Hasta bien entrados los años 80 era costumbre que, en las secciones de Sociales, de los diarios guatemaltecos se publicara que viajaban algunas personas poco mas, o menos conocidas. Este es un reporte, en el Imparcial, de una vez que mi abuelo, Luis, viajó a los Estados Unidos de América el 5 de septiembre de 1944.
Dice, la gacetilla: Esta mañana dejó la ciudad y marchó con destino hacia los Estados Unidos del Norte, el señor Luis Figueroa O., jefe de conocida familia capitalina, quien tiene el proyecto de permanecer allá varias semanas. Presentamos atento saludo de despedida al señor Figueroa apreciado hombre de negocios y representante de casas extranjeras y deseamos que su estadía en tierras del Tío Sam sea muy provechosa.
Esto es de cuando era un acontecimiento que alguien viajara. De cuando la gente no viajaba en pijama, ni en tank top. De cuando los viajes eran noticias, y no selfies. Recuerdo que cuando yo era niño -en los años 60- me ponían chaqueta, corbata y ¡Hasta sombrero! para volar.
Creo que los diarios dejaron de publicar este tipo de notas sociales cuando se hizo peligroso exponer los ires y venires de las personas. Como se hizo peligroso exponer sus fiestas y acontecimientos, así como sus relaciones familiares y comerciales.
En las secciones de Sociales, de los medios escritos, uno se enteraba de quién era quién, quiénes estaban relacionados con quienes y a veces era muy chistoso. Guatemala era una sociedad muy pequeña y estaba principalmente concentrada en la ciudad capital donde ocurría todo lo que era considerado socialmente interesante por los medios de comuniación masivos.
Esa función ahora la cumplen las redes sociales virtuales donde cuando alquien quiere saber quién es quien y quién está relacionado con quien lo que hace es estoquear.
Gracias a Luis Andrés Schwartz por la pista.