¡Llegué a los 63 años!

 

¡Llegué, y hoy es mi cumpleaños número 63! Nací en 1961, el año en el que se estrenaron 101 dálmatas, Breakfast at Tiffany’s, El Cid, Los cañones de Navarone, The Pit and the Pendulum, Rey de reyes, West Side Story; y el año en el que nacieron Michael J. Fox y Ricky Gervais, y fue el año en el que murió Gary Cooper. Pero todo aquello no quiere decir nada, así que a otra cosa, mariposa.

Más importante es que fui el primer hijo, el primer sobrino, el primer nieto y el primer bisnieto; y todo eso sí que tuvo que ver conmigo, de modo que si tienes quejas, ya sabes por dónde empezar.

Mi primer cumpleaños, con mi mamá. . 

¿Qué me hace feliz? La buena compañía, la buena comida (no importa de dónde), la buena lectura y el silencio. ¡Ah, y mi cama siempre limpia!

¿Qué me incomoda? La traición, el ruido, la mala comida y la mala compañía. Nunca leo mala lectura, porque si un libro no me gusta, lo hago a un lado y no pasa nada. Igual pasa con la mala compañía.

No es que a los 63 me haya vuelto remilgado… Recuerda que soy el primer hijo y todo eso.

Mis padres fueron jóvenes, cariñosos y generosos. Estoy enamorado. Me muero de ganas de ver a la próxima generación de mi familia… pero eso está verde.

Si no es en buenas condiciones, no quiero llegar a viejo; y no es que esté joven, porque ya no me cuezo al primer hervor, pero como dice un letrero que tengo por ahí: old enough to know better, and young enough to do it anyway. Me encanta cuando mis estudiantes me saludan con un “¡Ricos días!” y hacen la señal de Larga vida y prosperidad con la mano derecha.

Prefiero los perros a los gatos; la música clásica, la de marimba, la música pop y las rancheras al reguetón, pero a un buen reguetón en una buena fiesta no le hago el feo. Prefiero los cuadros de Tamara de Lempicka, Joaquín Sorolla y Lawrence Alma-Tadema a cualquier Miró, Picasso o Kandinsky. Me encantan Mozart, Haydn y Bach, por mencionar tres, pero no aguanto a Prokofiev, a Saint-Saëns (a menos que sea en El Carnaval de los animales) ni a Mahler. No soy deportivo, pero puedo echarme un partido de béisbol si hay hot dogs involucrados, y uno de fútbol si hay pizza involucrada… ambos con buena compañía… y la cerveza es opcional. 

Antes pensaba que el vino blanco ni era vino. Pero ahora lo prefiero al tinto, a menos que hablemos de un merlot, o un pinot noir ligeramente fríos. ¿Cuáles son mis chelas favoritas? Guinness, Bass, Hoegaarden y Cabro Extra. ¿Para acompañar qué? Fiambre, anacates, o un buen tamal negro.

Hoy empezó alegre el día.

Cualquier día dame una semana en las montañas; pero si vas a llevarme al mar, me lo pienso dos veces. No porque no me guste el mar… ¡Me encanta el mar!… pero el calor y la arena volcánica son otros cien pesos.

Me emboban las erupciones volcánicas y los buenos aguaceros. No le temo a los temblores de tierra, pero no estoy interesado en vivir otro terremoto. Me gusta una buena tempestad… sí, y sólo si estoy en casa. Tengo muchas ganas de subir un volcán, pero sólo si hay cabalgadura disponible.

¿Quiero llegar a los 64? ¡Sí! De modo que hay Luisfi para rato.

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