Adam
Hoy amanecí con ganas de hacer una colección de mis caricaturas y series favoritas de cuando era niño; y empiezo con El mundo del pequeño Adam que es una de las más queridas. me gustaba mucho, cuando yo tenía unos 5 ó 6 años de edad. Nótese lo moderno de las naves espaciales. El programa era sobre cosas científicas y viajes espaciales; y siempre concluía cuando Adam le hacía una pregunta a Wilbur (el chico de los anteojos); y este contestaba: Eso, pequeño Adam, es otra historia.
06
Mar 12
¡Cien años de Oreo!
Cool!! Hoy se cumplen 100 años de Oreo, mis galletas industriales favoritas. ¿Sabes? Recuerdo perfectamente la primera vez que vi un anuncio de Oreo en la tele. Yo tenía unos 5, o 6 años de edad y estaba enfermo con gripe. Era un anuncio de un muchacho que caminaba en la calle y comía sus galletas.
Cada quién tiene su forma favorita de comer Oreo; y yo tengo varias: La primera es girando ligeramente ambas partes para separarlas. Luego empujar el relleno con una de las galletas y comer primero el relleno. Luego remojar cada una de las galletas, en leche. La otra forma es remojar las dos galletas y el relleno en la leche. Para mí, Oreo y leche son inseparables.
Cuando estudiaba en la University of Maryland y regresaba de parrandear, me gustaba pasar a la tienda de conveniencia que quedaba a unas cuadras de mi casa y comprar leche y Oreo para antes de dormir. Aaaaah, y me encantan los Oreo Madness, de Friday´s.
Gracias a Así es la vida por la foto que, por cierto, fue tomada con un vaso de los que se usaban en la casa de mis padres en los años 70.
06
Feb 12
Falleció don José Luis Alvarez
Para los que frecuentamos La Antigua la imágen del maestro José Luis Alvarez y su caballete era inconfundible. También lo son sus extraordinarios paisajes en los que los colores y la luz se funden a través de su espátula y de sus manos magistrales.
A don José Luis lo ví, por última vez, en 2009 mientras pintaba serenamente en la Casa Popenoe, de La Antigua. A él se lo recuerda, también, porque el anverso de los billetes de Q50 está ilustrado con una alegoría del corte del café, que es obra suya.
Don José Luis falleció ayer, en su querida Antigua, luego de haber estado muy enfermo. Sin embargo, deja un legado inmenso y se cuenta entre los grandes artistas chapines de la plástica.
05
Feb 12
Cosas que ya no hacemos III
Una lista de Cosas que ya no hacemos se echó Así es la vida hace un momento en Facebook. Aquí van mis tres aportaciones más recientes:
-Hacer capiruchos con carretes de hilo y un “chaye”;
-Jugar chajalele con una tapita de gaseosa e hilo;
-Hacer teléfonos con cajitas de fósforos e hilo.
Estas se suman a:
01
Feb 12
Falleció Héctor Gaitán
Como me lo contaron, te lo cuento: guiado por El Cadejo y acompañado por sus amigos ente los espantos y los aparecidos se fué Héctor Gaitán, autor de la serie La calle donde tu vives. Recordado por su habilidad para contrar cuentos e historias misteriosas y hasta de terror, don Héctor era uno de los guardianes de las leyendas chapinas.
30
Ene 12
Buzones de correo, en Belice
Encantadores me parecieron los buzones de correo en Belice. No se puede decir que carecen de personalidad. Ciertamente parecen cosas de otra época y dan algo de nostalgia. Nostalgia por los tiempos en los que uno escribía cartas a mano, o enviaba tarjetas de Navidad. Nostalgia por la alegría que daba cuando llegaba el cartero a casa y traía cartas…no sólo cuentas.
A mí me gusta mucho el concepto de escribir cartas y de enviarlas por correo; y etos buzones son muy diferentes a los buzones chapines.
29
Ene 12
Nostalgia porque cerró “Pasta e basta”
Pasta e basta era uno de mis restaurantes favoritos. Nadie hacía la carbonara tan buena como Maurizio Arienti, su chef y propietario; y sus pizzas y sus pastas eran magníficas porque sus sabores eran primordiales, eran frescas y francas. También extrañaré, mucho, sus lenguas de gato.
Ir a Pasta e basta siempre era agradable, no sólo porque uno sabía que iba a comer sabroso; sino por la atención personalizada de Maurizio y porque -en su ambiente íntimo- uno siempre se sentía bienvenido.
Ahora, cuando pase caminando por la Plaza España no me parecerá raro que sienta algo de nostalgia, y que busque el aroma a aceite de oliva, a albahaca, y a pasta fresca…que ya no estará ahí.
Después de casi 10 años de hacer felices a sus clientes, Pasta e basta cerró sus puertas; y al perder ese rincón encantador, la Ciudad perdió uno de sus secretos mejor guardados.
Pasta e basta es el segundo restaurante italiano que me deja triste al cerrar sus puertas. El primero fue El Capuchino, de don Franco y doña María, que cerró sus puertas en La Antigua hace como 10 años, y todavía suspiro por él y su spaghetti con pulpo y su minestrone.
La foto, por cierto, es de los últimos raviolique comí en Pasta y basta, anoche, cuando Maurizio tuvo la gentileza de invitarnos a una despedida. ¡Muchos éxitos en lo que emprendas ahora, caro amico!
Gracias a Así es la vida, por la foto.
24
Dic 11
El incendio en la fábrica Flamingo
Así se vio el incendio de la fábrica de calcetines Flamingo, desde mi balcón. De lunes a domingo, todos usamos calcetines flamingo era el slogan de esta empresa. Cuando yo era niño, para la celebración de mi cumpleaños 11, o 12, un cuate me llevó a regalar una caja de estos calcetines y recuerdo que eran varios y de muchos colores. El slogan era pegajoso porque fue lo primero que me vino a la cabeza cuando me enteré cuál era el origen de la humazón.
El slogan de Flamingo es un clásico de la industria chapina; junto a La cigueña los trae y Mi amigo los viste, de los almacenes Mi amigo; No diga dólar, diga quetzal, no diga acumulador, diga Tikal, de los acumuladores Tikal; o Tan guatemalteco como tú, de Pollo Campero.
23
Dic 11
Aromas de Navidad
La Navidad me huele a ponche, manzanillas y pinabetes. Huele a los nacimientos en las casas de mis abuelas, y a la cena y al intercambio de regalos en la casa de mis papás. Huele a mincemeat pie y a galletas recién horneadas. Tiene el aroma de sentarse en la acera a quemar cohetes ¡de uno en uno! Huele a tamal negro y tamal colorado para el desayuno del 25; y a caldo de huevos, hecho con los huesos del pavo, para el almuerzo.
Es la fiesta en la que más disfruto las sonrisas de mis sobrinos y las llamadas de mis amigos. ¡Me encanta el espíritu de Navidad! Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad, compartir con los que no tienen, y en mi caso, turrones y tamales.
Es una lástima que los enemigos de la alegría y del placer aprovechen para emprenderla contra lo que califican de consumismo. ¿Preferirían, quizás, que el mensaje navideño fuera: Llorad y arrepentíos, en lugar del que se manifiesta con la tradicional algarabía?
En el aspecto material, lo que otrora fuera las fiestas saturnalias –de los romanos– genera corrientes inmensas de ingenio y de emprendimiento. Creatividad que produce alimentos, ropa, juguetes, luces, adornos y numerosos objetos de placer. Muchas gentes tienen trabajo durante todo el año para preparar la parafernalia navideña. De modo que lo que los scrooges critican como la parte maligna de la Navidad, resulta ser el pan de cada día y una vida digna para miles y quizás millones de familias alrededor del mundo.
La que estamos celebrando es una fiesta poderosa, cuyo encanto inocente y alegre invade a todo aquel que se relaja y tiene algo de niño. Usted dirá que soy un cursi; pero aquí, y haciendo cálculos, los mejores recuerdos de mis navidades siempre han involucrado sonrisas. Desde sonrisas inocentes, hasta sonrisas pícaras, pasando por sonrisas de complicidad y sonrisas de sí, yo también siento algo de nostalgia, pero me aguanto como los machos.
Dada su popularidad, parece evidente que los humanos, de casi todos los colores y convicciones, disfrutamos de un festejo universal que nos recuerda los principios que valoramos, una fiesta propicia para intercambiar regalos y halagar a las personas que amamos.
Si alguien lee estas líneas: ¡Muchas bendiciones!, y que esta Noche Buena la pasen rodeados de amor y en paz.
Esta columna fue publicada por El Periódico.