27
Ago 17

WTF La lucha entre Morales y Velásquez

¡Que mal se ve la decisión del presidente, Jimmy Morales, en cuanto a declarar non grato a Iván Velásquez, jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala!

Vale aclarar, sin embargo que el rumor de que Morales iba a la ONU a pedir la remoción de Velásquez no pasó de ser un rumor.  Uno rumor que nunca llegó a serverdad y que desató la crisis actual. Antonio Guterres, secretario general de aquel organism confirmó que el Presidente de Guatemala nunca pidió la destitución del jefe de la CICIG.

Empero, la decisión del Presidente se ve mal porque:

-La Comisión y el Ministerio Público pidieron un antejuicio contra Jimmy Morales por financiamiento ilícito al partido oficial FCN-Nación.  Se ve feo que siendo señalado el Presidente, procediera a expulsar al señalador, ¿con la esperanza de que la Fiscal General cumpla su amenaza de renunciar en caso de que Velásquez fuera removido?

-Esta es la hora en que Jimmy Morales no ha explicado clara e inequívocamente sus razones para declarar non grato al Comisionado. De acuerdo con la Convención de Viena no tendría que hacerlo; pero en un ambiente de silencio han surgido toda clase de especulaciones y estridencias.  Los mandantes y tributarios merecemos una explicación porque la incertidumbre y las aguas turbias quién sabe a quién van a terminar sirviendo.

-Luego del fracaso de la operación de ayer, en la plaza que no fue multitudinaria, ni nada parecido, ¿qué necesidad habría de fortalecer a los grupos cuyas banderas e intereses se reunieron en la plaza?

-Tanto Jimmy Morales como Iván Velásquez -si hubieran unido, en vez de separar a los guatemaltecos- tuvieron la oportunidad de liderear el rescate de Guatemala, de las manos de la impunidad, de la corrupción y de las mafias. Esa oportunidad de oro se está yendo, si no es que ya se fue, dada la fragmentación que estamos viviendo.

Desde antes de su creación, cuando aún existía el concepto de CICIACS, me opuse a la creación de una comisión internacional que dirigiera la lucha contra la impunidad, la corrupción y las mafias, no con argumentos nacionalistas (y menos por defender aquellas lacras); sino porque nos quitábamos, los chapines, la responsabilidad de encabezar aquella lucha.  Y ya sabes, no ser responsable de algo es cómodo; pero tiene un precio terrible: la impotencia.  Y así está resultando.

Con todo y todo, sin explicaciones claras e inequívocas, en un ambiente enrarecido y de divisiones profundas, en el contexto de los señalamientos de financiamiento ilícito y a la vista de las banderas que había ayer en la operación de la plaza, la decisión imprudente del presidente Morales es digna de un WTF; y ha puesto en grave peligro a Guatemala y -lo que es peor a los guatemaltecos-.

…y aún así, esta lucha de poder nos involucra a todos como mandantes y va a requerir que separemos la paja del trigo y que -en la medida en que se aclare el panorama- actuemos de forma racional, pensando en el largo plazo y de forma objetiva.  ¿Vamos a ser actores, o vamos a ser observadores? ¿Vamos a involucrarnos en una lucha personalizada, o vamos a tomar decisiones conforme a principios?

La foto la tomé de elPeriódico.


13
Feb 07

Irresponsabilidad, inocencia e impotencia

Un lector de Prensa Libre relata hoy que “Me decía un amigo: Pobre gente engañada. En mi país (España), como en el resto de países europeos, el Estado es responsable absoluto del accionar de los bancos. No entiendo por qué en Guatemala no se quiere adoptar esta regla”.
Yo creo que es muy perverso que el estado sea responsable absoluto del accionar de las personas. Creo, de verdad, que las personas deberían ser responsables de las consecuencias de sus acciones. Sólo así es posible tener ciudadanos, tributarios y electores libres. Sin responsabilidad no hay libertad; y sin esta última, no es posible la primera. Responsabilidad y libertad son dos caras de la misma moneda.
Claro que hay gente que prefiere la seguridad, a la libertad, y claro que hay gente que prefiere ser irresponsable, a ser libre. Esto se explica por varias razones y entre ellas se cuenta que aveces la gente prefiere no tener que elegir (y dejar que otros elijan por ellos), y no tener que pasar por la ansiedad que producen las decisiones que uno toma y las consecuencias de ellas.
Por eso es perversa la propuesta. Cuando el estado es responsable absoluto del accionar de otros, lo que se cria no son ciudadanos, sino ovejas. Ovejas que, como dice Fredy Kofman, en su irresponsabilidad son inocentes; pero que en su inocencia son impotentes. Impotentes para ser protagonistas de sus propias vidas e imponentes para cambiar sus circunstancias.