¿Se acabarán los maestros?

 

Los jóvenes ya no quieren ser maestros de Primaria.  Las escuelas normales han comenzado a cerrar los bachilleratos en educación. Ya no hay colas de padres tratando de inscribir a sus hijos en aquellas escuelas. En Belén, solo una chica mostró interés por inscribirse. ¿Te sorprende? A mi no.

No es lo mismo un maestro que un burócrata de la educación. La ilustración la tomé de Facebook.

Ser maestro requiere una dosis elevada de vocación.  Pero por lo que he visto -por gente que me cuenta- cada vez son menos y menos los maestros llamados a la educación; y la mayoría son más burócratas de aquella actividad cuando trabajan en el sector estatal, y meros empleados cuando trabajan en el sector privado.   Yo tuve la dicha de tener muchos y verdaderos maestros de vocación cuando estaba en la Primaria y en la Secundaria. 

No ayuda a mejorar aquel estado de cosas el sindicato de maestros más enfocados en negociar secretamente su pacto colectivo y cualquier canonjía, antes que resolver el hecho de que los niños chapines están re mal con las matemáticas y mal con la lectura. Pregúntale a cualquier graduado de diversificado qué es un. antropófago, qué son curvas a nivel y cinco capitales de Europa y vas a ver…

Empeora la situación las pretensiones del estado en cuanto a la formación de maestros.  Antes, el título de Maestro, que se obtenía en tres años de alguna manera era prestigioso porque, como el de Perito Contador era un título.  A cierto nivel, eso era importante no sólo para la formación del docente, sino para la autoestima.  Ahora hay un bachillerato (de dos años) que necesariamente se tiene que complementar con tres años de profesorado universitario.  Vaya uno a saber si, al final vale la pena no sólo en términos sueldo, sino en términos de salario emocional.  

Los graduados del bachillerato querían alguna forma de trato preferencial y subsidios en la universidad estatal y, aparentemente, estos no se consiguieron.

A la pregunta de si se acabarán los maestros porque los jóvenes ya no quieren ser docentes, la respuesta es que seguro que no.  Ha de haber una sobreoferta por ahí. Lo que si sería triste que se acabara son los educadores y que estos sean sustituidos por más burócratas de la educación.

En este Día del Maestro, muchas felicidades a los maestros de vocación, a los docentes que son educadores, y a los buenos profesores.  

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