El pepián es una de mis salsas chapinas favoritas. Me gusta muchísimo su sabor a semillas y a tortillas de maíz bien tostadas. Eso es lo que, además, le da su color característico.
El viernes disfruté de una cena magnífica -en familia- en casa de mi tía Ana María; cuya cocina merece una ovación de pie. ¿Qué cenamos? Pepián con espinazo y de postre moyetes. El espinazo es una carne muy sabrosa y como viene acompañada con hueso le da al caldo un sabor intenso y profundo. Y a mí me gusta comer la médula que hay en el hueso ya que el espinazo es la espina dorsal de la res.
¡Me encantan los ataditos de ejotes! y me encantan los moyetes. Los del viernes estaban bien caladitos, cremosos en el centro y con su ciruela.
Tenía añales de no comer espinazo y el pepián lo he comido con carne de gallina, con carne de pollo, con carne de res y con tres carnes: gallina, res y cerdo. El espinazo es delicioso con frijoles blancos.
Una cena magnífica, en compañía de personas queridísimas…¿qué más puede pedir uno?
Se vé que comes como un Rey y lo celebras como buen chapin!!!!
Luis, pareces cigüeña porque dejas a tus lectoras con antojos. ¡Qué rico se ve ese plato!