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May 15

La hipocresía migratoria y el estatismo

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La presencia estimada de entre 6,000 y 20,000 migrantes en medio del mar, que huyen de la persecución étnica en Birmania y de la pobreza en Bangladesh, ha generado una crisis en toda aquella región, mientras los países del área se acusan con el dedo y se niegan a recibirlos.   ¡Cientos de ellos están varados en el mar, sin alimentos, ni agua!

La historia me recuerda a la del SS St. Louis, un barco lleno de migrantes judíos que, luego de la noche de los cristales rotos, trataron de escapar de Europa sólo para ser rechazados y devueltos al Viejo Continente.

Me recordó, también, la hipocresía de la ética estatista.  Y la propia hipocresía chapina en ese sentido.  En países donde prevaleciera la ética capitalista no habría barreras para bienes, capitales, ni personas; pero donde no es así los bienes, los capitales y las personas sólo son bienvenidos si sirven a los intereses específicos de quienes tienen el poder, o quienes influyen en él.

El drama de los rohingya es el drama de todos los migrantes que huyen de economías  empobrecedoras, y de políticas que irrespetan los derechos individuales. Es el drama de los chapines que huyen al norte y son humillados, perseguidos y abusados (cuando no asesinados) cuando pasan el ríos Suchiate. Es el drama de los salvadoreños, los ecuatorianos, los chinos y otros migrantes que, cuando se dirigen hacia el norte, en busca de mejores oportunidades, son humillados, perseguidos y abusados (cuando no asesinados) a su paso por Guatemala.

La ética hipócrita del estatismo cuesta vidas humanas.  Seguro que ya es tiempo de acabar con las barreras contra la migración.

La ilustración es [Dominio publico], via Wikimedia Commons


25
Jul 07

Nadie duerme: una historia de éxito

Para estas alturas, ya muchos de ustedes conocerán la historia: En el Reino Unido hay un concurso que se llama Britains Got Talent. A este concurso acudió un inglés común, tímido e introvertido, que es vendedor de celulares en una tienda. Cuando le preguntaron qué iba a cantar él dijo simplemente: ópera. Paul Potts, que es el nombre del concursante cantó Nessun dorma; que es una de mis arias favoritas.

No one sleeps!… No one sleeps!…
Nor do you, o princess in your cold room
Look the stars that tremblewith love and hope!
But my mysteryit is locked in me,my name no one will know!
No, no, only on your mouth I will reveal it,when dawn’s light will shine!
My kiss will break the silenceand make you mine!

Female choir:His name no one will know…
And we shall have, alas, to die, to die…!

The Prince:
Disperse, o night! Set, you stars!Set, you stars!
With the dawn I will win!I’ll win! I’ll win!

Paul Potts ganó, y llegó a la final del concurso. Ahhhhhhhhhh, y se lo merecía.

Vean hasta dónde llegó:

Esta historia me emociona mucho, no sólo por él éxito del concursante; sino por la forma en que Nessun dorma “tocó” al público. En realidad la gente tiende a menospreciar la ópera, aveces porque la considera snob, y aveces porque no la entiende. Yo, que crecí con Lucia di Lamermoor, Rigoletto, Madama Butterfly y Tosca, entre otras, no me resistí a esta historia de éxito.