Los mayores problemas en Quiché son la pobreza y la falta de oportunidades de trabajo para los padres de los niños, dijo alguien en uno de los noticiarios de la tele el miércoles temprano. Y uno supondría que la dirigencia popular está comprometida con acabar con la pobreza y llevar oportunidades de trabajo a Quiché, ¡y a todas partes!
Uno podría suponer que la dirigencia popular está empeñada en que haya más fábricas, más servicios, más energía y más oportunidades en todo el país. ¡Pero no! ¿En qué anda ocupada la dirigencia popular? Pues anda perpetuando la pobreza.
El sábado pasado grupos armados con fusiles AK-47 ocasionaron incendios y destrozos en Barillas, Huehuetenango con el propósito liberar por la fuerza a uno de sus dirigentes que presuntamente estaba involucrado en actos de violencia similares. En esa ocasión fue asesinado un soldado, originario de Chicamán, Quiché. ¿Cuál era el motivo del derramamiento de sangre y de la violencia? La oposición que la dirigencia popular se tiene contra una hidroeléctrica. Y uno se pregunta: ¿cómo va a haber más riqueza –que es el antídoto contra la pobreza– si no es posible generar energía para que haya más y mejores oportunidades de empleo?
Como se vio en Totonicapán hace un año y como se vio en este caso, la dirigencia popular no tiene escrúpulos para usar a la gente como carne de cañón, ni para acudir al fuego, la destrucción y los disparos. ¿Con qué propósito? Con el de evitar que sean construidas nuevas fuentes de energía. Energía que no sólo sirve para mantener frías las cervezas y las gaseosas, sino que sirve para que funcionen las incubadoras en los hospitales, y para que la gente emprendedora pueda establecer negocios productivos y ofrecer las oportunidades de empleo que mejorarían la calidad de vida de otros.
La dirigencia que con el puño combativo anda promoviendo la revolución por medio de los movimientos sociales es una dirigencia criminal y fabricante de miseria. Es la dirigencia que debería sentir vergüenza de sí misma al ver las miradas de Catalina Chimatúm (viuda del soldado asesinado) y sus hijos.
Columna publicada en El periódico.
¿De qué “pobreza” van a vivir esos desgraciados si se les termina su modus vivendi?
Hace un par de años conocí a un joven de un lugar cercano al área de conflicto, me dió tanta alegría escucharlo como estaba comenzando su herrería, ahora que la electricidad había llegado a su aldea, como con sus ahorros había comprado su equipo para soldar (empresa donde tuve el honor de conocerlo), lo acompañaban su esposa e hijos, pues era, para ellos un día especial. Todo lo hizo sin pedir privilegios, sin bloquear carreteras, sin quemarle sus negocios a otros, esa es la forma de salir adelante, trabajando, cosa que estos vividores no les gusta hacer