A mí, eso del Anticristo me parece absurdo y ridículo; sin embargo, leo que “El Congreso emitió ayer un punto resolutivo para sumarse a la medida tomada por Migración, la semana recién pasada, de prohibir el ingreso al país de José Luis de Jesús Miranda, líder de la secta Creciendo en Gracia, quien se hace llamar el anticristo. Aunque reconocemos la libertad de culto, no podemos permitir que alguien venga a causar confrontación y desorden, explicó Leonel Soto, de la Unidad del Cambio Nacionalista”.
Hace años, algunos dirigentes religiosos consiguieron prohibir que fuera exhibida La última tentación de Cristo; hace poco otros (o los mismos) hicieron sus tanes para ver si conseguían prohibir El código da Vinci. Recién ahora, algunos dirigentes indígenistas intentaron prohibir la exhibición de Apocalypto. Hace no mucho, una galería de arte tuvo que dejar de exhibir un cuadro que a algunos les parecía ofensivo.
¡¿A dónde vamos a ir a parar si cada vez que algo no le gusta a alguien eso puede ser prohibido, escondido, o perseguido!? ¡Una caterva de fascistas, eso es lo que son! Dicen respetar la libertad de cultos y dicen ser tolerantes; pero a la hora de rajar ocote, abundan los serviles que se pliegan a las presiones de los grupos de interés totalitarios e intolerantes.