La de orinar en la calle es una de las peores costumbres chapinas; y se compara con la impuntualidad y con la costumbre de no confirmar invitaciones.
He aquí a este grupo de meones que caché, el el parque Dante Alighieri.
Claro que los mingitorios públicos no abundan; y los que hay son una inmundicia. Sin embargo, como les digo a mis sobrinos: Antes de salir vas y meas, no vaya a ser que te agarre con mi móvil y te ponga en Carpe Diem.