En el sistema anterior de adopciones, los abogados hacían descentralizadamente los trámites; y las adopciones eran aprobadas por jueces y supervisadas por la Procuraduría General de la Nación. Y los burócratas internacionales -con la complicidad de la comunidad oenegera chapina, así como con la de mucha gente irresponsable- se propusieron centralizar y monopolizar los procesos.
Para ello crearon un Consejo Nacional de Adopciones y , para centenares de niños, acabaron con sus sueños de tener familia.
Ahora resulta que el monopolio de las adopciones considera que no son idóneos dos programas de familias sustitutas impulsados por la Procuraduría General de la Nación y por la Corte Suprema de Justicia porque podrían dar paso a procesos anómalos. ¡Sorpresa!
Yo apuesto a que ese
podrían, en realidad ya es
han podido. Yo apuesto a que los que acabaron con la adopción no pueden dormir tranquilos porque saben que la suya fue una
victoria pírrica en la que las víctimas fueron los niños sin padres y en la que los victoriosos fueron la
costra nostra de siempre, en la burocracia de siempre.
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This entry was posted on jueves, marzo 18th, 2010 at 7:05 pm and is filed under adopción, Corte Suprema de Justicia, procuraduría general de la nación.
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