Hace unos 35 años una organización cuyas publicaciones me gustaba leer distribuyó uno de esos boletines que se ven en las películas de vaqueros; decía y no recuerdo los detalles: Reward y luego de esa palabra, que estaba letras grandes, había una foto de Daniel Ortega para luego encontrar incluido, en letras más pequeñas, un listado de crímenes cometidos por el entonces presidente de Nicaragua. ¿Sabes que Ortega es el político que más tiempo ha estado en el poder en el hemisferio americano? En el mundo, es uno de los políticos que más tiempo ha ejercido el poder (descontando a los monarcas).
Años después, Ortega se convirtió en el niño bonito de Centroamérica. Abandonó el extremismo socialista, se fue moderando, era el favorito de los empresarios mercantilistas del istmo e incluso fue consentido de la iglesia católica por sus políticas anti aborto.
Pero Ortega siempre fue Ortega, y Ortega/Murillo resultó más Ortega que siempre.
El martes, el gobierno del tirano Ortega reanudó las detenciones de líderes opositores a su mandato con seis secuestros/arrestos más; con los cuales suman por lo menos 27 personas desde el 28 de mayo pasado. Personas entre las que se cuentan aspirantes presidenciales, líderes estudiantiles, líderes campesinos, ex diputados, periodistas, banqueros, exguerrilleros, activistas, empresarios y exguerrilleros.
Para las capturas, el régimen Ortega/Murillo acude a la vieja confiable: traición a la patria; y los esbirros no dan cuenta de los detenidos, que son capturados más en circunstancias de secuestro que otra cosa. Ortega/Murillo (Ah, porque su esposa Rosario Murillo es su vicepresidenta) son de cuidado. En 2018 durante tres meses de protestas hubo más de 300 muertos. Ese es el costo de las dictaduras revolucionarias tipo Ortega y Maduro, por mencionar dos. Es fácil elevarlas al poder por frustración y despecho; pero para sacarlas, son los jóvenes los que tienen que salir a derramar sangre en las calles.
Se buscan Ortega y Murillo -por delincuentes y criminales- y hay que detenerlos antes de que corra más sangre.
Columna publicada en elPeriódico.