La aplicación forzada del etanol a las gasolinas fue aplazada por un año según disposición atinada del Minsiterio de Energía y Minas.
El nuevo plazo abre la oportunidad de ponerle un Alto definitivo a aquella medida mercantilista que puede hacer que el caldo sea más caro que la gallina.
El alcohol etílico anhidro desnaturalizado, para ser mezclado con las gasolinas, es producido a partir de la caña de azúcar. La excusa para su consumo forzado es que aquel alcohol genera menos emisiones causantes del efecto invernadero; pero la verdad es que los azucareros (comprometidos con la Agenda 2030) tienen la capacidad industrial para producir etanol y…pues…hay que venderlo. Los productores de alcohol y los de combustibles renovables aplauden que haya como vender el producto; pero la pregunta obligada es: ¿Si la mezcla es tan buena, por qué tiene que ser forzado su uso? Que no te engañen con que va a ser un mercado, porque una característica del mercado es que en él, el intercambio es voluntario; y no hay voluntariedad si los consumidores no vamos a poder elegir entre echarle alcohol a los motores, o no.
La legislación para forzar el uso del etanol se ha negociado entre importadores y exportadores de combustibles, importadores de vehículos y productores de etanol. ¡Puros empresaurios, negociando cómo hacer para forzarte a usar el etanol! Puro mercantilismo y puro patrimonialismo, sin que tu -el usuario- estés representado en la mesa de reparto de privilegios. Todo con criterios técnicos, ecológicos, científicos y económicos, claro, ¿cómo iba a ser de otra forma?
Pero tu sabes lo que pasa: quellos grupos de interés deciden por ti, y no te queda otra que usar el producto, o te atienes a la pena que te tienen recetada, independientemente de si juzgas razonable usarlo en tu vehículo, o no.
Los promotores del etanol le ven algunas ventajas:
Como es oxigenante de las gasolinas eleva el octanage lo que supuestamente ayuda a descontaminar y da más poder a los motores. Remplaza aditivos nocivos como el plomo y el methyl tert-butyl ether. Aumenta la demanda de caña, y caeteris paribus, mejora el precio de esa materia prima y la calidad de vida quienes están vinculados a la agroindustria industria cañera/azucarera.
Peeeero tiene desventajas:
El etanol se consume de un 25% a un 30% más rápidamente que la gasolina. Producido, como en Guatemala, a partir de caña de azúcar, incrementa la quema de la caña antes de la cosecha, lo que libera grandes cantidades de metano y óxido nitroso. Esto se solucionaría mecanizando el proceso de cosecha, pero aquí ya hubo quemas de maquinaria cuando se intentó hacer aquello. La combustión ocurre a destiempo. Como el etanol contiene agua, favorece la corrosión del sistema de inyección. Esto quiere decir que será común tener que realizar cambios de mangueras, o válvulas, pues ya no funcionan correctamente debido a este proceso de corrosión; lo que quizás ahorres por lo barato del etanol (y está por verse si bajará el precio de los combustibles), tal vez tengas que gastarlo en repuestos y mano de obra. El uso de etanol eleva la temperatura de los gases que son expulsados por el escape, de tal forma que se puede dañar el sistema completo, o el catalizador, debido al incremento en la temperatura de los mismos generando un desgaste prematuro. Aumenta la demanda de caña, y caeteris paribus encarece aquella materia prima y sus derivados, como el azúcar, en perjuicio de la calidad de vida de quienes la consumen.
En fin, es de celebrar que el Ejecutivo haya tomado la decisión de no imponer el etanol…al menos por el momento.