El Ministerio de Salud de Colombia emitió el borrador de una resolución con la que definió las reglas para que el sector privado pueda comprar y distribuir vacunas contra el covid-19 y apoyar la segunda fase de vacunación en el país. El sector privado podrá negociar, adquirir e importar aquellas vacunas solo si garantiza la aplicación de las mismas y las condiciones necesarias para su conservación, así como si asume los costos de importación de las vacunas, y las responsabilidades derivadas de administrarlas, entre otros requisitos.
Las vacunas administradas por el sector privado deben ser gratuitas para las personas a las que se les sean aplicadas, según el decreto. Sospecho que podrían ser adquiridas y distribuidas por organizaciones privadas voluntarias de servicio, para beneficencia; o por empresas y otras organizaciones, para sus empleados y los familiares de sus empleados.
Las personas privadas que negocien y adquieran vacunas contra el covid-19, con recursos de privados, serán responsables por los términos de las negociaciones y por los compromisos que adquieran como producto de las mismas, dice el borrador.
¡Bien por los colombianos! Obvio que no es una apertura del mercado; pero esto es un paso adelante, y ojalá que la resolución sea aprobada ya que es ejemplar para países como Guatemala donde es evidente que la Administración no puede con el monopolio de la adquisición y distribución de vacunas anti covid.